Ha sido una labor de laboratorio, estudio y debate frenética que en apenas diez días ha permitido diseñar una alternativa eficaz a los kits PCR comerciales que todo el planeta demanda. Una nueva prueba que facilita pruebas de detección del Covid-19 con un grado de fiabilidad muy elevado, el 92%, y en el mismo plazo de tiempo, apenas 4 horas. Lo hacen además con un coste de apenas 15 euros por análisis. El logro, pendiente tan sólo de la certificación del Instituto Carlos III, permitiría a los laboratorios de los hospitales disponer de tests sin depender del mercado de obtención de PCRs sometidos ahora a una gran demanda, al igual que los llamados test rápidos, con una sensibilidad probada para detectar el coronavirus de alrededor de un 30%.   

El resultado ha sido posible en un tiempo récord gracias al esfuerzo de más de medio centenar de científicos de la Universidad del País Vasco (UPV) y de centros de investigación del País Vasco (Ikerbasque, Biocruces, Bioaraba y Achucarro y Fundación Biofísika) que de modo coordinado han diseñado un test RT-PCR propio. La labor investigadora se ha llevado a cabo desde el inicio del periodo de confinamiento, el pasado 14 de marzo, cuando un grupo de investigadores se propuso buscar alternativas que pudieran hacer frente a una posible escasez de abastecimiento de test PCR.

La primera fase del trabajo, coordinado por Ugo Mayor, investigador de Ikerbasque, consistió en la revisión de decenas de artículos científicos, puesta en común de posibles abordajes de la cuestión –todas ellas a través de medios telemáticos- y el diseño de un plan de acción. La segunda fase, la más relevante, se activó hace apenas diez días cuando tras acondicionar seis laboratorios en el centro de Biotecnología María Goyri de la UPV se comenzó a trabajar con las muestras enviadas desde el Biobanco vasco. El 27 de marzo se recibieron. “Nos mandaron muestras codificadas, para no conocer cuáles eran positivas y cuáles negativas. Eran muestras tomadas a pacientes. Debíamos comprobar que nuestros test fueran capaces de detectar correctamente los positivos”.

A la espera del Carlos III

Los resultados positivos les permitieron acreditar que se trataba de un procedimiento rápido y fiable, con una capacidad para detectar la carga del virus del 92%, el triple de lo que permite un test rápido. “Ese tipo de test son hoy por hoy, como echar una moneda al aire”, asegura Mayor. A la validación inicial del procedimiento le espera ahora la fase de certificación abierta en el Instituto Carlos III y que Mayor cree que no habrá problemas para obtenerlo, “reunimos los requisitos que plantean, lo que no sabemos es cuánto tiempo requerirá la obtención”.

Este test se podrá emplear en los hospitales de la red sanitaria y de este modo no depender de la compra de PCR en el mercado internacional. “Es algo que está recogido en los planes de contingencia del Gobierno vasco por si se rompe la disponibilidad de stocks. Esto es algo que se podría implementar en un plazo breve en los hospitales”.

El único requisito sería adquirir los reactivos necesarios para llevar a cabo las pruebas y que por el momento no existe problema de compra en el mercado. “Nosotros no hemos tenido ningún problema, los pedimos y nos están llegando al día siguiente”, asegura Mayor. Un material que además permite un coste ajustado de las pruebas estimado por el grupo de investigadores en cerca de 15 euros por análisis.