No es Pablo Motos (59) dado a dar entrevistas. A diferencia de otros compañeros de cadena y profesión, el comunicador no se presta a dar una rueda de prensa cada inicio y fin de temporada de El hormiguero. Ya sea para presentar las novedades o hacer un balance. El motivo es bien sencillo: Pablo Motos no quiere titulares tergiversados. Tampoco ha hecho una excepción este año a pesar de no haberse dejado amedrentar por La revuelta. Volverá Pablo Motos en septiembre a Antena 3 con la vigésima temporada de El hormiguero, pero antes recibió en su despacho a los jóvenes integrantes del pódcast Tengo un plan. Durante la conversación de casi dos horas, el comunicador pone nombre y apellidos a sus referentes: Sergio Ramos e Ilia Topuria.

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Motos reconoce que en los últimos tiempos ha empezado a trabajar más desde casa y hasta las seis de la tarde no se persona en los estudios. Antes, a mediodía ya estaba allí. "Cuando acabas un programa de televisión en directo es como si te hubieras tomado tres cafés. Y ahora te vas a dormir porque mañana te tienes que levantar a las 8. No hay quien te pare. Lo peor de hacer el programa es la descompresión", admite el presentador de El hormiguero.

"Cuando vuelves a casa se te ocurren los mejores chistes, las mejores preguntas, lo que tenías que haber hecho, lo que has hecho mal... Y cuando se me ocurre un chiste [de] diez o una pregunta de la leche, me pongo de un mal humor que no hay quien me aguante. Entonces le digo a mi mujer que no me hable porque estoy en descompresión. Y hay noches de subidón", explica.

Cuándo descansa Pablo Motos

Y a pesar de tal nivel de exigencia y perfección, Motos reconoce que a estas alturas del curso, el cuerpo sólo le pide descansar tras trabajar de sol a sol. Sólo se coge libre el domingo por la tarde, pues cada fin de semana se prepara las entrevistas y las secciones de la próxima. "Es muy exigente e insano tanto estrés", admite. "Después de 19 años de El hormiguero, lo que venga. Si seguimos, seguimos. Si lo dejamos, lo dejamos. ¿Será suficiente toda esta adrenalina, si se acaba El hormiguero, con dar conferencias o acabarás haciendo otra locura?", añade. No contempla Motos la jubilación, ni tampoco una versión de El hormiguero sin él.

El hormiguero sin Pablo Motos

"Cuando me sustituyó Nuria Roca, estuvo estupendo. Tuve covid y ella lo hizo estupendo. Pero cuando hemos vendido el programa a otros sitios, no acaba de funcionar. El programa se basa en mi personalidad. Y eso es una putada. El formato es estupendo, aunque no tenga sentido. Yo no llevo pinganillo y mi única orden es un cronómetro y un cartel con sugerencias que a veces cojo y otras no", responde. Sostiene Motos que toda entrevista debe tener un objetivo y que cada pregunta le lleva a otra para dar con la respuesta que él quiere. El comunicador, tras veinte años en antena, admite que ya no busca la espectacularidad sino hacer sentir bien al espectador.

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