Las protestas de los agricultores y ganaderos en Bruselas en torno a la sede de la Eurocámara, ha impedido a los populares europeos celebrar su cumbre previa a la reunión extraordinaria del Consejo de mañana. Es por ello que Alberto Núñez Feijóo sólo ha podido reunirse con el presidente el PPE, Manfred Weber, gran aliado de los populares españoles en su lucha contra la ley de Amnistía pactada por el Gobierno de Pedro Sánchez con Carles Puigdemont. Y aunque buena parte de la conversación se ha centrado tanto en este texto como en los insultos a los jueces vertidos desde la tribuna de oradores del Congreso, la comparecencia de Feijóo ante la prensa ha girado especialmente sobre el reanudado diálogo sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Feijóo lo ha podido decir más alto, pero no más claro: "Nada estará cerrado mientras todo no esté cerrado. Mientras no se cierre todo, no vamos a poder acordar nada". Es decir, la renovación y la ley para cambiar el sistema de elección de los jueces que conforman el CGPJ tiene que ser "simultánea". Esa es la condición con la que el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, se sienta con el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños y con el comisario de Justicia de la UE, Didier Reynders, de testigo, diálogo que arrancó ayer en Bruselas y continuará el día 12.

"Nos hemos reunido para la renovación del Consejo, con una apuesta por la regeneración y para una nueva ley que ahonde en la independencia judicial. Nos hemos reunido para el conjunto", ha reiterado en declaraciones a la prensa.

Feijóo insiste en que renovación y cambio de la ley deben ser "simultáneos"

Admite que hay que renovar el órgano de gobierno de los jueces, pendiente desde hace cinco años, pero también "hacer un texto legal para modificar el sistema de elección del Consejo. Sin eso, estas reuniones no tendrían contenido". Significa que "habrá renovación y ley, si no quedaría coja, no sería una negociación, sino un arreglo".Y si bien la Comisión Europea habla en su informe del estado de derecho de que primero debe acometerse la renovación para cambiar el sistema de elección después, el líder del PP ha insistido en varias ocasiones de que debe hacerse de manera "simultánea".

De fondo subyace una profunda desconfianza hacia el gobierno de Sánchez, del que dice que "nos han engañado una vez, no nos van engañar la segunda. Si jugamos todos limpio podemos dar una buena noticia en España". Así, tras poner en valor que la Comisión Europea haya aceptado hacer de supervisor -"toda una señal de que se da cuenta de que algo está pasando"- cree que junto con los nuevos nombres se debe articular otro sistema por el cual, acabado el mandato, los magistrados cesen automáticamente pero antes de que termine ese plazo ya estén elegidos, por los propios jueces, sus sustitutos, salvo los juristas de reconocido prestigio, que es donde "intervenimos los políticos".

Este es el modelo que defendió ante Pedro Sánchez en su reunión del pasado 22 de diciembre. "No hemos venido a hablar de nombres ni de cuotas -ha defendido- sino a garantizar la independencia de la justicia, que el Gobierno no la politice ni la controle y para ello necesitamos un sistema transparente y automático". Y tras considerar que "sería muy bueno que los ciudadanos dejen de oir hablar del sector renovador y del sector progresista", ha insistido en que la renovación debe ir acompañada "simultáneamente de un texto legal que garantice la independencia del poder judicial, ese es el marco. Renovación y ley, ley y renovación, ese es el marco".

Insultos a los jueces

Asimismo, Feijóo ha explicado que Weber "conocía el resultado del debate" de la ley de Amnistía del pasado martes, "con un ataque masivo a los jueces españoles que pone en cuestión el estado de derecho, la independencia judicial y la igualdad ante la ley. Hay una falta de respeto continuada permitida por el Gobierno y eso, en un país de la Unión, no puede aceptarse", según Feijóo.