El Consejo de Ministros acordó este martes, como se preveía, llevar a la Mesa del Parlament al Tribunal Constitucional. Impugna su decisión de admitir a trámite la iniciativa legislativa popular (ILP) que pide declarar unilateralmente la independencia, y lo hace para "proteger la Constitución, las instituciones de Cataluña" y también "el diálogo, los acuerdos", la "convivencia" dentro de la comunidad y con el resto de España. Y ya advierte de que frenará cualquier propuesta “divisiva”.

El titular de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, confirmó la presentación del recurso en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Escrito que cuenta con el aval del Consejo de Estado y que se suma a la petición de amparo que cursó el pasado jueves el PSC. La ILP, elevada por el grupo extraparlamentario Solidaritat Catalana per la Independència, fue aceptada por la Mesa de la Cámara catalana el pasado 20 de febrero con los votos a favor de Junts y de la CUP, el no tajante del PSC y la abstención de ERC. Los soberanistas dieron ese paso incluso con el informe desfavorables de los letrados.

El ministro recuerda que el recurso supone la paralización inmediata de la tramitación de la ILP admitida a trámite

Bolaños explicó que era necesaria la presentación de esta impugnación porque paraliza "de manera inmediata" la tramitación de la propuesta, dado que, como dice la Constitución y la ley, cuando es el Gobierno quien acude al TC y demanda la suspensión de una disposición, esta se congela. Un poder de paralización que no tienen los recursos interpuestos por los grupos parlamentarios.

Hace un mes el propio Pedro Sánchez decía no sentirse preocupado por la ILP porque obedecía a las lógicas propias del Parlament y no tenía ningún recorrido. Pero el Gobierno ha cambiado el paso, lanzando un mensaje evidente a los independentistas y cuando las elecciones autonómicas del 12 de mayo ya están convocadas.

El ministro sostuvo que la impugnación es "absolutamente coherente" con la política que lleva desplegando el Gobierno, porque este recurso "protege la Constitución, las instituciones de Cataluña y protege el diálogo, los acuerdos y que seamos capaces de entendernos". Para el Govern de Pere Aragonès, sin embargo, el Ejecutivo central "tiene la necesidad de sobreactuar contra el independentismo" dada la próxima cita con las urnas. Es decir, que hay un "interés electoral" evidente, según señaló su portavoz, Patrícia Plaja.

"La mejor garantía"

El Ejecutivo, insistió, "en ningún caso apuesta por la independencia". Quiere "todo lo contrario", que Cataluña sea una parte "esencial y fundamental de España y de la UE". Por eso mismo ni el Gobierno ni el PSOE "apuestan en ningún caso por el aislamiento de Cataluña de España y de Europa". "No creemos en ninguna política aislacionista de Cataluña, lo que queremos es que sea el motor tanto de España como de Europa", incidió Bolaños, mano derecha del presidente e interlocutor principal de su Gabinete con los independentistas.

Para responder a ERC, que dice que ya habla del referéndum con el PSOE, insiste en que Cataluña está en campaña, y en ella "se van a escuchar muchas cosas, y algunas no son ciertas, como esta"

Los socialistas quieren remarcar que rechazarán cualquier iniciativa "que sea divisiva, fracture la sociedad y genere tensión", como es la que piden al TC paralizar. La defensa de la Constitución, del Estatut, de las instituciones de autogobierno de Cataluña "son la mejor garantía de la convivencia en Cataluña y para la convivencia de los catalanes con el resto de españoles". No obstante, no fue la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, quien introdujo durante la comparecencia la confirmación del recurso. El asunto emergió en la rueda de prensa a raíz de una pregunta de un periodista.

Bolaños también respondió a las palabras de Marta Rovira, secretaria general de ERC, que subrayaba en una entrevista en El Periódico de Catalunya que su partido ya estaba hablando del referéndum con los socialistas. El ministro recordó que Cataluña está en campaña electoral, y en ella "se van a escuchar muchas cosas, y algunas no son ciertas, como esta".

El Gobierno mantiene su apuesta por el "acuerdo, el diálogo", las "mayorías transversales", la "convivencia" dentro de Cataluña y de Cataluña con el resto del país. Esa es su apuesta, aseguró el ministro, frente a las "fórmulas antiguas que llevaron a fracasos colectivos y generaron tensiones que no llevaron a ninguna parte". El Ejecutivo siempre defenderá, remachó, "el diálogo entre diferentes", los "grandes acuerdos", que Cataluña sea "el motor de España y de Europa".