ERC quiere dejar claro que también ha pagado un precio por su implicación en el referéndum del 1-O y las protestas posteriores. Ante el protagonismo conseguido por Carles Puigdemont y su promesa de regreso a España para ser investido president, los republicanos han optado por poner en valor a sus propios fugados, con la secretaria general del partido, Marta Rovira, a la cabeza. Por eso la ciudad suiza de Ginebra es el emplazamiento escogido para el mitin central de campaña.

Será el sábado 28 de abril, y Pere Aragonès centrará el acto junto a Rovira y el diputado Ruben Wagensberg, investigado en la causa de Tsunami Democràtic, han explicado los republicanos este miércoles, en la presentación de su campaña. Hasta ocho de los investigados por la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo por esta causa han huido de España. Una fuga que han cuestionado desde Junts, donde defienden que la Ley de amnistía finalmente acordada con el PSOE protege a "todos los independentistas".

Desde Esquerra, por contra, expresan la máxima comprensión ante las dudas de los presuntos responsables de las protestas que bloquearon el Aeropuerto de El Prat y la conexión viaria con Francia por Girona.

Ausencia de Puigdemont

Pese a ese acto en Ginebra, los republicanos se distancian de Junts e insisten en sus críticas al planteamiento de Puigdemont, quien solo participará en actos y debates que se celebren en Francia. "Si estaba dispuesto a una investidura telemática", señalan recordando el polémico intento de enero de 2018, frenado por el Tribunal Constitucional entre acusaciones de traidor a la presidencia republicana del Parlament, que entonces ejercía Roger Torrent, "también puede hacer un debate telemático" apuntan.

En este contexto, ERC ha preparado una campaña al uso, con actos en toda la geografía catalana y propuestas, prometen, para contrastar la falta de programa que atribuyen a Junts. Para cubrirla, todos los consejeros del actual Govern, también los que no han entrado en las listas, harán campaña. También el presidente del partido, Oriol Junqueras, que contará con agenda propia.

Contarán además con el apoyo de EH Bildu y el BNG, partidos con los que comparten candidatura en las elecciones al Parlamento Europeo y que tradicionalmente tienen presencia en las campañas de los republicano.

1,7 millones de presupuesto

Los republicanos han avanzado además el presupuesto de campaña, 1,7 millones de euros de los que 620.000 corresponden al envio de papeletas por correo. Se trata de un presupuesto optimista, teniendo en cuenta que en 2021 los republicanos recibieron 1.364.000 euros en subvenciones electorals tras obtener 33 diputados en el Parlament. Y que las encuestas no auguran crecimiento en el resultado de ERC.

Pese a ello, los republicanos se muestran confiados en la ventaja que otorga el hecho de partir desde la presidencia de la Generalitat. Advierten que las encuestas muestran una cierta apatía de su electorado, pero no fuga de votos hacia sus principales rivales: Puigdemont y el socialista Salvador Illa. De hecho, descartan que se repita el trasvase de voto a los socialistas que se produjo en las elecciones generales de julio de 2023, con una campaña centrada en el miedo a un Gobierno de PP y Vox.

Junts escenifica el retorno

Junts, por su parte, ha presentado este miércoles los lemas y el cartel de campaña: Una imagen de Puigdemont en un coche con la que buscan evocar la imagen del retorno del president que se fugó en 2017 tras proclamar la independencia.

La idea de la "restitución de la presidencia de 2017" es el eje central de la campaña de Puigdemont, que se ha querido escenificar con una fotografía que "no es un retrato electoral al uso, es un momento capturado" para escenificar el retorno prometido por Puigdemont para el debate de investidura del próximo presidente catalán.