El Tribunal Constitucional tiene previsto estudiar entre este lunes y este martes el recurso del PSOE para el recuento de votos nulos en Madrid tras las elecciones del 23 de julio. Fuentes del órgano señalan que no hay jurisprudencia sobre un asunto similar y, por eso, creen que deben explicar en qué casos se puede volver a contabilizar papeletas en un proceso electoral. Otras fuentes advierten de que, de estimarse el recurso, se creará un precedente peligroso en el que muchos partidos políticos podrán acudir al Tribunal para que se revisen votos por toda España. Antes de todo, los magistrados deben decidir sobre el recurso del PP que ha pedido apartar a Laura Díez, la ponente, del asunto.

La Sala Segunda reúne hoy a sus seis magistrados. Es la encargada de revisar todos aquellos recursos electorales que se hayan producido después de los comicios del 23-J y tiene un reto importante por delante: crear doctrina a través del recurso socialista en el que se pide revisar los 30.000 votos que se declararon nulos en Madrid por si hubiera errores de última hora que pudieran hacer al partido de Pedro Sánchez ganar un escaño más en el Congreso de los Diputados. La idea de los togados era revisar el asunto cuanto antes porque este martes termina el plazo y, además, se suma una reunión en pleno en la que tendrán que deliberar otros asuntos.Pero la Sala ha tenido que esperar a recibir las alegaciones de la Fiscalía por lo que lo previsible es que el tema termina de desenredarse un día más tarde.

Los magistrados admitieron a trámite el asunto pasado martes con los cuatro progesistas a favor y los dos conservadores en contra. El partido consideraba vulnerados sus derechos de participación política y después de la negativa, no sólo de la Junta Electoral Provincial y la Central, sino también del Tribunal Supremo, decidieron acudir al órgano que pone los límites de la Constitución. Los togados consideraron el asunto de "especial trascendencia" precisamente por la falta de precedentes.

El PSOE argumenta un hecho similar en 2015 cuando el Constitucional aceptó que se estudiaran de nuevo 7.118 votos nulos en Extremadura. En ese caso, el recurrente era Izquierda Unida y el punto de disputa estuvo en que las papeletas se habían impreso con una tinta distinta a las demás y se habían declarado no válidas. El Tribunal dijo que había que "conocer de la manera más exacta la verdadera voluntad de los electores manifestada en el proceso electoral" y, por tanto, aceptó que se volvieran a analizar.

La Sala Tercera del Supremo, sin embargo, ni siquiera entró a valorar el tema porque entendió que este caso no era ni de lejos parecido, puesto que el PSOE no ha esgrimido ninguna irregularidad en el conteo. La Sala dijo que hacía falta "acreditar una irregularidad o vicio en el proceso elecotral" y en este caso las actas de las mesas electorales se cerraron con acuerdo de todos los miembros.

Es por eso, precisamente, que una parte de las fuentes consultadas en el Constitucional entienden que no debe darse la razón al partido de Sánchez que, simplemente, ha mostrado su voluntad de que vuelvan a contarse los votos pero no ha logrado demostrar ningún tipo de error.

De estimarse el recurso, dicen, podría darse una especie de "efecto llamada" para el resto de comicios a partir de ahora y cualquier partido político que por un puñado de votos se quedara fuera de una silla podría recurrir al tribunal de garantías para revisar el escutrinio. Dicen estas fuentes que esto supondría un verdadero problema, por ejemplo, en elecciones municipales en las que todo el territorio español se llena de urnas y los votos muchas veces están ajustados entre unos y otros.

Pero el Tribunal Constitucional viró de mayorías en la última renovación en la que Cándido Conde Pumpido se consagró como presidente y desde entonces los progresistas se han impuesto en todas las decisiones. El objetivo del PSOE si logra que se revisen unos 30.000 votos nulos en Madrid es recuperar el escaño que perdieron por el escrutinio de las papeletas del exterior. La diferencia que le separa del PP es escuálida: 1.341 votos. De volver a conquistar esta silla, los socialistas ya no necesitarían el sí expreso de Junts sino que valdría con que la formación de Carles Puigdemont se abstuviera.

Recusación de Díez

Pero antes de nada habrá que resolver un primer escollo: decidir si Laura Díez se aparta de la deliberación. Esto tampoco cambiaría necesariamente las cosas puesto que sin ella la Sala Segunda sigue teniendo mayoría progresista (tres a dos). La formación liderada por Alberto Núñez Feijóo alegó el pasado jueves que "la magistrada fue alto cargo del Gobierno del PSOE, trabajando en las órdenes directas de Carmen Calvo y Félix Bolaños" y, a su juicio, esto compromete la imparcialidad de la ponente.

El PP recordó que Díez fue designada magistrada del Constitucional por "el propio Gobierno de Sánchez" y por eso, dicen, "su interés" es "favorecer los intereses del PSOE". El Constitucional deberá decidir primero si ella se debe quedar al margen de la resolución, pero las fuentes consultadas señalan que "no será fácil que prospere" puesto que, esgrimen, el Tribunal no es muy partidario de recusar a magistrados. Esté ella o no, recuerdan, con cinco togados hay quórum suficiente por lo que la resolución no debería dilatarse más.