El titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, acaba de admitir a trámite la querella presentada por la Fiscalía el pasado viernes contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales por un presunto delito de agresión sexual y otro de coacciones. El magistrado solicita a varios medios de comunicación que remitan las imágenes del momento del beso que el exdirectivo propinó a la jugadora de la selección femenina Jennifer Hermoso en la final femenina del Mundial en Sídney (Australia) el pasado 20 de agosto.

En el escrito, el juez acuerda dar traslado a Rubiales de los hechos que se le imputan y activar las primeras diligencias para recabar todos los puntos de vista que fueron grabados por las cámaras sobre la supuesta agresión. En primer lugar, solicita que se requiera a RTVE "el vídeo o los vídeos que tengan en sus archivos, que recojan el momento desde todos los ángulos en el que el querellado besa a la denunciante", pero también "los minutos inmediatamente anteriores y posteriores" a la celebración del triunfo. Así, busca aclarar cómo fue exactamente la acción con cuantas más imágenes sea posible y entender cómo se comportó la víctima y el supuesto agresor.

Igualmente, insta a la Unidad de Policía Judicial que pida al diario El País el vídeo de la celebración en el vestuario que recogió en algunos de sus artículos. Se trata de un fragmento en el que la propia Hermoso aparecía en un directo de la red social Tik Tok comentando con sus compañeras que no le había gustado el beso mientras celebraban la victoria. "No me ha gustado, eh", expresó la jugadora. El juez propone al diario As que faciliten también "el vídeo de los momentos del beso y cualesquiera otros relacionados con estos hechos".

Y, por último, pide a La Vanguardia, que haga entrega de las imágenes de la celebración en el autobús de la Selección cuando la jugadora vuelve a enseñar la grabación del beso a sus compañeras entre risas. Estas imágenes se han utilizado por el entorno de Rubiales para tratar de desacreditar la versión de Hermoso y hacer ver que no sufrió una agresión sexual, sino que, como sostiene él, se trató de un gesto consentido.

En esencia, esto es lo que debe dirimir la investigación. Por el camino, el juez De Jorge se ha dejado algunas diligencias que la teniente fiscal Marta Durántez había redactado en su querella, sin perjuicio de que puedan acordarse más adelante. En el escrito del Ministerio Público se proponía que tanto Hermoso --en calidad de testigo-- como Rubiales --como imputado-- acudieran a declarar a la Audiencia Nacional, así como que se hicieran "las comprobaciones oportunas" para cerciorarse de que el delito estaba tipificado en el Código Penal australiano. Requisito indispensable para que las pesquisas prosperen.