El sicario de origen tunecino que disparó al expresidente del PP catalán y fundador de Vox Alejo Vidal-Quadras el pasado 9 de noviembre se hospedó en un hotel de Fuenlabrada (Madrid) la noche antes del atentado. Mehrez A. permanece en paradero desconocido y las autoridades españolas y francesas colaboran estrechamente para encontrarlo. Si sobre él ya pesaba una orden de detención de Francia, el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha activado también otra orden de busca y captura de España, según confirman distintas fuentes de la investigación.

La noche del 8 de noviembre, Mehrez A. se alojó en el Hotel La Cantueña, situado en la autovía de Toledo, muy cerca de donde se encontró la motocicleta calcinada, en las horas posteriores en las que Vidal-Quadras fue trasladado al hospital. El pago lo hizo en efectivo, por lo que no dejó rastro monetario allí sobre el que poder tirar, explican citadas fuentes a El Independiente.

Dicho alojamiento publicita en un portal web que "en la recepción se habla inglés y español, y el personal está dispuesto a ayudar en cualquier momento". Los investigadores creen que Mehrez A. no habla español, de hecho, lo vinculan con un suceso que ocurrió justo el día anterior en la zona del Palacio de La Zarzuela cuando el servicio de seguridad de la Casa Real detectó un hombre en moto que hablaba francés y que dijo haberse perdido. Al día siguiente Vidal-Quadras era atacado en la calle Núñez de Balboa (Madrid) cerca de su domicilio.

En un primer momento, los testigos oculares indicaron dos pistas que luego terminaron siendo erróneas: que el tirador iba acompañado de una mujer en la moto y que el vehículo era de la marca Yahama. El minucioso análisis que la Policía Nacional ha realizado de las cámaras de vigilancia del lugar advirtió de que el sicario iba solo y de que se trataba en realidad de una BMW que se halló quemada horas después en un polígono industrial muy cerca del hotel donde había estado Mehrez A.

Los agentes han podido analizar también grabaciones del momento en el que se quemó la motocicleta con gasolina.

Las fuentes consultadas explican que el tunecino había solicitado la habitación con su identidad y la Policía Judicial acudió al alojamiento cuando saltó la alarma de búsqueda de la Interpol porque Francia la había activado tras un asesinato vinculado a un asunto de drogas. Para entonces, el sicario ya había huido. No fue hasta más tarde cuando los investigadores relacionaron los hechos y todas las piezas de esta parte del puzle encajaron.

La pistola no aparece

A pesar de que se ha insinuado que el autor del disparo no era profesional por la suerte que corrió Vidal-Quadras, distintas fuentes de las pesquisas consideran lo contrario. La Policía difundió en una nota en la que explicaban que el atentado "fue preparado de manera meticulosa durante semanas antes" en las que incluso se hicieron vigilancias sobre el político. El sicario se acercó a escasos metros y le descerrajó un tiro que acertó en la cara, una vez que creyó que había acertado se preocupó en salir rápido de uno de los barrios más acaudalados de Madrid a plena luz del día. No es descabellado pensar que el autor del intento de asesinato supusiera que había cumplido con su encargo.

Afortunadamente, el proyectil no alcanzó ninguno de los órganos vitales del fundador de Vox a quien ya se le ha dado el alta del hospital en el que le operaron de urgencia. Los investigadores manejan la tesis de que el tunecino era un profesional, que se pudo llevar la pistola consigo. Ahora permanece en paradero desconocido y no se descarta que pueda haber huido a cualquier otro país.

Con pasaporte francés puede atravesar todo el espacio Schengen e incluso cabe la posibilidad de que maneje pasaportes falsos y pueda haber huido a otros países como Marruecos. Ahora no sólo Francia está tras él, sino que la Audiencia Nacional acaba de activar una orden de detención.

El detenido más importante: Naraya G.

Igual que el testimonio de los testigos se ha sometido a contradicciones, también se está haciendo lo mismo con el de los investigados que el viernes de la pasada semana declararon ante el juez Francisco de Jorge, tras pasar más de 48 horas detenidos. La causa sigue bajo secreto de sumario.

La Comisaría General de Información y la Brigada de Información de Madrid escudriñan todos los detalles de las cámaras, los teléfonos y toda la información incautada en los registros.

La relevancia del detenido en Lanjarón (Granada) Naraya G., convertido al Islam chíi (una corriente de la fe musulmana profesada mayoritariamente en Irán) es innegable según distintas fuentes de las pesquisas. Los investigadores tienen claro que no es el cabecilla ni quien encargó y pagó el ataque porque no parece tener la capacidad económica y las redes suficientes, pero sí ejerció un rol de coordinador destacable.

Se trata de un hombre con un perfil de cierta vulnerabilidad social, que vivió en la comuna 'Beneficio' en la zona de La Alpujarra donde sus habitantes hablan en inglés. Hacía días que se había trasladado con su pareja a una especie de piso franco que los agentes terminaron registrando. El juez De Jorge lo envió a prisión provisional el pasado viernes.

La investigación se centra ahora en la cúspide de la pirámide. No se descartan más detenciones de posibles colaboradores de la parte "logística", pero los investigadores mantienen a buen recaudo el secreto sobre el verdadero núcleo ejecutor. Trabajan con sigilo y guardan con celo las distintas vías que tienen abiertas para llegar al cerebro del atentado que se investiga como terrorismo.

Tal y como contó este periódico, la tesis de que sea Irán como país el que esté detrás del presunto delito de terrorismo no es ni de lejos una pieza afianzada. Los agentes de Información mantienen distintos cursos de investigación abiertos en la que se ha bautizado como 'Operación Tercio'. Se trabaja con la principal hipótesis del vínculo iraní porque dan credibilidad a las palabras de Vidal-Quadras en el hospital, pero puede tratarse de algún grupo o algún tipo de deuda económica en ese sentido.

Los otros dos detenidos por el momento han quedado en libertad con medidas cautelares (obligación de comparecer cada 15 días en el juzgado y prohibición de salir de España). Los agentes están haciendo comprobaciones sobre la profundidad de la implicación de Adrián R., relacionado con la motocicleta, y de Sascha B. una británica, pareja del chií.