En el PSOE cunde el desconcierto. Nadie se atreve a señalar, en público o en privado, un responsable clarísimo de la filtración de los mensajes privados que se intercambiaron entre 2020 y 2023 el presidente del Gobierno y quien fue su mano derecha en el partido y en el Ejecutivo, José Luis Ábalos, hoy imputado por el caso Koldo en el Tribunal Supremo. Y conocer el origen es relevante para los socialistas, puesto que el sentido de la información es muy distinto. Si el exministro hubiera decidido tirar de la manta, supondría que está lanzando un aviso (inquietante) al propio Pedro Sánchez. Pero en la cúpula del PSOE y en la Moncloa aseguran que no saben nada a ciencia cierta, que cualquier hipótesis es posible, que no hay pruebas de que Ábalos sea el inductor o que pueda proceder de la Guardia Civil, cuya Unidad Central Operativa (UCO) actúa como policía judicial de la causa. "Todo puede ser", convienen distintos dirigentes, también cruzando los dedos para que esos wasaps no tengan como fuente al exresponsable de Organización, porque creen que no tendría sentido ninguno que buscara chantajear a Sánchez cuando no puede ejercer presión sobre los jueces.
Lo que sí exigen el PSOE y la Moncloa es que se investigue, porque entiende que es "gravísimo que se den a conocer conversaciones privadas" del presidente que "no forman parte de ningún sumario" y que, por tanto, no están judicializadas. No será Ferraz ni será Sánchez quienes, por ahora, lleven a los tribunales la difusión de los chats: pretenden que lo hagan, de oficio, la propia Justicia o la Guardia Civil, ya que cuentan con "mecanismos internos" para garantizar la "intimidad" del jefe del Ejecutivo.
Llamad al petardo ese", dice de Lambán, "deben ser conscientes de que son una minoría y de que son unos hipócritas", "Susana sí que está jodida", asegura sobre la expresidenta de la Junta
El Mundo lleva publicando desde el domingo, en varias entregas, wasaps que se cruzaron Sánchez y Ábalos a lo largo de varios años, antes y después de que este fuera cesado como ministro de Transportes y apartado como secretario de Organización del PSOE, en julio de 2021. En esos mensajes, el presidente alude a algunos de sus barones críticos —al todavía presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y al exlíder aragonés, Javier Lambán— y se refiere al choque puntual con el extremeño Guillermo Fernández Vara a cuenta de la negociación con Bildu de los Presupuestos del Estado de 2021.
A lo largo de 2020, Sánchez pide a su mano derecha que los controle, que los siga "marcando", que intente que aprieten filas con Ferraz. "Llamad al petardo ese", dice de Lambán; "lamentable", "llámalo y dile que es impresentable", le comenta sobre Vara; "deben ser conscientes de que son una minoría y de que son unos hipócritas: hacen lo que quieren y exigen lo que les viene en gana", le escribe también. "Que Page deje de tocar los cojones". "Susana sí que está jodida", asegura sobre Susana Díaz, expresidenta de la Junta, meses antes de las primarias que la enfrentarían a Juan Espadas y que la sacarían del liderazgo del PSOE andaluz. Una mala relación, la de Sánchez con algunos de sus líderes territoriales, que ya se conocía porque los choques han sido públicos pero que ahora queda negro sobre blanco, firmadas con la tinta digital de los wasaps al exministro de Transportes.
Los mensajes también confirman que el presidente y su ex número tres cortaron amarras en julio de 2021, pero que fueron recuperando progresivamente cierta relación. En noviembre de ese año, cuando el digital The Objective dio cuenta de detalles de su vida disoluta, Sánchez se solidarizó con él por los "infundios" que se habían publicado sobre él. Y el 30 de julio de 2023, justo tras las elecciones generales que le permitieron seguir gobernando (y en cuyas listas incluyó como candidato por Valencia), le confesó a Ábalos que echaba "mucho de menos trabajar" con él, que valoraba su "criterio político" y su "amistad". Lo cierto es que jamás el líder socialista llegó a aclarar qué le llevó a prescindir de manera radical de quien fuera su escudero. Ese episodio siempre ha quedado envuelto en un incomprensible misterio.
Los mensajes también ratifican que retomó progresivamente el contacto con Ábalos tiempo después de apartarle del poder: en 2023 le confesó que echaba de menos "trabajar" con él
El caso Koldo estalló en febrero de 2024. La detención del asesor principal del exministro condujo a una respuesta fulminante de Ferraz: le exigió que abandonase su escaño. Él se negó y se marchó al Grupo Mixto para no perder su aforamiento, y el PSOE le suspendió cautelarmente de militancia el 27 de febrero, un expediente que sigue abierto porque no se ha ejecutado su expulsión definitiva del partido. En noviembre de 2024, el Supremo abrió formalmente la investigación contra Ábalos. De momento, no hay constancia de mensajes del presidente con él desde que saltó a la luz la causa, hace 15 meses. Este martes, el diario de Unidad Editorial publica nueva tanda de wasaps, que relatan tanto las tensiones con Podemos y su entonces líder, Pablo Iglesias, como los comentarios sobre la ministra de Defensa, Margarita Robles, por cómo saca la cara por el Ejército ("Yo creo que se acuesta con el uniforme [...]. Es una pájara", dice con tono de broma).
Mensaje a su dirección este domingo
Sánchez, el domingo, envió a los miembros de la ejecutiva federal del PSOE, como avanzó El País y confirmaron distintos integrantes de la dirección a este diario, un mensaje en el que expresaba su "gran preocupación" por el "atropello" que suponía, a su juicio, la revelación de sus wasaps privados a quien fue su hombre de confianza durante años. Los suyos cerraron automáticamente filas con él. Este lunes, se reunió físicamente con su dirección en Ferraz y, durante la cita, no se habló "ni un segundo" del tema, tal y como trasladó ante los medios la portavoz, Esther Peña, pero realmente no hacía falta, porque todos ya tenían la opinión del jefe y cómo responder a ese "atropello".
Queremos que se investigue, no queremos señalar. No disparamos contra nadie. Queremos que nos cuenten qué ha pasado", apuntan desde Ferraz
Así, Peña miró hacia la derecha y la ultraderecha por dar "pábulo" a esas comunicaciones. Y es que el PP interpretó que los chats probaban que Sánchez encubrió a su ex número tres: "Está muy claro que lo sabía todo y lo tapó. La estrecha amistad entre ellos demuestra que toda la trama de corrupción Sánchez no era ajena a la misma", sentenció la secretaria general de los conservadores, Cuca Gamarra. "Si el camino de la derecha para sacar a los socialistas del Gobierno pasa ahora por la filtración de mensajes personales, podemos decirles con tranquilidad que pierdan toda esperanza", aseguró la portavoz socialista en rueda de prensa.
Peña evitó señalar a Ábalos, y en privado también la dirección rehuía hacerlo. "Queremos que se investigue, no queremos señalar. No disparamos contra nadie. Queremos que nos cuenten qué ha pasado", apuntan desde el cuartel general del partido, donde creen que es plausible que los mensajes procedan del exministro, pero también de su exasesor, Koldo García, o incluso de la propia UCO. De manera oficial, a lo que se agarra la cúpula es a la literalidad de lo publicado por El Mundo, que esas comunicaciones las custodiaba García en dos memorias externas que "obran en estos momentos en poder de la UCO".
Tanto en Ferraz como en la Moncloa son conscientes de que el runrún que corre en el ambiente político madrileño es que Ábalos pudo facilitar la difusión de esos mensajes. Pero advierten de que ellos no tienen pruebas de eso. Más aún, que no les encaja: "La realidad es que no sabemos quién ha sido ni tenemos indicios, y lo que pedimos es que se investigue, ya que consideramos de máxima gravedad que se publiquen conversaciones privadas que no forman parte de un sumario. Es un delito muy grave y no podemos normalizar la violación de la intimidad". En el Ejecutivo creen que no cabe la comparación con la divulgación de otras charlas privadas en el pasado, como el "amiguito del alma" o "le quiero un huevo" que el expresidente valenciano Francisco Camps le dedicó a Álvaro Pérez, El Bigotes, cabecilla de la trama Gürtel en Valencia, porque aquella conversación sí formaba parte de una investigación judicial y fue grabada por la Policía. "¿Cómo va a ser normal lo que ha ocurrido?", claman. También subrayan que ni se aproximan estos wasaps con el SMS que Mariano Rajoy mandó a su extesorero Luis Bárcenas cuando ya se conocía que mantenía cuentas millonarias en Suiza, aquel "Luis, sé fuerte" y aquel "hacemos lo que podemos" en 2013. "No hay comparación posible", indican en Ferraz.
Con la de casos que hay en contra nuestra, no hace falta ser un genio para saber que no controlamos la UCO o la Justicia. Él se ha defendido, se ha revuelto, pero no ha atacado al Gobierno hasta ahora", razonan desde la Moncloa
En el equipo de Sánchez, en el Gobierno y en el partido, quieren creer que Ábalos no tiene nada que ver porque "sabe" que no puede presionar al presidente para que a su vez maniobre con los jueces. "Él sabe que no vamos a cruzar esa línea, que Sánchez es muy recto, él lo conoce mejor que nadie. Pero con la de casos que hay en contra nuestra, no hace falta ser un genio para saber que no controlamos la UCO o la Justicia. ¿Alguien cree que si pudiéramos hacer algo estarían como están el hermano del presidente [David Sánchez] o Begoña Gómez [su mujer]? No es tan obvio que Ábalos está detrás, como se cree dentro de la M-30. Además, él pidió hace tiempo que le devolvieran sus discos duros. No tiene por qué tener una copia de ellos. Es que además no nos da ese feeling. Él se ha defendido, se ha revuelto, pero no ha atacado al Gobierno hasta ahora. Desde dentro del Gobierno, lo que se piensa es más bien lo contrario, que no ha podido ser él", apuntan fuentes de la Moncloa.
Page: "Es legítimo pensar que fuera Ábalos"
Tampoco casa la hipótesis de que el exministro pudiera haber decidido tirar de la manta para arrastrar a todo el Ejecutivo en su caída, al margen de que no puedan hacer nada por él. "Nos cuesta verlo. Lo que se ha publicado no es nada", arguyen. Lo había dicho Peña: las conversaciones no contienen "nada relevante". "Mi grupo [de WhatsApp] de primos es más interesante y animado. Por tanto, no tiene mucho más recorrido", zanjó.
La dirección socialista minimiza los mensajes (no son "relevantes") y cree que no está queriendo lanzar "avisos" porque además el partido, que no le ha expulsado todavía, "no se ha enseñado con él"
En Ferraz insisten en que no tienen "indicios" de que Ábalos quiera lanzar "avisos" a través de estos wasaps. Defienden que, aunque se le dio de baja de manera fulminante, el partido "no se ha ensañado con él" en este tiempo. "Todo lo más que se ha podido decir es que nos sentimos defraudados con él, pero ya está. Pero nadie está siendo cruel con él. Él no puede pedirnos ayuda con los jueces, a la vista está que no tenemos influencia, que estamos asediados. No le podemos ayudar en su caso", aducen. Y es que en el partido se ha asumido hace muchos meses que el exministro apenas puede aspirar a tener salvación judicial, por la gravedad misma del caso de presunta corrupción que le cerca. Él es situado en la causa como uno de los vértices de la supuesta trama, junto a Koldo y al empresario Víctor de Aldama. Sí lo tiene bastante más claro Page: "No sé quién está filtrando los mensajes, pero evidentemente alguien lo está haciendo y sería legítimo pensar que pudiera ser Ábalos, aunque no tengo pruebas", dijo en una entrevista en Más de uno (Onda Cero).
"¿Es que esto en qué beneficia a Ábalos? Esto no le soluciona su problema judicial. No veo muy bien qué tiene que ganar con esto", afirma un ministro que no tiene tan claro que estos mensajes erosionen la imagen del presidente. Más bien lo contrario, señala, por la tibieza de algunos comentarios hacia algunos dirigentes socialistas y por la firmeza que demuestra, por ejemplo, con Podemos, al advertir a Ábalos que no va a "pasar" por ciertas concesiones a su socio minoritario de coalición en la política antidesahucios. "Honestamente, no sé de dónde viene, pero me parece extraño que venga de él", asegura otro miembro del Gabinete. "Yo no tengo ni idea de dónde sale esto. Creo que nadie lo sabe, pero habrá que investigarlo. Ni idea de si esto viene de José Luis. Pero qué duro es esto", expresa con preocupación una fuente de la máxima confianza del jefe del Ejecutivo. "No hay todavía una hipótesis medianamente cierta sobre el origen de la filtración. Esto es como el apagón, pero en vida orgánica", resume una integrante de la dirección, ligándolo al desconocimiento de las causas del cero energético que vivió la Península hace dos semanas. Vacío. Una gran interrogación. Y ninguna respuesta. Por ahora.
La jornada fue de gran marejada en el PSOE, como era esperable. Varios ministros señalaron la ilegalidad de las revelaciones y pidieron que se llegue hasta el final. Es un material que "nunca tenía que haber visto la luz", y el responsable es quien "tiene el deber de custodia", manifestó desde Córdoba la vicepresidenta primera y vicesecretaria general del partido, María Jesús Montero. Se tendría que "haber tenido al resguardo o bien haberlo eliminado si es que ya no era necesario para la causa que se está instruyendo" y que "nada tiene que ver con procesos orgánicos del PSOE ni con ninguna cuestión de este tipo", aseguró, para añadir: "Me parece muy grave, gravísimo, que se haya violado de esta manera la intimidad y los derechos de las personas". Montero ve "intencionalidad en la filtración". Los chats revelados "no tienen ningún interés para la gran mayoría de los ciudadanos" y solo aluden a aspectos de las tripas de un partido, que no afectan a "la vida de la gente", concluyó, para exigir que se investigue.
No hay todavía una hipótesis medianamente cierta sobre el origen de la filtración. Esto es como el apagón, pero en vida orgánica", resumen desde la cúpula
"Es un delito" que pretende "erosionar" al Ejecutivo, manifestó el titular de Agricultura, Luis Planas, "un hecho grave" que ha de ser "investigado", abundó la responsable de Igualdad, Ana Redondo. Todos en la línea marcada la víspera por el ministro para la Transformación Digital y secretario general del PSOE madrileño, Óscar López, que denunció la "campaña infame" contra Sánchez.
Díaz, también "jodida"
Los aludidos en los mensajes sí que hablaron con más o menos crudeza, según el caso. Para Page, lo que queda demostrado es que Sánchez y Ábalos eran "uña y carne". El presidente de Castilla-La Mancha cree que lo que revelan esos wasaps es la tensión latente entre Ferraz y algunos de sus barones que se arrastraba desde 2015, por las diferencias políticas que existían en torno a la pertinencia de las alianzas con los independentistas. El presidente de la Junta consideró que la presión de Sánchez, en cualquier caso, se ha probado "ineficaz" porque él ha seguido dando su opinión libremente. "A mí no me afecta que alguien me insulte o me critique en lo personal. Lo que me duele de verdad es que se pacte con independentistas vulnerando las líneas históricas del PSOE", terció.
Page recuerda que además de diferencias personales ha habido y hay tensiones políticas. Lambán relata que tuvo unas broncas "muy serias" con Sánchez
Mucho más duro fue el expresidente de Aragón. Él, también en Onda Cero, contó que recibió unas cuantas broncas "muy serias" por parte de Sánchez, en las que le sorprendía su "ira y pérdida de control" ante comentarios suyos que le habían irritado. La expresidenta Díaz se declaró "jodida" por la transcripción de los wasaps. "Una cosa es que te cuenten, que te digan, y otra es verlo así por escrito", apuntó la hoy senadora.
La cadena de mensajes no dejó a nadie indiferente. No podía dejarle. Por lo inédito. Porque desconcierta el origen, porque no se sabe el final ni cuánto puede durar el serial. Y, sobre todo, porque no se sabe hasta qué punto puede desgastar más la imagen del presidente en una legislatura muy cuesta arriba.
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