El ánimo está por los suelos. Hundido. Cuadros y militantes están "destrozados", desorientados, abatidos, angustiados, avergonzados. Y con miedo. Con mucho miedo. En el PSOE, el temor a que la fortísima crisis desencadenada por la caída de su ya ex número tres, Santos Cerdán, no haya hecho más que empezar está a flor de piel.
—Es que todo el mundo teme que salgan más cosas.
Lo advierte un secretario provincial pero la reflexión emerge en todas las conversaciones. El partido vive intranquilo, sobresaltado. Sin saber si mañana recibirá otro latigazo, otro calambrazo mortal. El jueves, el devastador informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que apuntaba a que Cerdán era presuntamente el centro de la presunta organización criminal que formaba con su antecesor en la Secretaría de Organización del PSOE, el exministro José Luis Ábalos, y el exasesor de este, Koldo García, aterrorizó a todos. Porque nadie esperaba que él también cobró presuntamente mordidas de adjudicaciones públicas. Porque nadie esperaba un engaño tan masivo y sostenido. Pedro Sánchez forzó su dimisión y le pidió su acta, que él aún no ha entregado, para mayor nerviosismo del partido. Pero este viernes se difundieron los audios de las conversaciones entre los tres implicados y el espanto y la vergüenza crecieron. También la indignación y hasta el "asco", porque revelan hasta las citas del extitular de Transportes y de su mano derecha con prostitutas.
La gran pregunta de si será suficiente la respuesta dada por Sánchez sigue en el aire. El temor recorre el partido, el profundo miedo a que haya nuevas revelaciones, a que el tsunami vaya a más
Por eso la pregunta que afloró pocos minutos después de la comparecencia en Ferraz del secretario general del PSOE y presidente del Gobierno sigue en el aire: ¿es suficiente tras una bomba atómica tan potente como el informe de Cerdán? No hay aún respuesta.
Y por eso tampoco se ha cerrado por completo el debate interno acerca de una salida posible. La cuestión de confianza. La Moncloa rechazó este viernes por partida doble esa opción, a través de dos de los ministros más próximos a Sánchez, Félix Bolaños y Óscar López, pero en el partido hay dirigentes muy relevantes —y también miembros del Gabinete—, que defienden que puede ser un camino a explorar para apuntalar al Ejecutivo. Que puede funcionar como una suerte de "catarsis".
El titular para la Transformación Digital y de la Función Pública descartó en Hoy por hoy, en la SER, que el presidente vaya a someterse a una cuestión de confianza. Él seguirá trabajando pese a las "muchas" dificultades que hay dentro y fuera de España. "Y eso significa actuar con contundencia como lo está haciendo dentro del partido y negociar con nuestros socios como lo hemos hecho siempre", subrayó.
Bolaños recuerda que la mayoría parlamentaria se demuestra "en el día a día", en las votaciones que se producen en el Congreso, y que son ganadas, reivindica, en un 90% por el Ejecutivo
El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes compareció ante los periodistas desde una de las sedes de su departamento, el palacio de Parcent de la capital, y remarcó que la cuestión de confianza "no está encima de la mesa". No es necesario, argumentó, porque la mayoría parlamentaria "se demuestra en el día a día", y eso pasó, dijo, el mismo jueves, cuando el Gobierno y sus socios derrotaron las enmiendas de PP y Vox al proyecto de reforma de la ley de la carrera judicial y fiscal. "En torno a un 90% de las votaciones en el Congreso las ganamos, y por tanto, para mí esa es la estabilidad. No poner encima de la mesa cuestiones que no lo están", zanjó Bolaños, que en sus palabras y gestos mostraba el mismo abatimiento y la misma aflicción que Sánchez la víspera.
Informe "muy sólido" de la UCO
Y es que el shock es imposible de disimular para todos. El ministro de Justicia definía el jueves como un día "triste" y aseguró compartir la "indignación, el rechazo, el disgusto y la decepción de tantos ciudadanos que conocieron", a la vez que el Gobierno, el informe "muy sólido" de la UCO. Las conversaciones que figuran en el documento entregado al juez por la Guardia Civil son "demoledoras", "infumables, absolutamente incompatibles" con el PSOE, sentenció López en la emisora de Prisa, antes incluso de que se difundiesen las grabaciones.
Para un integrante del Gabinete, "algo del estilo de una cuestión de confianza habrá que hacer", sobre todo porque contribuiría a "cerrar bocas"
Sin embargo, no todos en el anillo de poder más próximo a Sánchez creen lo mismo. "Algo del estilo de una cuestión de confianza habrá que hacer", manifiesta un integrante del Gabinete que, aunque es consciente de los riesgos que comportaría —el más evidente, la negociación de una especie de segunda investidura de Sánchez con Junts—, cree que sí serviría "para cerrar bocas".
Son más los dirigentes que creen lo mismo. "Nos hace falta una catarsis. Hay que reiniciarse. Y la cuestión de confianza también sería lo suyo. Es que es lo lógico", afirma un barón autonómico totalmente alineado con Sánchez. "La salida que planteó Pedro no es suficiente. Debiera haber planteado una moción de confianza para reforzar la posición del Gobierno", señala otro líder regional que ha mantenido algunas diferencias con Ferraz. "Sería conveniente si se gana. Sería una catarsis, muy positiva si sale vivo y vinculada a un nuevo Presupuesto", refuerza un jefe de un potente aparato territorial.
Nos hace falta una catarsis. Hay que reiniciarse. Y la cuestión de confianza también sería lo suyo. Es que es lo lógico", defiende un barón autonómico. Para un jefe de un aparato regional, sería un golpe positivo "si Sánchez sale vivo" y con un nuevo Presupuesto
Las razones para el sí son evidentes, a juicio de sus partidarios: una cuestión de confianza, que para que Sánchez la supere necesita una mayoría simple de votos en el Congreso, podría ayudar a apuntalar al Ejecutivo, reforzarle en una situación de extrema debilidad, redinamizar la relación con sus socios y reflejar que quien está solo, con Vox, es el PP. Nadie esconde, no obstante, los riesgos, también evidentes: para poder ganarla, el presidente tendría que iniciar una negociación prácticamente de cero con sus socios de investidura, y siempre el más problemático es Junts, y el partido ya sufrió mucho por el desgaste de la ley de amnistía. Ahora, el precio a pagar por un Sánchez mucho más débil sería mucho mayor. Los aliados parlamentarios, además, no se muestran partidarios de romper amarras, pero tampoco les entusiasma la idea de atarse al Gobierno con una votación binaria, de sí o no al líder socialista.
"Sabe a poco"
Sánchez dejó a casi todos en su partido insatisfechos, incluso a los que indubitadamente le apoyan. En su rueda de prensa del jueves, se limitó a pedir perdón en varias ocasiones, subrayó que no sabía nada de las presuntas corruptelas de Cerdán, anunció una remodelación de la ejecutiva federal y una auditoría externa de las cuentas del PSOE. No asumió responsabilidades políticas por haber elegido a dos secretarios de Organización —primero Ábalos, luego Cerdán— implicados en gravísimos casos de corrupción, no dio explicaciones de qué había ocurrido, más allá de insistir en que "nunca" debió "confiar en él". No ofreció más herramientas para intentar contener un tsunami de proporciones descomunales.
El partido está desolado, cabreado y decepcionado. Me repugna todo lo que se está conociendo. Es una traición a la militancia, a la dirigencia honesta y a los ciudadanos, y yo no sé si el torniquete va a parar la hemorragia que viene", observa un barón
De ahí que los análisis de los dirigentes consultados arranquen con la sensación de que lo decidido por el presidente no bastará. Y de ahí que varios cuadros apunten a una solución como la cuestión de confianza, igual que otros no le ven ventajas, igual que otros planteen otras salidas al laberinto. "Sabe a poco —constata otro responsable de Organización de una federación nítidamente alineada con Ferraz—. El apoyo a Pedro está intacto aún, pero se espera algo más. ¿Cuestión de confianza? Yo creo que entre los socios de izquierda, el temor es que PP-Vox acaben al volante, controlando el Gobierno, las cloacas y sin complejos puedan llevar al país al desastre".
"Cuestión de confianza es un riesgo innecesario. Tendríamos que tenerlo muy atado. Pero sí podría ser una salida. Hay que darse cuenta de que la gente quiere cabezas por todos lados", observa un responsable territorial con asiento en las Cortes Generales. Porque otro de los sentimientos que invaden el partido es este: la rabia. La indignación. "El partido está desolado, cabreado y decepcionado. Me repugna todo lo que se está conociendo. Es una traición a la militancia, a la dirigencia honesta y a los ciudadanos, y yo no sé si el torniquete planteado por el presidente va a parar la hemorragia que viene", expresa con mucha inquietud un barón autonómico.
Otros mandos coinciden con la Moncloa en que mejor no abrir la puerta de la cuestión de confianza. Porque es peligrosa. "¡Madre mía! Yo lo veo todo muy mal. Es que una moción de confianza... ¿la superamos acaso? Es que si Pedro no la ha planteado es porque no la gana. ¿El precio más alto? No puede ser. Y es que además esto no tiene pinta de quedarse aquí", advierte una portavoz autonómica. Coincide otra veterana responsable del sector crítico: "Es que no hay garantías con Junts salvo que nos saquen los higadillos". "Yo esperaría a ver cómo se puede reforzar la relación con los socios. Que margen hay… Pero, de entrada, yo no lo veo", expresa un miembro de la dirección federal. "No, no se trata de que los socios te saquen más en una nueva negociación de investidura. Se trata de que mandes un mensaje de cambio y reseteo", complementa otro jefe de un aparato autonómico. "Yo no lo veo —admite una integrante del Consejo de Ministros—. ¿Con qué objeto queremos una cuestión de confianza? Sería una representación teatral sin más que favorecería al PP". "Yo creo que eso tiene mucho riesgo si no está claro —tercia un exmiembro del Gabinete de coalición—. Si no está amarrado, mejor que se piense cuánto dura esto, aunque yo creo que Pedro debe seguir. Si se elige esa vía, yo presentaría un programa poderoso de medidas y de algunos aspectos valientes y a debatir".
También los hay detractores de la moción de confianza: no habría "garantías con Junts", sería "una representación teatral", "tiene mucho riesgo si no está claro", expresan distintos dirigentes. Podemos rechaza la censura o la cuestión de confianza
Los socios no lo ven tampoco claro. Podemos ya avisó este viernes de que pondrá más el acento en su condición de alternativa de izquierdas frente a un Gobierno que "está en la UCI", pero rechaza una moción de censura —promovida por la derecha— o una cuestión de confianza —prerrogativa exclusiva del presidente— porque "no resuelven nada". Para el lehendakari, el peneuvista Imanol Pradales, el informe policial "mete a la legislatura en otra fase" y ha "modificado la pantalla", pero a la vez pidió "prudencia" porque la investigación está en fase inicial y no hay sentencia. Y sobre la cuestión de confianza, reiteró que es una potestad del jefe del Ejecutivo. Junts, por ahora, no pide este último instrumento: a lo que instó el jueves a Sánchez es a una "reunión urgente" con el secretario general de la formación independentista, Jordi Turull, y su portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, para evaluar la "viabilidad" de su intención de agotar la legislatura y llegar a 2027.
Para la Moncloa, no hay "indicios" de financiación ilegal
No hay por tanto un consenso interno sobre qué hacer, pero lo que está claro es que tampoco en el partido hay un cierre de filas respecto al no rotundo a la cuestión de confianza expresado por los ministros López y Bolaños. Una división lógica, apunta un responsable que sabe detectar bien el pulso del PSOE: "Aún estamos en fase de shock y de perimetración del impacto lesivo de la crisis. Yo no me atrevería a descartar nada, pero me parece entendible que el Gobierno, por ahora, no dé pábulo a la moción de confianza". En cualquier caso, la hoja de ruta no está cien por cien definida, en buena medida porque este no es más que el principio de una nueva investigación, ya que Cerdán comenzará a ser investigado por el Supremo.
Cerdán no entregó este viernes su acta de diputado, lo que provoca una inquietud en el partido. Si no cediera su escaño, Ferraz tendría que abrirle expediente (aún no lo ha hecho). La escena sería dantesca
El exsecretario de Organización no entregó este viernes su acta de diputado, como se esperaba, aunque podría hacerlo este sábado —el registro del Congreso está abierto de manera telemática de 10 a dos de la tarde— o ya la próxima semana. Pero según avanzan las horas, la inquietud crece en el partido, porque si no cede su escaño, Ferraz tendría que abrirle expediente —cosa que aún no ha hecho pese a que está al borde de la imputación— y echarle al Grupo Mixto, que contaría con dos investigados por corrupción, los dos exjefes del aparato socialista. La escena sería insoportable y dantesca para el partido.
Y, mientras, la amenaza de que el caso pueda agravarse y derivar hacia una investigación por financiación irregular del PSOE no ha desaparecido. La Fiscalía Anticorrupción no descarta estudiar si hay caso. En la Moncloa creen que no habrá nada, básicamente porque hasta el momento no hay señales que conduzcan hacia esa posibilidad. "En ninguna de las líneas de esos 490 folios [del informe de la UCO] hay ningún indicio de una posible financiación irregular", recalcó Bolaños a los periodistas en la sede de Justicia.
El ministro de Justicia explica que en el partido llaman "impuesto" a la cuota voluntaria que los cargos públicos pagan al partido para ayudar a sostenerlo, y que eso no es obviamente financiación ilegal
El documento de la Guardia Civil indica que Koldo García escribió a Javier Herrero, entonces director general de Carreteras, para avisarle de que le habían pedido su teléfono desde la gerencia del PSOE —asumida por Ana Fuentes a finales de 2021, tras el 40º Congreso—, porque creía que le iban a pedir el "impuesto". Bolaños recordó que, en la jerga socialista, se llama "impuesto" a la cuota voluntaria que pagan los cargos públicos del PSOE al partido en función de su salario. "A esto internamente en el partido lo llamamos el impuesto". Pero, para que "podamos quedarnos tranquilos por completo", Sánchez, recordó, va a solicitar una auditoría externa. "Estoy convencido que llegará a la conclusión de que no hay ninguna afectación porque ya lo ha dicho el Tribunal de Cuentas", sostuvo el ministro.
No obstante, ya empiezan a visibilizarse algunas voces críticas con Sánchez. Aún poco significativas, pero elocuentes. El alcalde de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, un dirigente muy cercano al barón regional, Miguel Ángel Gallardo, reclamó este viernes un congreso extraordinario federal para que la militancia elija el rumbo del partido, un cónclave al que él, si fuera el líder, no se presentaría. Claramente estaba echando la puerta de salida al secretario general. "Siento mucha vergüenza, mucha repugnancia, mucha indignación por lo que ha sucedido", apuntó. Y el regidor de León, el siempre díscolo José Antonio Diez, pidió a Sánchez que asuma sus responsabilidades para que el partido "empiece a forjar un nuevo tiempo" en el que "la ciudadanía se sienta plenamente identificada", informa EFE. Se necesitan, mantuvo, "explicaciones contundentes, no vaguedades ni pucheritos". Por ahora, quien no se ha pronunciado es el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Y su compañero Javier Lambán, expresidente de Aragón, lo hizo el jueves para deslizar de nuevo su petición de elecciones generales.
El alcalde de Mérida, uno de los apoyos del barón extremeño, reclama un congreso extraordinario y que Sánchez no se vuelva a presentar como líder. y el regidor de León le pide explicaciones "contundentes, no vaguedades ni pucheritos"
El PSOE se mueve ahora mismo entre arenas movedizas. A expensas de cómo avancen las pesquisas, de las declaraciones ante el juez de Ábalos, García y Cerdán de la última semana de junio, de si finalmente el ex número tres deja su escaño. Todo es incertidumbre. Y temor. Y la sensación de que no valdrán medidas cosméticas para atajar la que es ya la mayor crisis para Sánchez en todos sus años de supervivencia política. "Esto es un meteorito —cierra un mando territorial—. Y nadie sabe cómo se gestiona algo así".
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4 Comentarios
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hace 2 segundos
Pedro Sánchez y sus ministros – todos -, se han enrocado ante el conocimiento de unos hechos diáfanos y concluyentes. Ésto nos demuestra hasta donde puede caer la dignidad de un ser humano con tal de no perder su estatus social, su generoso sueldo y sus privilegios añadidos.
No les importa arrastrarse por los suelos, si en él, hay otros reptiles que les protejan.
hace 36 minutos
LEGISLATURA HORRIBILIS Y EL OCCASUS DEL SANCHISMO :
Aquel factor sorpresa que cogió al PP de FEIJÓO con el pie cambiado en Julio de 2023 no existirá ya en 2027; por contra, los Candidatos Socialistas temen sufrir un aplastante VOTO DE CASTIGO si acuden junto a Sánchez a revalidarse en las urnas después de esta que muchos tildan de una auténtica «LEGISLATURA HORRIBILIS».
El problema que se les presenta a los Presidentes Autonómicos y Alcaldes Socialistas es que, conforme avance el Calendario Electoral, y si no convoca Elecciones Generales este otoño, o en junio de 2026 junto al Presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, las posibilidades de que Sánchez esté pensando en forzar el temido SUPERDOMINGO ELECTORAL DE 2027 crecen exponencialmente y abocan al PSOE a su Debacle Total y Definitiva.
hace 3 horas
¡¡Ya está bien!!, ¿aunque todavía queda el CIS engañando al pueblo?
hace 5 horas
Es muy divertido desde el palco ver lo que sucede…
Si, es un drama porque en definitiva, ohhhh sorpresa, es nuestro dinero pero…
Nos podemos reír de todo eso e indignarnos al mismo tiempo.
Así que al Sr Bolaños, como se vota y sale lo que quiere el resto le da igual…
Fenomenal
El Sr Santos irá al mixto y será dantesco?
Pero si el PSOE lo aguanta todo con tal de mantener el poder…
Lo reconoce…. Junts nos sacará los higadillos?
Perdón?
Les hará mear sangre dijo Puigdemont y ahí están
Conclusión, palomitas y a disfrutar del sainete que lo vamos a pasar bien llorando