Esquerra republicana ha decidido pasar al ataque en la campaña electoral catalana, que formalmente empezará la noche de este jueves. Lo ha hecho entrando en el cuerpo a cuerpo con Junts y su candidato, Carles Puigdemont. Y poniendo en primer plano al presidente del partido, Oriol Junqueras. El otro gran protagonista del referéndum del 1-O y la fugaz declaración de independencia de 2017.

Junqueras tendrá agenda propia durante la campaña. Una agenda propia que ya ha estrenado. Este lunes, el líder republicano protagonizó la rueda de prensa semanal de ERC, que habitualmente recae en la portavoz, Raquel Sans. Este martes será la voz de Esquerra en la celebración de Sant Jordi, y en los próximas dos semanas protagonizará mítines locales por toda la geografía catalana, además de acompañar a Pere Aragonès en los actos centrales de la campaña.

Aragonès protagoniza la campaña institucional, aprovechando todos los resortes de la presidencia de la Generalitat, como ya ha venido haciendo hasta ahora. Pero Junqueras será quien de la réplica a un Carles Puigdemont decidido a recuperar el número uno en el bando independentista con la promesa de "restituir" el Govern que hizo posible el referéndum.

La última remodelación del ejecutivo catalán, el pasado enero, ya se hizo en clave de comunicación, con el ascenso de Sergi Sabrià como viceconsejero para responder a los ataques de Junts. "Yo puedo decir cosas que el president no diría" reconocía el propio Sabrià para explicar el cambio.

Los valientes

Ya lo hizo este lunes, al defenderse de las recriminaciones de Puigdemont, que este fin de semana daba por sentada su victoria sobre ERC el 12M y reclamaba a los republicanos su apoyo para recuperar la presidencia de la Generalitat. El candidato de Junts  aseguró en una entrevista en Ara que estas elecciones servirán para "deshacer el empate" entre Esquerra y JxCat que, a su juicio, ha paralizado el movimiento. Puigdemont reclamó además a los republicanos "una posición rotunda de ERC de que no negociarán con el PSC".

"Somos gente valiente orgullosa" respondía Junqueras al ser preguntado sobre las exigencias Puigdemont. "Somos tan valientes que no hemos dudado en sacrificar muchas cosas, incluso en términos personales" por Cataluña, añadía poniendo en valor su paso por prisión. Por ello, añadía, "esta pregunta es un reto, nada me gusta más que superar retos, y saldré cada día a batallar cada mitin, cada encuentro y cada entrevista" para ganar los comicios.

Con esta declaración de intenciones como previa, Junqueras afea a Junts su salida del Govern Aragonès, que abandonaron en el ecuador de la legislatura. "Algunos no pueden evitar anteponer su egoísmo al interés general apoyando presupuestos" apuntaba Junqueras, para concluir que "la mayoría de países intentan tener gobiernos solidos y la mayoría de partidos intentan ser responsables no abandonando el gobierno del que forman parte en momentos de dificultad".

PSC y corrupción

Junqueras no descuida el flanco compartido con el PSC, partido en el que se refugió una parte del voto republicano en las pasadas elecciones generales. Un voto que ERC está convencida de recuperar en unos comicios en clave catalana, pero que alimenta las expectativas de los socialistas, que salen como favoritos en esta contienda electoral.

Lo que explica que Junqueras advirtiera este lunes que "la corrupción siempre es una línea roja" ante futuros pactos, al ser preguntado por la relación del socialista Salvador Illa y el 'caso Koldo'. "Siempre hemos estado en contra de la corrupción, los que quieran robar lo que pertenece a la sociedad siempre nos tendrán en contra" advertía el presidente de ERC, quien ha avanzado que el portavoz republicano en el Congreso, Gabriel Rufián "así lo defenderá y nos hará sentir orgullosos". Horas después, efectivamente, Rufián protagonizaba un duro rifirrafe con Illa.