El ministro del Interior más longevo de la democracia, Fernando Grande-Marlaska, se está moviendo para dejar atrás el maletín del Gobierno. Asediado por distintas polémicas bajo su mandato --la última relacionada con el asesinato de dos guardias civiles en Barbate (Cádiz)--, fuentes conocedoras de estos movimientos aseguran a El Independiente que el ministro tiene sobre la mesa la opción de marcharse al Parlamento Europeo como eurodiputado en las elecciones de principios de junio.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, presentó en junio de 2018 su primer gabinete de ministros y ya entonces Grande-Marlaska, una figura conocida en la judicatura y magistrado de la Audiencia Nacional, entró a formar parte del Gobierno. A partir de ahí, su andadura ha estado llena de baches, algunos más sonados que otros, que le han valido para colocarse de frente a todos los sindicatos de policías y guardias civiles. Innumerables son las veces que han pedido su dimisión, la última, la semana pasada tras el incidente de la narcolancha en Cádiz.

Diversos mandos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado estaban convencidos de que tras las elecciones nacionales de julio de 2023, el responsable de Interior se marchaba. Algunos dicen, incluso, que él se veía de salida y que sus últimos actos públicos estuvieron impregnados con tono de despedida. Pero Sánchez logró un resultado electoral inesperado a juzgar por la mayoría de las encuestas y, a pesar de perder las elecciones, consiguió formar Gobierno.

Para sorpresa de todos, volvió a contar con él. Dicen fuentes de Interior que lo hizo porque el juez hace de parapeto a las críticas al presidente. Es el punching ball que protege a Sánchez cuando hay escándalos políticos, creen. Otras voces achacan su revalidación en el cargo porque cuando logró formarse Gobierno, Madrid estaba sumergida en lo que se llamaron las "protestas de Ferraz".

Centenares de personas (miles algunos días) acudían diariamente a la sede del PSOE a protestar contra la ley de amnistía en plenas negociaciones y Marlaska, tras cinco años llevando la batuta de la seguridad en España, lideró la contención de los disturbios. No era momento de cambiar de ministro, dicen algunos. "Más vale malo conocido que bueno por conocer", llegaron a comentar fuentes policiales en privado.

Sin embargo, el primer trimestre de trabajo del responsable de la cartera no ha estado exento de críticas. Más bien, todo lo contrario. Lo sucedido en Barbate ha puesto a todos los sindicatos a pedir su cese, ha meneado el avispero entre la Guardia Civil por el malestar por el desmantelamiento de OCON Sur (la unidad de élite contra el narcotráfico en Andalucía) y ha llevado a que el líder de la oposición, Alberto Núñez-Feijóo, reclamara su marcha inmediata del ministerio. Incluso, la fiscal antidroga de Cádiz, Ana Villagómez, lanzó un mensaje muy duro que ha tenido eco en el Gobierno: "Que no vengan mañana al funeral si no nos dan los medios", dijo en la Cadena SER.

La sensación de que Marlaska está calcinado no es ajena al Ministerio y los dos asesinados en Barbate marcan en cierta medida un antes y un después. Alguna fuente cercana al ministro ha señalado que sus ánimos han mermado y su capacidad de gestión se ha visto afectada. Sin embargo, las fuentes consultadas de forma oficial en el Ministerio aclaran que él sigue "con fuerza" y "trabajando día a día" y señalan que su salida no está sobre la mesa en este momento.

Con su salida hacia el Europarlamento, los socialistas lograrían introducir rostros conocidos de cara a las elecciones que la Unión Europea celebra entre el 6 y el 9 de junio en todos los Estados miembros y que en España, como viene siendo habitual con cualquier comicio, se leerán en clave nacional. Fuentes conocedoras de los citados movimientos aseguran que Marlaska podría estar fuera de la cartera, incluso, en abril.

Este cambio es considerado como "plausible" para algunos integrantes de Interior preguntados ya que el Gobierno se asegura así darle un destino agradecido, alejado de los focos y cómodo. Una cierta recompensa a estos años en Interior. Compañeros de la Audiencia Nacional añaden, además, que él no querría volver a esa sede judicial después de su paso por el Ejecutivo, tan criticado por muchos allí. Otros mandos, en cambio, recelan de que vaya a salir de la órbita de Moncloa al considerarlo ya casi como un ministro intocable.

Todas las polémicas de Marlaska

La trayectoria del juez ha estado permanentemente enchufada en la controversia. Su lucha contra ETA era conocida en la carrera judicial, pero las asociaciones de víctimas no entendieron cómo se prestó bajo la chaqueta de político a llevar a cabo el fin de la dispersión de presos de la banda terrorista. El ministro culminó la operación, mientras que la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) le quitó la medalla que le había entregado años antes por lo que consideraron "traiciones".

El magistrado ha recibido varios palos del Tribunal Supremo sobre sus nombramientos y destituciones arbitrarias. La más recordada la del coronel Diego Pérez de los Cobos que sentó precedente y a quien Marlaska tuvo que restituir al frente de la comandancia de Madrid después de alegar "falta de confianza" para fulminarlo del cargo cuando el guardia obedeció a la juez que indagaba en la investigación del "8-M" en pleno Covid.

Al menos 23 migrantes murieron en junio de 2022 en la valla de Melilla y el responsable de Interior negó rotundamente que se produjeran fallecimientos en territorio español. Una investigación periodística internacional posterior acreditó que agentes marroquíes pasaron la frontera y arrastraron los cuerpos del lado español a su terreno. Marlaska aquí juntó a nuevos enemigos: las asociaciones protectoras de Derechos Humanos.

Bajo su mandato han salido a la palestra también casos de corrupción policial como el 'caso Mediador' que metió en prisión al general Francisco Espinosa Navas o el 'caso Cuarteles' que salpica al ex alto mando de la Guardia Civil Pedro Vázquez Jarava. Además, se han dado escándalos en prisiones como la fuga de 'El Pastilla' de la cárcel de Alcalá Meco o, más recientemente, el crimen en la prisión de Estremera del conocido como asesino de Morata de Tajuña que acabó con la vida de su compañero de celda.