La política torna de rumbo a pasos agigantados. Y en la calle Génova, donde hace escasos cuatro meses, en febrero, una hemorragia interna desangraba al brazo derecho del bipartidismo, no se preveía una recuperación tan veloz tras la salida de Pablo Casado; y mucho menos que, con el advenimiento de Alberto Núñez Feijóo, llegaría la primera mayoría absoluta en Andalucía, el gran feudo histórico del PSOE. Por entonces, como aseguran miembros del partido, las previsiones internas del PP eran la de un sorpasso de Vox a nivel nacional, convirtiéndose éste en el principal referente de la oposición. Este pronóstico, en cambio, ha dejado de contemplarse tras el triunfo de Juanma Moreno y ya se empieza a hablar de un "efecto arrastre" de cara a los próximos comicios electorales de mayo de 2023.

Los populares ven a Vox "muy tocado" después de 19-J. Creen que, con la estrategia seguida en Andalucía, han acabado descapitalizándose a sí mismos. Y, por el momento, no perciben ningún factor que pueda revertir esa tendencia. Entienden que el Congreso de los Diputados es el principal foco de escena política del partido de Santiago Abascal, pero, ahora, con la baja de Macarena Olona, desde el PP consideran que se les verá "más reguarnecidos", porque sus sustitutos, José María Figaredo e Inés Cañizares, "no alcanzan el mismo nivel" parlamentario. "Vox sube cuando la política es mórbida. Pero, cuando llegas a Andalucía y la política se templa, el populismo no funciona. Y eso va a ser así", afirman fuentes autorizadas.

En Génova, el sentir que empieza a imponerse es que la victoria andaluza provocará un efecto 'caballo ganador' que se extenderá a las elecciones municipales y a los comicios autonómicos que no han celebrado un anticipo de convocatoria. Sin embargo, fuentes del PP expresan preocupación por los acontecimientos que pueden darse en Navarra por el cisma interno que ha experimentado la Unión del Pueblo Navarro (UPN) la fuerza regionalista con la que los populares tienen establecida la coalición Navarra Suma (NA+). Los diputados nacionales Sergio Sayas y Carlos García Adanero han creado la Plataforma Navarra tras su expulsión de las filas que dirige Javier Esparza. Eso, para el PP, puede llevar a la fragmentación del voto.

La situación de la UPN y la plataforma de Sayas y García Adanero puede perjudicar a NA+ en beneficio de Vox

"La situación de la UPN es un problema", porque "si mantiene el pacto con nosotros" Sayas y García Adanero "pueden tirarse a los brazos de Vox" en una confluencia para reforzarse, explican otras fuentes que aluden a las buenas relaciones entre los diputados y la formación verde. Eso, consideran, puede suponer un salvavidas para la derecha radical en el territorio, que en 2019 creció de un 1,29% de los votos en las autonómicas a un 5,86% en las generales. Puede ser una alternativa que arrastre la propuesta de los diputados, ahora independientes en el Grupo Mixto, o genere disconformidad entre el electorado de NA+ que quiera asegurarse la ausencia de cualquier posible pactos con el PSOE de Pedro Sánchez.

La salida de ambos representantes navarros de la UPN se produjo en el mes de febrero, en el contexto de la aprobación del proyecto de reforma laboral de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo Yolanda Díaz. Frente a las directrices desde Pamplona de Esparza para apoyar el texto en la votación, Sayas y García Adanero no siguieron la disciplina y se manifestaron en contra durante el pleno. UPN y el PSOE navarro habían acordado la renuncia de reprobar al alcalde pamplonés Enrique Maya, por unas declaraciones xenófobas, así como el fin de los homenajes a los presos de ETA, a cambio del apoyo a la reforma, pero los dos parlamentarios de las Cortes no querían dar oxígeno a Sánchez. Es oferta, quedó en nada, finalmente.

Mejores proyecciones en Cataluña

Las expectativas en Cataluña son más altas ahora que el PP se postula como el partido mejor posicionado en el centroderecha. Fuentes de la formación creen que, con Ciudadanos agonizando, si el tirón andaluz se replica el próximo año, se puede lograr movilizar al electorado moderado y constitucionalista y llegar a los comicios de 2025, con una base importante de respaldo. Hasta ahora había "dos alternativas", comentan desde el ámbito popular: crear una nueva marca integradora, o seguir con las siglas propias. Y, en este momento, abogan por continuar con las del PP. "Si vuelve a tirar a nivel nacional, eso la retroalimentará", indican.

Pero sí pronostican que el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, pese a ser "buen candidato", tiene difícil repetir al frente de la próxima lista. Especialmente por la demanda de candidatos ganadores que ha hecho Feijóo; de revulsivos que sean capaces de acrecentar y dar un golpe en el tablero electoral.

En Cataluña la oposición conservadora la lidera Vox e Ignacio Garriga. Los verdes entraron por primera vez en el Parlament el año pasado con diez escaños, frente a los naranjas que tienen seis. El PP obtuvo sus peores números en toda su historia: 109.067 votos y tres diputados que le valen para cerrar la lista de representación regional en la cámara. La última vez que el PP entró en La Moncloa, eso quedó replicado en el ámbito catalán con 19 escaños y 471.197. Ahora, se vuelve a aspirar, como mínimo, a eso.