En el Grupo Plurinacional de Sumar aseguran que la sangre no llegará al rio y habrá pacto con Compromís para las elecciones europeas. Pero lo cierto es que la negociación está siendo agónica y los valencianos ya han dejado muy claro que concurrirán a los comicios del 9 de junio bien bajo las siglas magentas o por su cuenta en caso de no atenderse su exigencia de ocupar el tercer puesto de esa lista, tras Estrella Galán -designada directamente por Yolanda Díaz para encabezar la candidatura- y Jaume Asens, propuesta de los comunes de Ada Colau. De hecho, como elemento de presión, sectores de esta coalición valencianista apuestan por abandonar el Grupo Plurinacional de Sumar del Congreso para pasar a engrosar el Mixto si no se atienden sus demandas.

Compromís obtuvo el pasado 23-J tres diputados, esto es, la actual portavoz parlamentaria adjunta Águeda Micó, además de Alberto Ibáñez y Nahuel González, los tres por la circunscripción valenciana. Por Alicante resultó electo Txema Guijarro, secretario general del Grupo Plurinacional, ex Podemos y hoy de la más estrecha confianza de Díaz bajo las siglas de Sumar. De cumplirse la amenaza, el Grupo Parlamentario de la vicepresidenta segunda, perdería nada menos que otros tres escaños, que se sumarían a los cuatro de Podemos, hoy en el Mixto.

Y es que no todos en Compromís ven rentable volver a unir su destino electoral a Yolanda Díaz sin garantizarse un puesto seguro de salida el 9-J que les permita tener, al menos, un eurodiputado en el Parlamento de Estrasburgo, según ha podido saber El Independiente.

Equilibrios internos complejos

Los equilibrios internos en esta coalición regionalista son complejos y hay división de opiniones. Si los de Iniciativa del Poble Valencià, -sector que representan la recientemente 'absuelta' por los tribunales,  Mónica Oltra, y el ex alcalde de Valencia, Joan Ribó- "no verían lo de salirse del Grupo aunque se rompiera la negociación para una lista conjunta en las europeas", hay otro sector, el de Més, de corte más identitario, partidario de "irse al Mixto y desvincularse, pero esas serían las posiciones más extremas", admiten los medios consultados.

Lo cierto es que "nadie quiere ir de cinco en la lista europea, ni siquiera de cuatro", donde ya se bordea una posición de peligro. A fin de cuentas la batalla por la candidatura es consecuencia de unas más que dudosas expectativas electorales, mucho peores que las de hace cinco años cuando Podemos-IU sacó 6 europarlamentarios, y con el agravante de que la izquierda a la izquierda del PSOE se presenta el 9-J dividida una vez que la ex ministra de Igualdad Irene Montero encabezará la lista de su partido.

El temor a una nueva ruptura del Grupo Plurinacional sobrevuela las negociaciones. De un lado, está la traumática experiencia de la salida de los cinco diputados de Podemos el pasado mes de diciembre, lo que dejó a Sumar mermada de fuerzas al pasar de 33 diputados a 28. Posteriormente, el abandono de Lilith Verstrynge de la primera línea política permitió a Yolanda Díaz recuperar un escaño y quedarse en 29. Pero si los valencianos dan la espantada se verá reducida a 26 asientos en el Congreso, con un grupo parlamentario más debilitado y un liderazgo interno muy tocado.

Compromís ya se pasó al Grupo Mixto en 2016

Cabe recordar que para Compromís ésta no sería una experiencia ni mucho menos inédita. Los de Joan Baldoví rompieron con los morados en enero de 2016 tras presentarse en coalición en las elecciones generales de diciembre del año anterior. Recalaron en el Mixto, donde el hoy portavoz regionalista en el Parlamento valenciano acabó haciendo frente común con Íñigo Errejón, paradójicamente hoy portavoz del Grupo Parlamentario con el que podrían romper.

Ambos partidos siguen negociando -el coordinador ejecutivo de Sumar, Josep Vendrell, se está empleando a fondo en ello-. Por ello los regionalistas decidieron aplazar a mañana jueves la ejecutiva que iban a celebrar ayer para elevar su propuesta de nombres, que llevarán, sí o sí, a una reunión de su Consell este sábado haya o no acuerdo con los magentas.

Así lo explicó ayer en el Congreso, Águeda Micó. Remarcó que esta semana tomarán una decisión y, aunque su prioridad es un pacto con Sumar, no descartan concurrir por separado con la fórmula que elija la dirección de Compromís, informa Europa Press. "Para nosotros es esencial que haya representación valenciana en el Europarlamento y nuestro 'plan a' es ir con los compañeros y socios del grupo plurinacional. La negociación está en marcha y no está todavía cerrada y, en todo caso, nos vamos a presentar a las elecciones europeas con o sin ellos". En todo caso quiso salvar, al menos públicamente, la alianza parlamentaria en la Cámara Baja, a pesar de las voces internas que cuestionan la conveniencia de compartir Grupo Parlamentario.

Izquierda Unida también pide un puesto de salida y cerrar la negociación "cuanto antes"

Pero este no es el único quebradero de cabeza para la vicepresidenta segunda. Izquierda Unida tampoco está muy contenta con la negociación de una plancha electoral para la que hay muchos aspirantes y pocos puestos. IU ha elegido, mediante un procedimiento de primarias, a Manuel Pineda, actual eurodiputado, y están a la espera de ubicarle en un puesto seguro de la lista y no el quinto, tal y como les han propuesto.

Las negociaciones están en un "punto muerto", según admitió el pasado lunes el responsable federal de Organización de Izquierda Unida, Ismael González, quien apeló a cerrar "cuanto antes un proceso que está durando mucho". "La dirección de Sumar no consigue aunar las voluntades de la organizaciones para conformar una candidatura unitaria", denunció, proponiendo a continuación un sistema de primarias para conformar la lista, modelo rechazado por el resto de los partidos de la confluencia .