Todavía no se había visto todo en la política española. No se había visto un show esperpéntico del calibre del que acogió un hotel de Madrid ayer miércoles. Una comparecencia sin preguntas de apenas siete minutos de Leire Díez, la mujer de la que no se ha parado de hablar en los últimos diez días y que apenas unas horas antes había solicitado su baja como militante del PSOE, y que acaba con la irrupción inesperada de Víctor de Aldama, el presunto cabecilla de la trama Koldo, protagonista de una trifulca con otro empresario, Javier Pérez Dolset, amigo de Díez e imputado por fraude en subvenciones e insolvencia punible. Persecución por los pasillos del hotel, gritos, amenazas, insultos, empujones entre los dos hombres, una Díez que logra huir y refugiarse en otra habitación. Un Aldama rabioso —"Esta señora no sabe lo que ha hecho hoy con venir aquí"— y un aviso final: "A ver si [Alberto Núñez] Feijóo hace lo que tiene que hacer y saca a este Gobierno y del caos en el que estamos".
Un vodevil inédito y grotesco que movió la actualidad de la jornada y que provocó, a grandes rasgos, una doble reacción en el Gobierno y en el PSOE. Por un lado, el intento de poner tierra de por medio, de separarse lo más posible de Díez —"no nos representa", "ya no es militante del partido"—, de expresar la perplejidad y el bochorno por el "circo" y el "espectáculo" de su comparecencia pública y del careo con Aldama. Por otro, la convicción de que el comisionista de la trama Koldo actúa en beneficio del líder del PP, como a su juicio quedó claro al pedir "apoyo" para él, al "entrar en campaña" a su favor, al apremiarle a que "saque" a Pedro Sánchez de la Moncloa. "Lo que hemos visto es ruido. Las pocas o muchas nueces que haya debajo me temo que deben preocuparle más al PP que a nosotros", verbaliza un ministro, recogiendo el sentir de muchos de sus compañeros en el Ejecutivo y en la cúpula federal del partido.
Díez mantuvo la versión que había contado en los últimos días: que no es una emisaria de Ferraz, que está haciendo una investigación desde hace años, que echó un farol ante Hamlyn. "Ni 'fontanera' ni cobarde", proclamó. Y justo después Aldama se acercó flechado hacia ella para increparla
Nada parecía normal en la comparecencia convocada por Díez para las 10 de la mañana en el Novotel Madrid Center de la capital, en una sala en la planta -1 que tuvo que ser ampliada para acoger al centenar de periodistas que la aguardaban (¿y quién pagó? Pregunta sin respuesta). Ella llegó cerca de 30 minutos antes, aunque prefirió respetar la hora fijada. Se sentó, posó en silencio para los gráficos, una y otra vez, con media sonrisa, aparentemente tranquila, atendió una breve llamada, algún mensaje. Y empezó puntual su discurso, el que llevaba preparado y escrito. Algo más de siete minutos en los que desvinculó al PSOE y al Gobierno de sus actividades profesionales, en los que siguió defendiendo que trabaja desde hace años en una investigación sobre "los estragos del falso patriotismo" y la trama del fraude en los hidrocarburos, una tarea que espera poder plasmar en un libro. Insistió en que nunca comprometió el comportamiento de "ningún servidor público". Es decir, que en aquella reunión telemática en febrero cuyo audio trascendió por El Confidencial no ofreció al empresario procesado Alejandro Hamlyn, dueño de la petrolera Hafesa y huido en Dubái, tratos con la Fiscalía ni con la Abogacía del Estado a cambio de conseguir trapos sucios de mandos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, la que pilota las investigaciones sobre los casos que cercan al Ejecutivo, al presidente y a su entorno.
"Mi trabajo es mi trabajo y en ningún caso lo he llevado a cabo en nombre de nadie ni en representación de nadie. Ni soy empleada pública ni tengo ningún cargo en el PSOE", proclamó, para negar que fuera ninguna enviada de Ferraz. Apuntó también que fue ella quien había pedido la baja voluntaria de militancia al secretario de Organización, Santos Cerdán, una salida del partido que espera sea "temporal". Y dejó al final la frase por la que (entre otras cosas) pasará esta comparecencia a los anales de la política: "No soy fontanera ni cobarde". Según su entorno, tenía pensado decir algo más, no responder preguntas de los informadores (no estaba previsto), pero levantó la mirada y se dio cuenta de que alguien se acercaba ya como una flecha hacia ella. Alguien que había pasado inadvertido para los periodistas, ya que estaban de espaldas a él.
El presunto cabecilla de la 'trama Koldo' estaba fuera de sí: "Esta señora no sabe lo que ha hecho con venir aquí. Ya veréis lo que va a pasar. También al presidente del Gobierno y a Santos Cerdán"
Era Víctor de Aldama. Él se encaró con ella, la siguió unos metros, Pérez Dolset corrió a protegerla, la separó de Aldama de un fuerte empujó, logró sacarla a una habitación, ayudados por la seguridad del hotel. Y el presunto "nexo corruptor" de la trama Koldo, fuera de sí, bramó: "Mentirosa", "sinvergüenza", "¿no os dais cuenta de que es una pantomima estos sinvergüenzas del Gobierno?". La marabunta de medios le seguía, y él continuó disparando: "Esta señora no sabe lo que ha hecho con venir aquí [...]. Ya veréis lo que va a pasar. También al presidente del Gobierno y al señor Santos Cerdán". Aldama se subió al ascensor, los reporteros lo acompañaron hasta la calle. Y fue allí, ya fuera del hotel, cuando lanzó ese apremio a Feijóo. Toda la secuencia, de principio a fin, fue retransmitida en directo por radios, televisiones, webs. Un sainete impagable.
"No tenemos más que decir"
La escena dejó atónitos a los socialistas. "Todo ese circo me avergüenza", decía consternado un ministro a este diario. "Terrible, una vergüenza", "un circo", manifestaban otros dos miembros del Gabinete. Pero automáticamente partido y Gobierno pusieron una línea divisoria. "¿Escándalo y sainete para el PSOE? No. El escándalo lo monta Aldama presentándose y amenazando", precisaron desde la cúpula federal. Un cuartel general que insistió en que ella, Díez, ya no está en sus filas: "Leire Díez causa baja hoy [por este miércoles] en el PSOE, tal y como ha comunicado ella misma. No tenemos más que decir".
Todo ese circo me avergüenza", confiesa un ministro. "Lo que hemos visto no es el PSOE. No tiene nada que ver con nosotros, es un espectáculo increíble, pero demuestra que no hay una campaña del Gobierno contra la Guardia Civil", refuerzan en la Moncloa
"Lo que hemos visto no es el PSOE. No tiene nada que ver con nosotros, lo sabe todo el mundo —reforzaron fuentes de la Moncloa—. Hemos visto un espectáculo increíble, pero que demuestra que no hay una campaña del Gobierno contra la Guardia Civil. Son unos señores con una causa y que se están enfrentando a Aldama. Pero ella no nos representa y no ha actuación en representación nuestra. Ella está buscando corrupción en las cloacas. Puede ser friqui o impropio de una militante del PSOE, pero eso no es cosa nuestra, y que se le haya dado bombo en los medios no es nuestra culpa".
En las declaraciones públicas, los ministros y cuadros del partido también procuraron evidenciar ese desmarque claro. "Todo el mundo ha visto lo que ha visto", reprobó desde Catarroja (Valencia) el titular de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, quien pidió a cada ciudadano que saque sus propias conclusiones sobre la comparecencia de una mujer que "ya no es militante" del PSOE y en la que "se levanta alguien que está en una situación procesal compleja porque ha estado imputado, en la cárcel y demás". La ministra de Ciencia y secretaria general de los socialistas valencianos, Diana Morant, afirmó en Valencia no tener ningún interés en algo que se convirtió en "un show televisivo" que distrae "de los temas importantes de este país". Y, en todo caso, Díez "no representa al Gobierno de España y tampoco al Partido Socialista", siguió.
En la cúpula insisten en que el 'pendrive' que Díez les entregó el martes no se abrió ni se hizo de él ninguna copia, "como se puede comprobar" con medios técnicos. "La diferencia con el PP es que ellos rompe a martillazos y nosotros entregamos a la Justicia", resaltan
En otra pretendida muestra de distanciamiento, Ferraz confirmó a última hora de este miércoles que el pendrive que su ya exmilitante les entregó el martes, durante su interrogatorio por el expediente informativo que se le había abierto, será llevado a la Fiscalía. A primera hora de este jueves, de hecho, ya estaba en poder del ministerio público, según confirmaron fuentes del aparato a este diario. En esa memoria portátil figura toda la información que Díez ha ido recopilando en todos estos años, según contó ella misma en el programa Todo es mentira (Cuatro). La dirección aseguró que ese pendrive fue custodiado por los servicios jurídicos del partido, y que ningún cargo del partido tuvo acceso a él. No se hizo "ninguna copia", ni se ha "abierto" su contenido, "como se puede comprobar" con medios técnicos. Ahora, dicen, será la Justicia la que decida adoptar "las medidas que considere". Si no se actuó antes fue porque el equipo jurídico del partido tenía que estudiar todas las opciones y la cúpula, tomar una decisión. "La diferencia con el PP es que ellos rompe a martillazos y nosotros entregamos a la Justicia", resaltan en Ferraz.
"Han enviado a un imputado a reventar una rueda de prensa"
Pero si de algo sirvió lo ocurrido este miércoles fue para cohesionar las filas internas y apuntar a Aldama y a su alianza con Feijóo. Su aparición sorpresa al final de la declaración sin preguntas de Díez, con la evidente intención de reventarla, y sus ataques posteriores a Sánchez y a Cerdán fueron esgrimidos por los socialistas como la prueba de que ellos son víctimas de las cloacas. De que son las víctimas de la "guerra sucia de la derecha", como expresó en Mañaneros 360 (TVE) el ministro para la Transformación Digital, Óscar López, también jefe del PSOE de Madrid. El espectáculo en el hotel madrileño es una "estrategia delimitada por parte de la derecha de montar un ruido ensordecedor", defendió, y al que él no quiere contribuir porque "es muy evidente que hay una campaña de guerra sucia contra el Gobierno de España". Es la tesis que López lleva desplegando en los últimos días, que lo que está aflorando es una Kitchen II, ahora financiada por la Comunidad de Madrid.
Los socialistas señalan lo ocurrido como la prueba de que son víctimas de las cloacas, de una "guerra sucia de la derecha" contra el Gobierno
La más explícita fue tal vez la portavoz de la ejecutiva federal, Esther Peña: "Hemos visto cómo las cloacas dirigidas por el PP la pasada legislatura están muy nerviosas" e incluso han "enviado a un imputado por delitos gravísimos a reventar una rueda de prensa", aseguró la responsable en un vídeo enviado a los medios, quien recordó que los movimientos responden a un objetivo, que no es "ficción", y es "tumbar al Gobierno".
Para varios dirigentes consultados, del partido y del Ejecutivo, las palabras de Aldama eran sentidas casi como un oasis tras varias semanas ininterrumpidas de desgaste. "Nos hace un favor", resolvía una integrante de la dirección de Sánchez. "No dejo de pensar que Aldama [imputado por el fraude del IVA de hidrocarburos y por el caso Koldo] está en libertad gracias a la Fiscalía Anticorrupción, y se permite el lujo de montar un numerito de matón de cuarta delante de toda España. Es indecente. Pero es ruido —reflexiona un ministro—. Las pocas o muchas nueces que haya debajo me temo que deben preocuparle más al PP que a nosotros. Si quieren seguir dos años con el ruido, se nos va hacer a todos un poco largo, y dudo que les vaya a servir".
Para un miembro del Ejecutivo, el "numerito de matón de cuarta" de Aldama es "indecente". "Pero es ruido. Las pocas o muchas nueces que haya debajo me temo que deben preocuparle más al PP que a nosotros"
Un responsable bien conectado con la Moncloa lo analiza así: "Este bochorno no le hace bien a nadie, empezando por el sistema institucional y de partidos. Pero, llegados a este punto, la cercanía tóxica y vengativa de Aldama al PP ayuda a que los votantes progresistas sigan identificando todos estos episodios con una campaña coordinada de acoso al Gobierno progresista con ramificaciones en la política, los medios, la Justicia, la Fiscalía y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Leire y su entorno son vomitivos. Pero al fin y al cabo es un cuadro de cuarta fila sin recolocar y que hacía méritos. Pero de este miércoles queda más el episodio de Aldama que lo que ella declaró, que es lo mismo que venía diciendo desde hace días. Y lo que queda de Aldama es su arenga a favor de Feijóo para echar a Sánchez. No se trata de que cale entre votantes conservadores, sino de que así lo perciban los votantes progresistas. Es un episodio muy poco edificante, pero sí creo que una mayoría amplia de ciudadanos progresistas percibimos con claridad que está en marcha, en plena ejecución, un plan de acoso y derribo al Gobierno progresista".
¿Llegó tarde? ¿Y hubo tibieza?
Visto lo visto, la pregunta que ya emergía hace días en el partido, y que suscitaban algunos cuadros, es pertinente: ¿debía haber actuado Ferraz de manera más contundente contra Díez desde un principio? ¿Debería haber pinchado antes la burbuja? "Los partidos democráticos tienen mecanismos de garantías. No son ordeno y mando", recuerdan en el núcleo de Sánchez. "Es que para echar a alguien tienes que tener motivos y ella no ha cometido delito, que sepamos. Se le abrió expediente informativo, y creemos que hemos actuado en tiempo y forma, y ella habría hecho lo mismo con expediente o sin él", apuntan en la Moncloa.
Page vuelve a elevar la voz y describe como "drama" el sainete vivido en el hotel de Madrid. Urge a "parar la hemorragia" y reclama que las generales se adelanten a las autonómicas y municipales para no volver a "arrastrar" al PSOE, como ocurrió en mayo de 2023
El presidente y la cúpula del PSOE también han sido reprobados por la falta de explicaciones, por el silencio. Algo que ha hecho que incluso los socios reclamen la comparecencia de Sánchez. En su círculo esgrimen que habría dado "igual". "Es que da igual lo que hagamos y digamos. Hay una campaña de acoso y derribo contra este Gobierno —lamentan con cierta angustia fuentes muy próximas al jefe del Ejecutivo—. Llevamos tres semanas debatiendo sobre cosas que no son reales. Es lo que han instaurado la derecha y las teles. Y los socios piden explicaciones no porque nos pidan cuentas por Leire, sino porque quieren hablar de las cloacas, porque ellos también las han sufrido".
La voz discrepante se elevó desde Castilla-La Mancha. El presidente regional, Emiliano García-Page, calificó lo ocurrido no como un "circo", sino como un "drama" para el partido. "En los circos hay felicidad y hay alegría. Es un drama para el Partido Socialista todo el espectáculo que se está ofreciendo y yo creo que hay que poner pie en pared, con mucha rapidez y con rotundidad, porque hay que parar esta hemorragia", aseguró en declaraciones a los medios. Pero no dijo solo eso: pidió un adelanto de las generales, porque "no puede volver a pasar" que la política nacional "arrastre al PSOE en los territorios", como sucedió en las elecciones municipales y autonómicas de 2023. Unas palabras que causaron un profundo malestar en Ferraz y en la Moncloa. Fuego amigo procedente de la misma esquina. Justo ahora, lamentaban. Sánchez intenta cambia la marcha de la actualidad, dirigir el foco hacia la Conferencia de Presidentes que este viernes se celebra en Barcelona, poniendo el acento en vivienda. Pero el caso Leire y su último coletazo, la astracanada que nadie podía esperar y que ya es difícil de superar, volvieron a condenar a los socialistas a otra jornada negra y para olvidar.
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3 Comentarios
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hace 21 horas
Señores votantes del PSOE..¿ De verdad sois merecedores, del engaño y las vergüenzas que os están haciendo pasar, estos sinvergüenzas? Si no os respetais a vosotros mismos, dudo que os respeten los demás.
hace 1 día
Que raro!
No me lo puedo creer!!!
La culpa?
Del PP.
Faltaría más.
Porque un Sr, con poca credibilidad se presenta allí a montar un pollo.
Ale, cuasi secta del PSOE, ya lo tenéis solucionado.
hace 1 día
El PSOE no tiene vergüenza ni la conoce ¿Aldama y Feijoo? Pues señores socialistas antes de rebuznar mirar quiénes son los que están con éste señor. Los ciudadanos estamos hasta las pelotas de vuestros manejos, vuestros bulos, vuestros fangos y del.poco respeto que le tenéis a los ciudadanos. Habéis traspasado todos los limites posible e imaginables con vuestra falta de ética, estética y escrúpulos. No todo vale en política y eso va por ustedes y por vuestros socios que tienen los mismos principios que ustedes