Ciencia y Tecnología

El hombre que lee el agua

Pocos en España conocen a Tristan Gooley. La editorial Ático de libros acaba de publicar Como leer el agua, su primer volumen en castellano. A medio camino entre Félix Rodríguez de la Fuente y Joaquín Araujo es imposible distinguir la vida de Gooley de sus libros. Naturalista, aventurero, divulgador televisivo y sobre todo caminante. Mucho de lo que se puede hacer, ver y conocer fuera de casa - y lejos de la ciudad - él lo ha hecho y lo ha escrito. En su primer bestseller Natural navigator, todavía inédito en España, había contado “el lado salvaje” de las metrópolis. Ahora ha dado el salto de la tierra firme al agua para explicar todo lo que siempre hemos querido saber sobre el agua y nunca hemos sabido bien a quién preguntar.



Vídeo: G. M. Piantadosi

Como los habitantes de las islas marshall del pacífico enseñaron a los exploradores ingleses del siglo XVIII, existen muchas maneras de mirar al agua y la forma que se la ha mirado en occidente tampoco es la más adecuada para entender la complejidad existente detrás de lo que llamamos "masa de agua”.

“Estamos acostumbrados a mirar al agua como una ventana sobre otro mundo. La gente quiere mirar los peces o los corales. En Cómo leer el agua intento poner el foco sobre las singularidades, los signos y los indicios del agua en sí” - cuenta a El Independiente durante una excursión en barco por el estanque del Retiro - “Hay muchas cosas maravillosas en el agua, pero el agua en sí misma es maravillosa, tiene una personalidad, una historia que merece ser escuchada”.

Otro ecologísmo

El viaje de Gooley alrededor del mundo líquido empieza en el lugar, aparentemente, menos especial: un vaso de agua en una cocina. Hay mucho que descubrir en tan poco espacio. De ahí a la siguiente parada, los charcos, el salto es breve. Arranca así un recorrido lleno de pequeñas revelaciones y anécdotas que esconden significados de carácter global sobre nuestro planeta y su frágil equilibrio.

No se considera un ambientalista al uso. Cree que habría que enfocar la educación en ecología de otra forma. “Decir a la gente cómo tiene que comportarse siempre llevará consigo una rebeldía. La mejor manera de cambiar los comportamientos y preservar el medio ambiente es hacer que la gente se enamore de la naturaleza. Solo entonces empezaremos a cuidar de ella”, asegura mientras rema.

Entre las hazañas de Gooley está haber cruzado dos veces el océano Atlántico en solitario, en avioneta y en barco, ambas ocasiones en 2007. “El refranero reza que en barco tienes miedo a morir lentamente y en avión a morir de prisa. - cuenta durante la entrevista - Durante una larga navegación no hay nada para distraerse y el estado de ánimo puede cambiar de repente y sin aparente razón”, cuenta Gooley que recuerda una anécdota de su viaje en avioneta, un pequeño Chessna. “Hubo un momento en el que creía que el aparato se iba a romper - cuenta el autor - y justo mientras intentaba bajar se me volcó el contenedor para la recogida de orina del piloto… pasé a preocuparme de la muerte a que no tenía otra ropa”.

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