Entre los principales sectores del Partido Popular hay práctica unanimidad respecto a que, a día de hoy, no tiene sentido ir a una moción de censura contra Pedro Sánchez sin visos de prosperar. Alberto Núñez Feijóo ha expresado por activa y por pasiva su disponibilidad de echar mano de este instrumento parlamentario siempre y cuando consiga los cuatro votos que le faltan para alcanzar la mayoría absoluta, que es lo que exige el Reglamento del Congreso conforme recoge en su artículo 177.5. Hasta entonces, la estrategia de Génova pasaba por los emplazamientos públicos de Feijóo y de los suyos a los socios de Sánchez con el foco puesto principalmente en Junts y PNV, los únicos susceptibles de sumarse a una moción, pero insistían una y otra vez en que no iban a ser proactivos en la búsqueda de esos apoyos cada vez que se les preguntaba al respecto.
"Nuestra puerta está abierta. Que vengan cuando quieran", era el argumento más manejado por el primer partido de la oposición. Hasta ayer. A primera hora de la mañana Feijóo anunciaba que había encargado a su portavoz parlamentario, Miguel Tellado, una ronda de consultas con los socios de Sánchez "para que digan si su apoyo al PSOE sigue intacto. Ahora mismo son el único obstáculo para que los españoles hablen y podamos reparar tanta decadencia", según trasladó el líder popular en su cuenta de X.
Bien es cierto que Feijóo no citaba de forma explícita la palabra moción y que dicha ronda también puede ser un instrumento eficaz para evaluar si hay en el horizonte un calendario electoral próximo por retirada de esos apoyos a Sánchez, pero era evidente que en el actual contexto subyace la idea de un 'test' para ver si hay suficiente agua en la piscina que permita una moción instrumental destinada siempre a convocar elecciones.
De ahí la "sorpresa" declarada de distintos sectores del partido, sin que ello suponga cuestionar el fondo de la cuestión, esto es, "desalojar a Sánchez del poder más pronto que tarde". No faltan las fuentes que reivindican para Feijóo el derecho de diseñar su propia estrategia. "Que hagan lo que crean" en Génova, dicen desde una de las baronías autonómicas. "No veo novedad. Es la misma oferta de censura que siempre", dice en este caso un dirigente territorial. Pero lo cierto es que a muchos les pilló a primera hora de la mañana con el pie cambiado, porque si bien asumen que la entrada en prisión del ex secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, "supone un antes y un después que puede remover algunas conciencias", principalmente en la derecha independentista, la decisión de abrir esa ronda de consultas fue novedoso para prácticamente todos, incluidos presidentes autonómicos.
En Génova niegan la mayor. "No son conversaciones para una moción de censura", aseguran
En Génova niegan la mayor. "No son conversaciones para una moción de censura", aseguran, y la idea es que Tellado ni siquiera lo plantee en esos términos con los portavoces de los grupos parlamentarios que no le han dado un portazo como ha sido el caso de ERC, Podemos y BNG, que se negarán si quiera a hablar de este tema aunque sea para reiterar su 'no' a Feijóo.
El PNV lanzó como respuesta un duro comunicado contra el PP, en general, y contra Tellado, en particular. La ronda le parece puro "marketing" y el portavoz "ha optado por hablar con los medios antes que con el PNV y lo ha hecho para lanzar ataques y acusaciones al mismo tiempo que decía querer hablar con nosotros", se quejaron fuentes jeltzales. Junts subió la apuesta retando al PP a que se reúna con Carles Puigdemont en su retiro de Waterloo, algo que, evidentemente, no va a suceder. "Quien ha ido a hablar con Puigdemont ha sido Zapatero. No somos como el PSOE y no nos encontrarán ahí", explicó ayer Tellado quien circunscribe sus contactos con Junts a su portavoz parlamentaria, Miriam Nogueras.
Fue la madrileña Isabel Díaz Ayuso quien se manifestó más claramente respecto del encargo que Feijóo hizo a Tellado. Alienada con su jefe de filas en cuanto a la inoportunidad de presentar una moción de censura condenada al fracaso, ayer alertó del riesgo de "dar pasos en falso" que contribuyan a apretar la filas en torno al inquilino de la Moncloa. En todo caso, en Génova y en el Grupo Parlamentario insisten en que es importante que los socios de Sánchez "vuelvan a retratarse", habida cuenta, además, que apoyaron la moción contra Mariano Rajoy en 2018 bajo el argumento de la limpieza, la transparencia y la lucha contra la corrupción.
Las 'pistas' de Feijóo
Lo cierto es que Feijóo ya dio alguna pista el pasado jueves desde Bruselas, tras reunirse con los representantes del PPE y eso que todavía no habían encarcelado a Cerdán. Tras admitir lo que era evidente, esto es, que habló con Santiago Abascal de la moción de censura en la cita que mantuvieron en su despacho del Congreso un día antes, explicó que "yo no presento una moción en este momento para perderla. No es el momento de perder una moción de censura en el mes de julio".
Y agregó algo crípticamente: "Veremos cuál es el momento oportuno y si esa moción de censura puede prosperar o no, y en eso estoy trabajando". Fue en esa última afirmación en la que cabe inscribir este cambio de estrategia, es decir, la de dejar de esperar que llamen a la puerta para pasar a testar por dónde respira la Cámara Baja que, de momento, no parece receptiva.
Te puede interesar
1 Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registradoLo más visto
hace 1 minuto
Feijoo es un atolondrado…pobre PP. Ayuso para candidata