El comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba ha solicitado al juzgado acceder por el parking cuando declare como testigo en el caso de las cloacas del PSOE. En un escrito, su abogado solicita esta medida por "su seguridad y la de su familia" por los puestos que ha ocupado en la lucha antiterrorista.

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Villalba está citado el próximo 5 de noviembre por parte del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid. Allí se sigue la causa contra la exmilitante socialista Leire Díez, el empresario Javier Pérez Dolset y un periodista por supuestamente ofrecer beneficios a dos fiscales a cambio de obtener información comprometedora que afectasen a causas que atañen al Gobierno, al presidente Pedro Sánchez y al PSOE.

El mando de la Guardia Civil está investigado en la Audiencia Nacional, en una pieza separada, por su supuesta participación en la trama de la compra de mascarillas durante la pandemia. Se investiga si habría dado una cobertura segura en las conversaciones que mantenían el exasesor Koldo Garcia y el empresario Víctor de Aldama, entre otros. Habría cobrado 88.000 euros por ello.

En el caso de las cloacas del PSOE, en marzo de este año, Leire Díez se reunió con él en una cafetería. Según las anotaciones del guardia civil, esta le pidió información de mandos de la Unidad Central Operativa (UCO), que investiga los casos de corrupción que afectan al PSOE y a su entorno, así como de otros jefes de Información. A cambio le aseguraron que podían conseguirle puestos de relevancia dentro de la Benemérita.

Antecedente en el Senado

El comandante Villalba ha estado "muchos años" destinado en la Jefatura de Información, la encargada de luchar contra el terrorismo. En concreto, su último destino, antes de ir a la embajada en Venezuela, fue la UCE-2. Esta unidad se encarga de las amenazas terroristas tanto a nivel nacional como internacional, así como grupos del crimen organizado. Sus labores consistían en "gestionar la obtención, recepción, tratamiento, análisis y difusión de información de interés para el orden y la seguridad pública", según el escrito de su abogado.

El letrado del agente señala que cuando declaró en la Audiencia Nacional su testimonio "no trascendió a los medios". En ese momento, el juzgado adoptó medidas para preservar "su imagen una vez se alzó el secreto" de la pieza en la que está investigado. Los mismos pasó en la comisión del Senado. Ahí le permitieron entrar al edificio "por un lugar reservado" y no se grabó ni trascendió su imagen durante el interrogatorio".

Para defender que entre por el garaje en el próximo 5 de noviembre, como por ejemplo ha hecho Begoña Gómez cuando ha ido a declarar, su abogado explica que mostrar la imagen de Villalba en los medios "puede poner en riesgo su seguridad y la de su familia". No por su presunta participación en el caso Koldo, sino por sus labores contra el terrorismo y el crimen organizado.

Cita con la 'fontanera'

En su cita con Leire Díez, considerada fontanera del PSOE, Villalba tomó múltiples notas. La exmilitante se presentó como la persona que estaba detrás de las defensas de José Luis Ábalos y Koldo García. Según sus anotaciones, Díez daba por hecho "que Ábalos [el exministro de Transportes] caerá y su apuesta pasa por Koldo".

El objetivo para salvar al exsecretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, era, según el informe del comandante obrante en la causa, recopilar información comprometida del jefe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), Antonio Balas. Díez y sus socios lo vinculan a Repsol, pese a dirigir diversas investigaciones relacionadas con el sector de los hidrocarburos.

Una vez con esa información sobre la mesa, Díez trasladó a Villalba cuál era el interés que ella y "los de arriba" tenían en él. "Su interés en mi persona pasa para que hable de Aldama, de la UCO (Balas, Corbí, Bonilla, PAPE, del Cte Redondo (exmarido de Macarena Olona , DAO (GC)... Dicen tener muchas pruebas contra la GC incluso se han planteado en ir contra toda la GC, como un elefante por una cacharrería".

La idea era demostrar que la unidad policial en la intervención de las comunicaciones vinculadas a las investigaciones por el fraude del IVA -como el 'caso Hafesa', el 'caso Gaslow' o el 'caso Hidrocarburos'- "habían utilizado el sistema de escuchas IVOVOX y no el SITEL". Según las anotaciones del Villalba, Leire Díez estaba segura de que "esto echaría por tierra las causas judiciales".

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