El PP refrenda las palabras de su líder, Alberto Núñez Feijóo, de este martes en un mitin en Cornellá (Barcelona), en el que solicitó el voto a los catalanes para evitar que "la inmigración ilegal" ejerza la ocupación. Concretamente, el presidente popular apuntó: "Yo le pido el voto a aquellos que están a favor de la inmigración legal, pero que no admiten que la inmigración ilegal ocupe nuestros domicilios". Preguntado por ello este miércoles, durante una rueda de prensa protagonizada por su segunda, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra ha validado el discurso del gallego. En una entrevista previa a la comparecencia, el portavoz nacional, Borja Sémper, además, argumentaba que los datos oficiales avalan esa posición.

Para Gamarra, "en Cataluña hay un problema de inseguridad evidente, real". No es algo "que nadie se haya inventado, ahí están los datos", aseguraba al rebufo de Sémper. "Y hay un problema de ocupación de viviendas" respecto al que "no vamos a mirar a otro lado". "Somos un partido que va a luchar" contra ello y contra "la reincidencia, desde el ámbito legislativo". Para la 'dos' nacional del PP, "Feijóo no mira a otro lado" y reivindica "los instrumentos" al alcance de la Administración para evitarlo; para impedir que "los ocupas campen a sus anchas y el propietario tenga que pedir permiso" para expulsarlos.

"Los catalanes quieren" que se aborde esta cuestión, ha sostenido. Al contrario, ha retratado, como hace Vox, que "lo que nos encontramos es que los partidos del Gobierno o sus socios [independentistas y el PSC] no están dispuestos a luchar contra la ocupación ni la reincidencia, que en muchos casos se producen por personas que están en situación irregular en el país". En declaraciones durante la campaña, incluido en una entrevista para El Independiente del candidato ultraconservador, Ignacio Garriga, él mismo ha indicado que no están en contra de la inmigración regular, sino de la irregular. No se entra desde el PP, con todo, a extender la vinculación a otros ámbitos como la mujer o la pérdida de identidad cultural, como Vox sí hace con las agresiones sexuales o la llegada de ciudadanos de origen magrebí.

Gamarra ha incidido en ese aspecto, el de la inmigración legal. Y en ningún momento ha mencionado, en la rueda de prensa, a Vox con sus siglas. "Somos muy claros. Este es un país receptor de personas que vienen a labrarse un futuro y a aportar. Tenemos un firme planteamiento de lo que debe ser la inmigración legal, pero también sobre la ilegal. Hay que ser firme con las propuestas lógicas" o contra las mafias, ha alentado. Propuestas que para Bambú, por ejemplo, son "de sentido común". "Queremos inmigración legal para nuestro país", ha sentenciado el asunto.

Niegan que miren a Vox en la campaña del 12-M

Gamarra ha explicado que el uso de este lenguaje, algo que desde el propio PP catalán ya apuntaban a que sería esencial en la previa a la campaña porque saben de la necesidad de atacar por el flanco izquierdo a Vox, "no tiene que ver con otras fuerzas". Que la campaña del PP "va más allá" de la competencia con otras formaciones, sino que "tiene que ver con los catalanes". Queremos ser "referente de todos aquellos catalanes que no quieren ser de segunda, que no se resignan y que quieren que Cataluña vuelva a ser pujante". La secretaria general ha definido al PP como "la casa común de constitucionalismo" y, con un mensaje a los socialistas desencantados, ha añadido que también para "los que se han quedado huérfanos".

Otro de los aspectos destacables que coinciden con la narrativa de Vox, aunque pueden ser aplicados a otras formaciones, es la apuesta por luchar contra el deterioro del sistema sanitario y educativo, así como de la economía. Queremos que "crezca", ha dicho Gamarra. "Queremos ser la fuerza decisiva que acabe con el procés. Y no pueden ser ni los partidos independentistas, ni [Salvador] Illa ni el PSC, quien lo ha resucitado".

Demandan regeneración real a Sánchez

La comparecencia de Gamarra, además, ha girado en torno al rechazo de los "episodios de corrupción del Gobierno y en el nepotismo en nombramientos sin rubor". Concretamente, la ‘dos’ del PP se ha referido a la apertura de una investigación por parte de la UCO de la causa de Begoña Gómez tras la denuncia de Manos Limpias "y el entorno más cercano del presidente". También a la anulación por parte del Tribunal Supremo del nombramiento de Dolores Delgado como fiscal de Memoria Democrática y a la investigación del Tribunal de Justicia de Madrid contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz por "la filtración de datos personales" de la pareja de Ayuso, Alberto González Amador. Y, por último, al nombramiento de Carlos Ocaña como consejero de Telefónica.

Gamarra ha pedido a Sánchez que, si quiere "regeneración democrática" de verdad, como él mismo abogó tras su periodo de reflexión, que empiece pidiendo la dimisión de García Ortiz. Quien "en seis meses acumula y colecciona sentencias y resoluciones judiciales" y "nunca debió de ser nombrado". Sino "será mentira, un gran bulo" esa demanda del presidente. Para la 'dos' del PP, tampoco es regeneración el nombramiento de Ocaña, "amigo personal" de Sánchez. "Esto no es limpieza ni juego limpio", ha dicho, alegando, además, que conlleva incumplir la condición de consejos paritarios derivado de la ley del propio PSOE.

Por último, Gamarra también ha recordado que han pedido al Tribunal de Cuentas que fiscalice la labor del CIS en los últimos seis años, desde que José Félix Tezanos asumió su dirección. "Se han duplicado de ocho a quince millones de euros en 2023 el presupuesto" y se escala el gasto. "No es admisible la ausencia de justificación o el incremento de contrataciones", ha considerado, indicando que el CIS está solo a disposición del PSOE. Hilando con esa intención de regenerar, también le solicitan a Sánchez que destituya a Tezanos.