Albert Soler trabajó a las órdenes de Carles Puigdemont cuando éste ejercía todavía como periodista, al frente de El Punt. Después Puigdemont cambió el periodismo por la alcaldía de Girona, Soler dejó El Punt por El Diari y sus caminos se separaron hasta que Puigdemont se convirtió en la rockstar del independentismo en octubre de 2017. Y en uno de los blancos favoritos de Soler, quien reconoce sin tapujos que el procés ha sido de las mejores cosas que le han pasado.

Ahora que Puigdemont vislumbra la posibilidad del regreso a Cataluña en loor de multitudes, Albert Soler le ha dedicado un libro, 'El retorno del vivales', que presentó el pasado miércoles entre algunos de esos nuevos amigos conseguidos al calor del procés. Aunque no todos tienen tan claro ese retorno. El periodista Ramón de España, por ejemplo, sostiene que "solo dos entes esperan el regreso de Puigdemont", la Justicia española y Albert Soler. "Los demás ya nos hemos hecho a la idea de tenerlo en Waterloo, con el pianista -Toni Comin-, el de la gralla -Lluís Puig- y Valtonyc".

Gracias al procés, Soler "se convirtió en el referente de la resistencia" al lacismo, esa "religión oficial que tiene en Girona y sus comarcas su centro, con todos esos burgueses compitiendo por ver quién tiene la estelada más grande en Cadaqués" agrega el periodista. Quizá por eso saluda con alegría la apuesta de Pedro Sánchez por la amnistía y un eventual retorno del ex president que le proporcione nuevo material, aunque se reivindique advirtiendo que "uno no imagina lo difícil que es hacer sátira sobre actos tan ridículos en sí mismos", al tiempo que recuerda desde la huida en el maletero al sello de la república. "Mucho cuidado con el trabajo que me dan".

No imagina lo difícil que es hacer sátira sobre actos tan ridículos en sí mismos

Ramón de España da un nuevo argumento recordando que Puigdemont "es el único periodista que no es capaz ni de escribirse sus propios libros". Lo prueba el hecho de que el volumen 'Me explico' -relato de los días vividos al frente de la Generalitat hasta su huida a Bruselas-, no lo escribiera el líder de Junts sino su amigo, y también ex director de El Punt, Xevi Xirgo.

Por eso "está bien que tenga un libro dedicado a él escrito por alguien que sabe escribir" argumenta España para defender la oportunidad del libro, un compendio de los artículos escritos desde 2016 en los que el ex president es protagonista, personaje secundario o tangencial. "Debería estar agradecido en vez de ponerte querellas".

Honor a 1 euro

Porque Carles Puigdemont, adalid de la libertad de expresión que acogió al rapero Valtonyc en Waterloo y este viernes recordaba que otro rapero, Pablo Hásel, lleva tres años en prisión "por las letras de sus canciones", ha demandado a Soler por uno de sus artículos. Aunque no se trata de un procedimiento penal, sino una demanda civil, por atentado al honor señala el periodista, pudoroso.

En concreto, Puigdemont reclama una compensación simbólica de 1 euro por atentar contra su honor. "Cree que su honor vale 1 euro" ironiza Soler, "cosa que es impensable". Todo por la publicación del artículo 'Un meublé en Waterloo' -que casualmente ha caído en la página 155 del libro- en el que se hace eco de los lances amorosos entre seguidores de Puigdemont para concluir que se podría dar una nueva vida a la Casa de la República convirtiéndola en un meublé. Nótese que el artículo se publicó en marzo de 2023, antes de que los resultados del 23J dieran una segunda vida política a Puigdemont.

La demanda no ha evitado que el texto forme parte del recopilatorio con el que Soler traza un retrato del personaje que ha vuelto a la pista central de la política española desde las últimas elecciones generales. Un compendio por el que también desfilan otros personajes como Gabriel Rufián, transmutado en el 'pijoaparte' de Juan Marsé, Josep Lluís Trapero en modo chulo de discoteca, o incluso un Antonio Machado resucitado para afearle al expresident que hable de exilio "con palacete y todos los gastos pagados, como si fuera la mantenida de un industrial catalán".

De la tragedia a la farsa

Porque el mérito de Soler es precisamente ese, haber desposeído a Puigdemont y el procés en general del dramatismo que lo impregnó especialmente en otoño de 2017. Como señala el periodista Víctor L. Amela, Soler "nos enseña a ver a Puigdemont sin inquina, como un vivales" aunque su libro "traza con precisión el planisferio de una ignominia".

Una habilidad, la de reírse del procés, que comparte con Ramon de España, aunque Soler lo haga desde Girona, cruzándose por la calle con alguna de sus víctimas. "Albert, como yo, no se puede tomar en serio todo esto" reconocía España en la presentación del libro. "Este personal -de la mansión de Waterloo- le ha dado vidilla a Albert, ahí encontraste un filón, una situación geoestratégica que te permitía dar lo mejor de ti mismo".