El Tribunal Supremo ha anulado este martes por segunda vez una designación del fiscal general del Estado a Dolores Delgado. La Sala de lo Penal ha revocado en este caso el nombramiento de Delgado como fiscal de Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática, después de que ya el pasado mes de noviembre anulara también su ascenso a fiscal de Sala de lo Militar.

La Sección Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo ha estimado por mayoría los recursos de la Asociación de Fiscales (AF), la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) y el fiscal antidroga Luis Ibáñez-- que se había presentado al cargo-- que habían impugnado la situación de Delgado, según fuentes del alto tribunal que han avanzado el fallo. El motivo de fondo era una posible incomptaibilidad del cargo con su relación con el exjuez Baltasar Garzón.

La Sala quiere aclarar si el hecho de que no se hubiera debatido en el Consejo Fiscal que decidió su designación la posible colisión de intereses de su papel en la Fiscalía con el trabajo de su marido--que dirige un despacho especializado en derechos humanos-- hacía nula su designación.

El nombramiento impugnado se decidió el 8 de junio de 2023 en un tenso Pleno del Consejo Fiscal que tuvo lugar tras la polémica generada por la decisión del fiscal general de adelantar la reunión, prevista inicialmente para el 19 de junio, para garantizar que los nombramientos se materializasen pese al adelanto electoral al 23 de julio.

Los vocales de la AF y de la APIF insistieron en debatir la incompatibilidad de Delgado con el puesto por su relación con Garzón, pero el fiscal general del Estado lo rechazó de plano.Las fuentes fiscales consultadas señalan que ahora tendrá que regresar a su puesto en la Audiencia Nacional, si bien todavía deben analizar a fondo la sentencia que se conocerá en los próximos días.

La anterior nulidad

La Sala de lo Contencioso-Administrativo estimó parcialmente el pasado mes de noviembre el recurso del fuera teniente fiscal del Tribunal de Cuentas Luis Rueda. Delgado renunció a la jefatura de la Fiscalía antes de verano de 2022 e hizo amago de regresar como fiscal a la Audiencia Nacional, pero nunca se llegó a incorporar porque su sucesor, el actual fiscal general, Álvaro García Ortiz, la eligió fiscal Togada del Tribunal Supremo poco después, es decir, la elevó de categoría. 

El que fuera teniente del Tribunal de Cuentas Rueda aspiraba a ocupar el puesto impugnó esta decisión al considerar que no se habían tenido en cuenta motivos de mérito y capacidad para el ascenso de Delgado frente al suyo, sino que habían sido otros motivos. El Supremo consideró que, efectivamente, se había producido una "desviación de poder" en esta elección porque el hecho de que Delgado fuera exfiscal general del Estado no "puede comportar automáticamente un mérito a efectos de la pogresión profesional, máxime cuando se trata de una estructura pública inspirada en la profesionalidad técnico-jurídica y la neutralidad política".

"La finalidad declarada del fiscal general del Estado fue reparar lo que él reputaba una laguna en la ley: que quien sin tener la más alta categoría en la Carrera Fiscal es nombrado fiscal general del Estado no sea automáticamente promovido, al cesar en el cargo, a la categoría de fiscal de Sala", dijo la sentencia.

Entonces, se ordenaba retrotraer las actuaciones hasta ese momento, es decir, volver a poner a cero el proceso de selección. Pero para entonces, Delgado ya estaba en su siguiente destino: en la Fiscalía de Memoria Democrática que ha ocupado hasta hoy. Por eso, de facto, no ha perdido su grado de fiscal de la máxima categoría y ha podido participar en los últimos cónclaves fiscales.

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