La candidatura de Jordi Cañas a las próximas elecciones europeas del 9 de junio peligra tras el batacazo y la extinción de la marca liberal en su lugar de nacimiento, en Cataluña. Los sondeos han acertado con la atribución de Ciudadanos, que no ha superado el 0,71% de los votos y ha perdido sus seis escaños logrados en la anterior convocatoria de 2021. Ante ello, el partido entra en un periodo de reflexión en el que se decidirá si se concurre o no en el último proceso de este ciclo de comicios de 2024.

Así lo han determinado fuentes nacionales del partido durante la campaña electoral de Cataluña. Que, pese a tener medios económicos para afrontar también esa campaña electoral, considera que debe determinar si las siglas pueden seguir aportando y teniendo posibilidades de arañar un europarlamentario. Hasta el momento, ninguna encuesta ha dado representación a los naranjas en Cataluña, que han sido devorados en su totalidad por el PP. Aunque no se descartan trasvases hacia Vox y el PSC de Salvador Illa.

Respecto al panorama europeo, los escasos sondeos que se han ido publicando en paralelo a la campaña catalana, dan a Ciudadanos entre 0 y 1 cargo. La intención de valorar esa participación o no, explican esas fuentes, reside en el deseo de seguir preservando la marca para que de cara al futuro, en un momento más favorable para el liberalismo y el centro en España, un oxímoron con la realidad política histórica del país, siga firme para poder intentar volver al juego electoral. Y eso, especialmente, tiene una lectura económica: si se preserva el dinero de la campaña, podrá utilizarse en el futuro para otra. Unas generales, por ejemplo.

CS deberá determinar si siguen teniendo capacidad de conseguir un europarlamentario en las elecciones de junio o si guardan los fondos del partido para otro momento

El golpe que conduce a la reflexión es contundente. Cataluña es el epicentro del proyecto naranja, primero con Albert Rivera, y después con Inés Arrimadas. Allí logró el mejor resultado de su historia, siendo el partido más votado en las autonómicas de 2017 con una candidatura constitucionalista y en contra del independentismo. Con 37 escaños (25,37%). Fue fundado por Rivera junto a intelectuales y empresarios como Albert Boadella, Francesc de Carreras o Xavier Pericay. En un contexto marcado por la crisis económica y la polarización en Cataluña.

Desde allí dio el salto nacional abogando por un discurso de regeneración frente a la cúpula de Mariano Rajoy, y poniendo después contra las cuerdas a mediados de 2019 al PP de Pablo Casado. A quien casi dio el sorpasso. La necesidad de definición frente a una postura de bisagra, abiertos a un posible pacto con Pedro Sánchez, le hicieron entrar en una etapa de declive nacional, que se vio azuzado por el respaldo al PSOE en pandemia o el intento de moción de censura en Murcia y otros feudos populares donde compartían ejecutivos.

Cataluña ha sido el bastión de salida y a la vez de resistencia final del partido frente al declive generalizado en mayo de 2023, donde solo Francisco Igea aguantó como procurador en Castilla y León. Ahora, el castellano y leonés está en Izquierda Española, después de su expulsión interna. Frente a la presión del PP y el temor a quedar fuera, hubo un amago entre marzo y abril de ir en coalición con Génova a esta convocatoria, lo que garantizaría a Ciudadanos contar con algún representante. El pago a cambio que exigía el PP era diluir la marca, y aunque el entonces secretario general, Adrián Vázquez, ahora integrado entre los populares, lo asumía, la cúpula catalana se negó. A partir de este lunes se valorará la decisión, por tanto, de quemar la última bala o resignarse a apartarse

Carrizosa defiende que lo volverán a intentar

Carrizosa, pese a todo, ha emitido un mensaje esperanzador: pese a que estos comicios "cierran un ciclo" en Ciudadanos, "las elecciones europeas" serán "una vuelta a empezar". "Allí creo que Ciudadanos volverá a empezar", afirmaba con rotundidad. No dejaba dudas de la candidatura, con todo. Es más, aseguraba que la marca volverá a concurrir en Cataluña. Sobre todo si se produce una situación de bloqueo en las próximas semanas. Algo que, por la suma de Salvador Illa (PSC) con ERC y los comunes no parece que vaya a suceder.

Carrizosa ha lanzado un órdago velado a Vázquez, anterior secretario general estatal que partió al PP en abril, dejando el partido y adhiriéndose a las listas populares para las europeas. "Estos somos nosotros. En los buenos y en los malos momentos; dignos y honrados". "Somos gente responsable que quiere lo mejor para sus ciudadanos". "Quiero agradecer a los 20.000 votantes [han sido algo más de 22.410, un 0,71% de voto frente a los 136.194 de esta legislatura] que nos han apoyado pese a las encuestas, que han ido a las urnas a votar naranja, porque son votantes libres", ha añadido, agradeciendo el respaldo y la constancia a la militancia, "leales y entregados".

Para Carrizosa estas elecciones "con poca participación" dejan un panorama "muy difícil de gestionar". Desde la sede de Ciudadanos en Barcelona ha criticado una "amnistía nefasta" que ha dado alas a Carles Puigdemont y le ha situado "por encima de lo deseado". No cree el presidente de los naranjas catalanes que con ella se vaya a pasar página. Es más, cree que a partir de mañana Cataluña volverá a contar "con los mismos enredos". Llegará el momento en el que nuestro mensaje vuelva a calar. Ciudadanos siempre ha estado y estará con el mismo mensaje, no hemos cambiado el diagnóstico", ha asegurado. Para Carrizosa estas elecciones "con poca participación" dejan un panorama "muy difícil de gestionar".