José Luis Ábalos "se estaba recuperando" de los años más apartado del núcleo duro del Gobierno cuando la mañana del 21 de febrero estalló la noticia: la Guardia Civil acababa de detener al que había sido su asesor más fiel. Koldo García está ahora inmerso en un caso de corrupción en el que la Fiscalía le acusa de ser la puerta de entrada al Ministerio de Transportes de una serie de empresarios que se lucraron con comisiones ilegales de contratos en pandemia. Ábalos no está acusado de nada, pero las gotas que le han salpicado del sumario han formado un tsunami que se ha llevado por delante su carrera profesional. Fuentes consultadas en su entorno más cercano describen de forma muy explícita su estado actual: "Está jodido".

El otrora poderoso ministro de Transportes entre 2018 y 2021 y secretario de organización de los socialistas desde un año antes se siente abandonado por su partido. La semana en la que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Benemérita había detenido a 20 empresarios y tomado declaración a distintos altos cargos de Transportes, trató de explicar en una tournée por distintos medios de comunicación lo mismo que antes había trasladado a los interlocutores de su formación que le pidieron explicaciones: su inocencia.

Desde entonces, no ha vuelto a hablar del caso y no ha sido por falta de ofertas de televisiones. Fuentes de su círculo explican a El Independiente que sus abogados le han asesorado que permanezca en silencio de momento. Debe cuidar cada paso que da porque a estas alturas nadie pone la mano en el fuego por que el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, no lo vaya a citar a declarar.

En uno de los escritos de la causa, el magistrado apunta al exministro como parte de la trama: “La observación de las comunicaciones y la actividad operativa realizada por la unidad actuante han permitido concluir que estos intermediarios serían José Luis Ábalos y Jacobo Pombo”. Sin embargo, él asegura estar tranquilo porque su patrimonio lo avala. "Tiene ahora menos que antes de llegar al Ministerio", indican citadas fuentes.

Ábalos nunca imaginó que iba a tener un final como este en el PSOE. Partido en el que lleva prácticamente toda su vida profesional y del que ha sido secretario general y defensor máximo de Pedro Sánchez. "Podía pensar que le iban a pasar muchas cosas en la vida, pero no esta", reflejan.

Cuando el presidente del Gobierno prescindió de su trabajo en el Ministerio en julio de 2021 nunca le dio una explicación concreta. A pesar de todo lo que se ha publicado, él asegura a su círculo que no supo el porqué. Estuvo varios años sin hablar directamente con Sánchez y cuando volvió a hacerlo no sacaron ese tema. En esta nueva legislatura las cosas habían cambiado.

"Se estaban empezando a acercar a él otra vez. Le iban a llevar a las europeas, ese era el plan", indican en su entorno. Todo se precipitó con la cristalización de la 'operación Delorme' como llamó la Guardia Civil al tema de las mascarillas y en el partido le pidieron el acta. Primero indirectamente y luego con un ultimátum.

"Se queda en el grupo mixto por dignidad", explican. Ábalos se siente muy decepcionado con mucha gente, aunque, como todo contratiempo, esto le ha servido para entender qué personas son pilares de verdad. El diputado sostiene una y otra vez delante de la prensa y detrás su inocencia y eso es lo que pretende demostrar a largo plazo y sin renunciar a su escaño. Para que "le tengan que volver a mirar a la cara" cuando haya pasado todo.

La Chalana y los papeles del subsecretario

El exministro promete una explicación para cada cosa Una de las únicas fotos de las vigilancias que copan el sumario lo sitúan con Koldo en el restaurante que prácticamente se convirtió en la oficina de la trama: la marisquería 'La Chalana'. Allí, él dijo que ese 10 de enero había quedado con otra persona y que al que fuera su asesor se lo encontró prácticamente de casualidad.

Las escuchas de la UCO desmienten esta versión porque Koldo sabía que iba a llegar. "Cuando termine del Congreso viene a tomar un vino conmigo… Se lo digo", le dijo a su interlocutor. Lo cierto es que Koldo había concertado la cita sí, pero es real que Ábalos con quien había quedado era con otra persona. "Koldo estaba allí para figurar porque de eso vive", dicen citadas fuentes.

El exministro cenó con el presidente de ADIF, Ángel Contreras, como reveló El Mundo y ha podido confirmar este medio, y lo hizo porque quería apaciguar las aguas con el nuevo ministro Óscar Puente, de quien Ábalos era muy cercano. Contreras había metido en el Consejo de Administración del organismo a una persona que al jefe de la cartera había molestado y el exministro hizo un poco de intermediario en esta relación para calmar el tempo, reflejan conocedores de este encuentro.

Tampoco niegan estas fuentes lo que el subsecretario de Transportes, Jesús Manuel Gómez, confesó a la UCO: que había entregado a Koldo papeles relacionados con los contratos que se investigaban para que se los diera a Ábalos. "Que recuerda haberle dado un sobre a Koldo con documentación para el exministro Ábalos. Que Ábalos había pedido información relativa al análisis que realiza el Tribunal de Cuentas y la IGAE en relación con los contratos anteriormente indicados u otros similares, dado que el ministro estaba formulando una querella contra un periodista", reflejó la Guardia Civil sobre la declaración en su informe.

Ábalos había pedido los informes del Tribunal de Cuentas y del Consejo de Transparencia acerca de las contrataciones de pandemia del Ministerio porque sabía que tendría que defenderse, cuentan. No era un secreto que existía una investigación porque el PP había puesto una denuncia un año antes "y ellos veían que no se terminaba de archivar el asunto".

Además, como refleja el sumario, su asesor había recibido un chivatazo de los propios investigadores. "Koldo estaba todos los días con guardias civiles", explican. "Tenía mucha relación y lo avisaron". La UCO ha realizado una auditoría interna para depurar responsabilidades y han detenido a dos agentes, uno de ellos, el comandante Rubén Villalba estaba destinado en Venezuela, pero había ocupado cargos en los Servicios de Información.

Su mayor defensa: su patrimonio

El exministro defiende una y otra vez como un mantra a su entorno que tiene una defensa más evidente que ninguna y es que no se enriqueció en su paso por la Administración. "Que miren sus cuentas", exponen los que lo conocen.

Él se siente decepcionado por Koldo porque considera que lo ha engañado y "le ha jodido la vida". Nunca pensó que podía estar enriqueciéndose a sus espaldas y a la pregunta ¿cómo no podía saberlo si era su mano derecha?, respuesta: "¿Tú sabes todo lo que hace la gente más cercana de tu redacción?".

Ábalos había nombrado a cinco asesores, un jefe de gabinete y un jefe de prensa y "no tenía por qué controlar todo", dicen. En su círculo aseveran además que la gestión de los contratos de la pandemia fue ejemplar porque fue el único Ministerio que bloqueó el cobro y hasta que la mercancía no llegaba no efectuaban el pago.

Ahora, el diputado se centra en "estar tranquilo", alejado de los focos y de la polémica, viviendo a medio camino entre su piso de alquiler a las afueras de Madrid centro y su piso de Valencia. Preparado para declarar y explicarse en cualquier momento.