Duras palabras de la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, las de este jueves contra el presidente Pedro Sánchez. A la espera de que el PSOE se abra a la celebración de una reunión de la comisión de seguimiento del pacto del Gobierno, la líder política en el Ejecutivo de Sumar reprobó la defensa del socialista este miércoles en el Congreso de los Diputados en la primera comparecencia ante la oposición, en la sesión de control al Gobierno, realizada tras saltar el escándalo de Santos Cerdán hace una semana.

La dirigente de Sumar dejó claro este lunes, en una reunión en Moncloa con Sánchez, que la sostenibilidad del Gobierno pasa por "la limpieza en las actuaciones", explicar con "transparencia lo que ha pasado", que esto "no se extienda al global del PSOE", que se actúe con contundencia y que se dé "un giro de 180 grados en la gestión del Gobierno para cambiar la vida de la gente". Para que se implemente una agenda social ambiciosa en la legislatura. Esto lo verbalizó la propia vicepresidenta segunda de nuevo esta jornada.

En una entrevista en Telecinco, Díaz, preguntada por si su ausencia —y de los ministros Ernest Urtasun y Sira Rego— en el último control al Gobierno fue algo meditado, una forma de protesta contra el PSOE, lo negó. "No tenía pregunta, nunca me pregunta el PP [lo cierto es que la semana pasada sí tuvo pregunta de la diputada popular, Noelia Núñez], por eso no hemos comparecido". Sin entrar en más detalles, pasó a la ofensiva contra Sánchez y las formas de lidiar en el último pleno con los ataques de la oposición.

"A resultas de la sesión, que fue un vodevil, una falta de respeto a la ciudadanía, mejor no haber asistido", cargó Díaz contra el dirigente socialista. "Es una vergüenza lo visto ayer [el discurso de Sánchez]. Es 'y tú más' [contra el PP o Vox] no arregla los problemas de la ciudadanía o los problemas de corrupción", consideró. La vicepresidenta calificó de "bochorno" las sucesivas réplicas de Sánchez a las preguntas de la oposición, pero también la del resto de miembros socialistas del Gobierno. "No todos somos iguales, mis ministros son honrados y estamos para mejorar la vida de la gente", valoró Díaz, al negar que la corrupción es algo "inevitable".

Este miércoles, tras la ausencia de Díaz, Urtasun y Rego, el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, lamentó lo ocurrido. Valorando el vacío de Rego, la ministra con la que cuentan los izquierdistas en el Gobierno, Maíllo apreció que hubiese sido mejor estar ahí. Diferentes concepciones, por tanto, dentro de la coalición plurinacional.

A la espera de una reunión con el PSOE

Díaz reprochó que durante la pandemia del coronavirus, y mientras "cinco mujeres nos dejábamos la piel" en el Ministerio de Trabajo y Economía Social, "al lado", en Transportes, "había personas robando". A la espera de esa comisión de seguimiento del pacto, los magentas dejan claras algunas de sus pretensiones. Son la regeneración democrática, organismos públicos que luchen contra la corrupción, la limitación de los aforamientos a la "libertad de expresión" y "medidas contundentes contra las empresas".

Aunque apreció que sus ministros "son limpios", evitó extender ese señalamiento opuesto a sus compañeros socialistas del Consejo de Ministros. "Yo no sé si hay ministros no limpios", apuntó, reiterando las exigencias de "limpieza absoluta". Adoptó, entonces, un perfil muy parecido al de Ione Belarra y de Podemos estos días atrás, vinculando al bipartidismo, al PP y al PSOE, con la corrupción. "Forma parte de un bipartidismo horroroso, pero se acabó", zanjó Díaz.

Pese a todo, el deseo de continuar en el Gobierno sigue ahí. Siempre y cuando se den "garantías de que esto no vuelve a suceder", de que "se tomen esas medidas" reclamadas, y de que haya un "cambio de rumbo" en la relación de la coalición y los socios. "Estamos aquí para mejorar la vida de la gente", destacó Díaz. Con todo, y ante las irregularidades que pueden afectar al PSN-PSOE en Navarra, después de la dimisión del número dos de María Chivite, Ramón Alzórriz, por haber trabajado su mujer en una empresa vinculada a Cerdán.

Ante la posibilidad de que haya financiación irregular en Navarra, Díaz no especifica qué tipo de acciones desarrollaría dentro del Gobierno con los socialistas. Si eso se demuestra que es una dinámica general, "sería gravísimo y obviamente las decisiones que tomaríamos iríamos en otra dirección". Evita la vicepresidenta segunda verbalizar un escenario de ruptura del Gobierno.