La coalición comenzará a tomar forma el lunes. Será entonces cuando las delegaciones de PNV y PSE se reúnan por primera vez en Sabin Etxea para negociar el que será el primer gobierno de Imanol Pradales. Los resultados del 21-A llevarán a la formación que lidera Eneko Andueza a reclamar mayor peso del PSE en el próximo Ejecutivo e incluso a hacerlo con carteras más relevantes. Los socialistas ya han dejado claro que ellos quieren asumir consejerías de peso y relevancia como Sanidad y Educación, “tenemos capacidad, solvencia y gente para asumir cualquier tipo de cartera”, aseguró ayer el líder del PSE.

Los dos partidos quieren que la constitución del próximo gobierno se haga cuanto antes. Para ello, el PNV ni siquiera se plantea iniciar una ronda de contactos con el conjunto de formaciones. Tanto los nacionalistas como los socialistas ya han manifestado de modo reiterado su preferencia por reeditar la actual fórmula de coalición del Gobierno Urkullu. En caso de que Pradales y Andueza cerraran un acuerdo, sería el sexto gobierno de coalición entre PNV y PSE en la historia democrática de Euskadi tras los dos Ejecutivos en coalición de Urkullu y los dos en los que gobernó el recientemente fallecido lehendakari Ardanza.

El PSE aportará doce escaños, dos más de los que ostentaba hasta ahora, y gracias a los cuales la coalición logrará compensar la pérdida de asientos del PNV, que ha pasado de 31 a 27, frente al incremento del PSE. La suma de diputados y diputadas de ambas formaciones suma una holgada mayoría absoluta en la Cámara vasca, 39 de los 75 asientos del Parlamento.

Doce años fuera de Sanidad y Educación

La primera fase del proceso de negociación que se pondrá en marcha este lunes se centrará en la redacción de un programa de Gobierno, fruto del cruce de los programas electorales con los que han concurrido socialistas y nacionalistas. Andueza ya ha dejado claro que reclamará al PNV una mayor presencia de políticas progresistas en los próximos años.

Precisamente la cartera de Salud es una de las que ha centrado el mayor número de críticas durante la campaña electoral. La gestión y situación de la sanidad pública vasca ha provocado un gran número de reproches que el propio PNV se ha comprometido a resolver y a tomar medidas para mejorar la situación actual de la sanidad. En campaña una de las medidas en las que más ha insistido el PSE ha sido promover la contratación de 2.000 profesionales sanitarios y rebajar las exigencias lingüísticas en el ámbito sanitario para evitar así que se conviertan en una barrera.

El PSE hace doce años que no asume la cartera de Sanidad, desde que la ocupara Rafael Bengoa en el Gobierno de Patxi López (2009-2012). Los mismos que han transcurrido desde que Isabel Celaá gestionará la cartera de Educación en el País Vasco. Antes de aquel Gobierno socialista, el PSE no había formado parte del Gobierno vasco durante los tres gobiernos de Juan José Ibarretxe entre 1999 y 2009.  Fue con José Antonio Ardanza cuando el PSE fue un socio continuado en los gobiernos, tanto en la III legislatura (1987-1991), como en la IV (1991-1995) y V legislatura (1995-1999) en la que EA también formó parte del Gobierno.  

Seis gobiernos de coalición

Más recientemente, Urkullu contó con los socialistas de dos modos distintos. Durante su primera legislatura lo hizo con un gobierno en minoría donde el PSE no tuvo cabida pero con el que sí se contó como socio externo tras firmar un “acuerdo de estabilidad”. Idoia Mendia, la entonces líder del PSE volvió a negociar con Urkullu durante su segunda legislatura en esta ocasión para formar parte del mismo ocupando tres carteras: Turismo, Comercio y Consumo; Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda y Trabajo y Justicia. En esta última legislatura se repitieron las tres carteras, si bien la correspondiente a Trabajo y Justicia pasó a constituirse como Trabajo y Empleo e Idoia Mendia formó parte del Ejecutivo y calidad de vicelehendakari.

En estos primeros días tras las elecciones autonómicas además de la composición del futuro Gobierno, tanto PNV como EH Bildu han recuperado una de las aspiraciones que las dos formaciones nacionalistas tenían abandonadas: la aprobación de un nuevo 'estatus' para el País Vasco. Andueza ya ha advertido que en esta cuestión en torno a la actualización del Estatuto no contribuirá a "aventuras" nacionalistas. Tanto Ortuzar como el líder del PSE se han comprometido a avanzar dentro del margen de la Constitución.