El abogado norteamericano Robert Amsterdam, que esta semana ha presentado en Madrid un informe en el que su despacho, Amsterdam & Partners LLP, denuncia abusos sistemáticos contra los contribuyentes extranjeros a través de la conocida como Ley Beckham, ha anunciado una ofensiva legal e institucional contra el funcionamiento de la Agencia Tributaria española. El documento, elaborado junto a Christopher John Wales, asesor fiscal en los gobiernos laboristas de Tony Blair y Gordon Brown en el Reino Unido, critica duramente al fisco y cuestiona los métodos de recaudación aplicados a extranjeros residentes en España que se acogen a esta norma, bautizada así por el exfutbolista inglés del Real Madrid David Beckham.
Esta ley (Régimen Especial de Impatriados, regulado en el artículo 93 de la Ley del IRPF) permite a los contribuyentes foráneos tributar durante un máximo de seis años al 24% fijo en el impuesto sobre la renta, con independencia de sus ingresos. Fue implementada en 2003 con el objetivo de atraer talento. Sin embargo, Amsterdam sostiene que Hacienda espera a que acumulen cierto patrimonio para iniciar inspecciones arbitraria y que existe, a su juicio, un clima de intimidación hacia todos los ciudadanos.
El abogado asegura haber recibido testimonios de afectados, tanto de alto perfil económico como con rentas modestas. Afirma que sus intenciones no responden a intereses partidistas, sino a la defensa de los derechos de los contribuyentes y, en última instancia, de la democracia en España. Durante su estancia en Madrid ha atendido a El Independiente, donde ha reiterado que el modelo fiscal español, más allá de la Ley Beckham, vulnera los principios democráticos de la Unión Europea y ha anunciado que llevará su denuncia ante todos los tribunales que tenga a su alcance.
¿Cuál fue el primer caso que vio a partir del cual comenzó a investigar y que le llevó, finalmente, a escribir este informe?
Varios amigos me insistieron en que lo hiciera y al principio me negué, porque no me dedico al derecho fiscal. Pero me dijeron que no necesitaban un abogado fiscal, sino a alguien que se enfrente a los gobiernos. Este comportamiento por parte de Hacienda no lo habíamos visto antes, y despertó mi interés. Llevo toda mi vida enfrentándome a gobiernos, tanto en el ámbito de los negocios como en la esfera política. De hecho, actualmente tengo prohibida la entrada en ocho países por trabajar con sus opositores. Quiero dejar claro que en España no estamos colaborando con ningún partido político, sino trabajando en beneficio de todos los contribuyentes. Hasta ahora nos hemos centrado en la Ley Beckham, pero vamos a ampliar nuestro alcance. Nos han contactado personas con pocos recursos que están siendo humilladas y afectadas psicológicamente por Hacienda.
Esta institución representa una amenaza para la democracia en España. El miedo hacia ella es desproporcionado. Lo vi al visitar despachos de abogados que se negaron a ayudarme por temor a ser auditados. Hacienda intimida. Hemos sido contactados por varios grupos que denuncian auditorías con motivaciones políticas. Este primer informe es sólo el comienzo. Vamos a seguir investigando mientras sea necesario, no para quitarle dinero a España, sino para cambiar el sistema. Ayudamos a nuestros clientes y al pueblo español. Es lo que me motiva cada día. Si no estamos comprometidos con un trabajo con sentido, la vida carece de aliciente.
¿Qué ha ocurrido desde la publicación del informe? ¿Qué tipo de reacciones ha recibido?
En las últimas 24 horas he recibido información desgarradora. Justo antes de nuestra rueda de prensa, Hacienda publicó cifras sin fundamento. Viven en una realidad paralela, lanzan números al aire y esperan que la gente los crea. Son ridículos. Hemos enviado una carta solicitando información básica que cualquier agencia tributaria debería tener. Queremos saber cuánto se paga en bonos a los inspectores. El Gobierno ha gastado más de 1.200 millones de euros en estos incentivos, que premian la recaudación agresiva. La idea de que hay un fraude fiscal masivo es absurda: el fraude está en Hacienda. La Agencia Tributaria funciona como una tienda de descuentos americana, con objetivos mensuales. No les importa el futuro de España: están atacando a los mejores y más brillantes, justo cuando más los necesita. Les permiten venir, prosperar, y luego los auditan cinco años después. Es escandaloso. Han amenazado con demandarme. Que lo hagan. En un juicio podría hacer preguntas, y ellos tendrían que responder. Actúan en la sombra, incentivando investigaciones fuera de la ley, amenazando con procesos penales. Eso está fuera del marco legal y de la Constitución. Voy a acudir a la Comisión Internacional de Juristas para que pregunten a las fiscalías españolas por qué colaboran con Hacienda en estos términos.
No es sólo con el Gobierno de Sánchez. Con el PP, Hacienda también fue vergonzosa
Se abusa del poder penal. Usan la figura de la simulación. Personas sofisticadas llegan a España con estructuras legales, y Hacienda las ataca como si fueran ilegales. No es simulación: es Hacienda actuando de mala fe, arruinando vidas. España necesita emprendedores, no turistas. ¿Qué más ofrece el país, si destruye su clase creativa? Y no es sólo bajo el Gobierno de Pedro Sánchez. Con el PP, Hacienda también fue vergonzosa. Todos los gobiernos han operado igual. Ayer mismo me reuní con grupos de derechos humanos que nunca habían reflexionado sobre Hacienda en estos términos. ¡Despierten! Esto es una democracia: las instituciones públicas no pueden actuar así.
¿Ha visto un sistema como este, por decirlo de alguna manera, en el primer mundo?
Déjame ser claro: en el tercer mundo tratan mejor a los contribuyentes. Sí, allí se persigue a oponentes políticos, pero desde el punto de vista fiscal, como dice Christopher Wales, España trata peor a sus ciudadanos que Uganda, y yo le creo. El miedo que se respira en España hacia Hacienda no lo he visto en ninguna parte. Me arrestaron en Rusia por el caso Yukos, que esencialmente era un caso fiscal. Incluso allí, había abogados valientes dispuestos a hablar. Pero el miedo que veo hoy en España supera todo lo que he visto en cualquier país, sea del tercer, cuarto o quinto mundo. Hacienda necesita una limpieza profunda. Me recuerda a la España franquista. Presumen en los periódicos de que negocian el 70% de los casos. Pero eso no es negociación: es una extorsión. Es como si alguien te apunta con una pistola y dice: “negociemos”. Claro que llegarás a un acuerdo. Tienen un poder desmesurado, con tribunales administrativos que ni siquiera reconoce la Unión Europea, y que permiten a Hacienda quedarse con el dinero de los contribuyentes mediante estimaciones sesgadas. ¿Dónde estamos? Y todos miran hacia otro lado. Nadie habla porque teme ser auditado. Es omertá.
¿Cree que esto ha sido una estrategia deliberada del Estado o una mala evolución del sistema?
Creo que, a medida que el déficit se agravaba, aumentó la presión sobre Hacienda. La agresividad ha sido alimentada por los bonos, que creemos que son mucho mayores que en otros países. Sospechamos que ni siquiera parte del Gobierno conoce el alcance de esos incentivos. Son obscenos. Estaría encantado de dialogar si Hacienda quiere hablar con transparencia. También queremos saber cómo forman a sus inspectores, porque una liquidación equivale a una sentencia de muerte: te quitan el dinero de inmediato. Hay que entender qué motiva esa conducta. Y como dice Wales: ¿cómo te sentirías si a los policías les pagaran 100 euros por cada arresto? ¿Por qué hay tan pocos emprendedores en España? ¿Por qué el país se ensaña con figuras como Messi o Shakira? Deberían ser motivo de orgullo para el mundo hispano, no objetivos de escarnio público. Si hay un problema fiscal, que se trate en privado, como en cualquier país normal. En España se revive la Inquisición. Te hacen vestir de negro y te señalan con el importe que debes.
En España estamos muy acostumbrados a ver personajes públicos en televisión por motivos fiscales
Uno pensaría que España celebraría el éxito empresarial, pero no: celebra el éxito de Hacienda derribando a los grandes nombres. Es un proceso mental para condicionar a la población al miedo. Denuncio ese miedo. Debemos volver al Estado de Derecho, a un sistema donde el contribuyente sea tratado como ciudadano, no como súbdito. Por eso están tan molestos y filtrando información contra mí.
Hacienda dijo ayer que sólo ha investigado al 0,5% de quienes se benefician de la Ley Beckham
Ese número no significa nada. Quiero saber cuánto se paga a los inspectores. Si ese dato fuera cierto, entonces todo el país me ha contactado. Cuando hablo con abogados, todos tienen casos con la Ley Beckham.
¿Has intentado establecer un diálogo con Hacienda antes de iniciar este proceso?
Sí. Esta rueda de prensa es la consecuencia de que Hacienda no haya respondido. No quieren revelar los bonos ni justificar por qué se destinan 1.200 millones de euros a incentivos. ¿Por qué hay que pagar a la gente para que haga su trabajo? ¿Recibo yo un bono por ser mejor abogado? Están mal diseñados: incentivan la elusión del beneficio de la duda al contribuyente, lo cual va contra la ley. En caso de ambigüedad, la ley debe favorecer al ciudadano. En los últimos meses he hablado con muchas personas públicas que no pueden permitirse litigar. Han sido presionadas para llegar a acuerdos, para evitar la humillación. Eso no es justicia. Estamos enseñando a una generación a temer la ley, a pensar que los derechos humanos se suspenden cuando hablamos de impuestos. ¿Estamos o no en la Unión Europea?
En la rueda de prensa mencionaste el caso de la pareja de la presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso
Sí, lo mencioné porque está en la prensa. Pero no estoy aquí para hablar de personas. Estoy aquí para denunciar una estructura. Ni siquiera me refiero directamente a los trabajadores de la Agencia Tributaria, sino al propio sistema de Hacienda.
Hacienda es una amenaza para la democracia en Europa
¿A qué tribunales tienes pensado acudir?
A todos. Nombra uno y probablemente iremos, pero a nuestro ritmo y con los casos adecuados. No vamos a identificar a nuestros clientes públicamente. Estamos contratando abogados españoles, tenemos un equipo de entre 20 y 25 abogados en toda Europa. Estamos creando una organización transnacional de derechos humanos para defender a España. Hacienda es una amenaza para la democracia en Europa. Si se permite que su comportamiento se extienda, se debilita el tejido mismo de Europa. Creo profundamente en el Estado de Derecho. He litigado contra figuras muy poderosas. Es una vergüenza que tenga que venir aquí a decir esto. España es un país maravilloso.
¿Tiene evidencia de empresas que han decidido no venir a España por estos problemas?
Sí, pero soy prudente y no voy a dar nombres. En el informe incluimos tres casos anónimos.
¿Qué mecanismo de protección propondrías a alguien que está en una situación como la que denuncias?
No aceptes llegar a un acuerdo. Lucha en los tribunales. Las posibilidades de éxito son altas. Si puedes permitirte litigar, hazlo. No voy a dar asesoramiento específico, cada caso es distinto. Reconozco dos cosas: uno, España es un país soberano y puede fijar su escala fiscal; y dos, claro que hay fraude fiscal en el mundo. Pero Hacienda exagera el problema de forma salvaje. Su modelo de gestión está mal diseñado. Cualquier partido que convierta el miedo a Hacienda en una bandera política logrará mayoría en las próximas elecciones. Nunca he visto un tema dominar tanto como el miedo a Hacienda en España. Es un asunto que une al país.
También mencionas que los tribunales españoles están sobrecargados y que es difícil acceder a ellos. ¿Esto es habitual en tu experiencia?
Como abogado, tengo cuidado con esto. No voy a criticar a los jueces españoles. Pero necesitan más recursos. No es normal que se tarde entre cinco y ocho años en resolver un caso fiscal. El Gobierno debería suprimir los tribunales administrativos fiscales: son un mecanismo injusto que obliga a la gente a perder el tiempo, cuando el Estado ya tiene su dinero. Necesitamos juzgados verdaderamente independientes.
Mencionaste antes que tu problema en Rusia también fue por impuestos
Sí, fue el caso Yukos. Todo se basó en reclamaciones fiscales falsas. El Estado ruso fue contra la mayor empresa petrolera del país y Putin la destruyó, entregándosela al sector público. Muchos de los que ahora critican a Putin hicieron dinero con esa operación. Yo fui arrestado en 2005. Era un caso mayor, sí, pero demuestra lo peligroso que es usar los impuestos como arma política. Es una señal de alarma para cualquier democracia.
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