2017, el regreso de Nokia, el viejo rey de los móviles

Es cierto? ¿Realmente ha vuelto Nokia? Parece que si. En 2016 HMD Global, una compañía formada por exejecutivos de Nokia, compró los derechos de propiedad intelectual a Nokia para poder volver a fabricar teléfonos Nokia.

¿Suena extraño? Cierto, porque lo es.

No hace muchos años, 10 sin ir más lejos, la marca finlandesa reinaba de forma absoluta en el mercado de móviles. Terminales pequeños, con gran duración de batería, aquel teclado con texto predictivo T9  y el juego de la serpiente.

Tras la aparición del iPhone y los teléfonos Android la caída de los fineses fue rápida y dramática. Lo intentaron con algún modelo de pantalla táctil y sistema operativo Symbian como el N95 o el N97, pero su tiempo empezaba a pasar y cayeron sin remisión en el olvido. En 2011 lanzaron una nueva serie de teléfonos que utilizaba el sistema Windows Phone de Microsoft, con poco éxito, y finalmente en 2014 incluso fueron adquiridos por la compañía de Windows.

A principios de 2016 las cosas no pintaban nada bien. La baja venta de terminales provocó que se anunciase un recorte de 900 millones de euros, que incluía el despido de 1.400 empleados en Alemania, 1.300 en Finlandia y 400 en Francia. Recordemos que Nokia es una multinacional que no solo fabricaba móviles: comenzó fabricando papel, zapatos y neumáticos a comienzos del siglo XX, siguió por radio-transmisores y a partir de los 80 comenzó a fabricar móviles. También ha fabricado en los últimos años tabletas y dispositivos de fitness.

Para su vuelta Nokia necesitaba un golpe de efecto y lo consiguió presentando un 'reboot' del mítico Nokia 3310

Y en esas en mayo de 2016 apareció HMD que, como hemos comentado al principio, compró a Nokia la marca para poder fabricar móviles. Y para asegurarse la capacidad de producción llegaron a un acuerdo con Foxconn, el socio industrial chino que fabrica el iPhone de Apple.

Para empezar con una vuelta a lo grande, la nueva Nokia, necesitaba un golpe de efecto, y lo consiguió: durante el Mobile World Congress de febrero de 2017 resucitó el mítico Nokia 3310 con una segunda vida, actualizando el diseño original pero manteniendo el aire retro, algo muy del gusto de hipsters y modernos que compran cámaras Lomo, llevan relojes Casio y meten todo en el cajón del olvido a los seis meses. Conexión 2G, imposibilidad de utilizar Whatsapp u otras aplicaciones habituales son algunas de sus limitaciones, aunque tampoco debe sorprender en un teléfono de apenas 60€.

Durante el evento celebrado en Barcelona mostró otros tres nuevos terminales, que sirvieron para poner sobre la mesa la nueva estrategia de la marca: terminales sencillos, de diseño cuidado y, sobre todo, funcionando con versiones 'puras' de Android sin molestas personalizaciones y con actualizaciones rápidas a las últimas versiones presentadas por Google.

Así vieron la luz el Nokia 3 y el Nokia 5, dos terminales que si bien por características se encuentran en la gama baja y baja-media, tienen un diseño y acabado muy cuidados, pantallas de 5 y 5,2 pulgadas, incluso en el caso del Nokia 5, diseñado totalmente en aluminio y con algunas prestaciones de gama superior como el lector de huellas integrado. El precio además es otro argumento más de venta: alrededor de 140€el Nokia 3 y 200€ el Nokia 5.

A la gama media llegó el Nokia 6, de diseño muy cuidado, pantalla de 5,5 pulgadas, acompañado de una buena cámara de fotos y un rendimiento mayor que sus dos hermanos pequeños. El precio, entre 250€ y 300€, en función de la memoria y la capacidad de almacenamiento, ya que existen versiones de 2GB de memoria y 32GB de almacenamiento y otra superior de 4GB de memoria y 64GB de almacenamiento.

Esta vuelta de Nokia se ha completado con el Nokia 8, situado en la gama premium para luchar con los Samsung, LG, Huawei... de mayor precio y funcionalidades. Un terminal que puede enfrentarse sin complejos a los grandes, sin presentar ningún aspecto revolucionario pero con una sensación de solidez y calidad fuera de dudas. Pantalla de 5,3 pulgadas, 4GB de memoria, 64GB de almacenamiento, buen diseño, cámaras Zeiss con doble selfie... todo está en la media de lo que se espera de un móvil de gama alta.  El precio, de nuevo, un arma con el que competir en este segmento, ya que los 550€ por los que se puede encontrar son entre 100€y 300€ menos que sus rivales.

Aunque los groupies de la marca esperasen un regreso a lo grande con novedades revolucionarias la estrategia que ha adoptado Nokia parece, sin embargo, más inteligente.

Productos que no son deslumbrantes pero que tienen un alto grado de calidad, un funcionamiento impecable, que apuestan por una experiencia de usuario 'pura' sin aplicaciones basura y rápidas actualizaciones de seguridad y de nuevas versiones del sistema operativo, según fuentes de la compañía, "durante al menos dos años". A todo ello se suman unos precios muy competitivos.