El Gobierno ya dio muestras en los últimos días de que no se quedará de brazos cruzados ante lo que interpreta como una agresión del PP al derecho de las mujeres a interrumpir voluntariamente su embarazo. Este jueves lo volvió a hacer el propio presidente, Pedro Sánchez, después de que Isabel Díaz Ayuso despachara a la oposición en la Asamblea madrileña con un rechazo al registro de objetores de conciencia: "Váyanse a otro lado a abortar". "No lo vamos a permitir", respondió el jefe del Ejecutivo desde X, donde agregó que el Gobierno hará uso de "todos los instrumentos" legales a su alcance para garantizar que el derecho de las mujeres se cumple también en Madrid.

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