El Gobierno de Botsuana ha comenzado este viernes la subasta de licencias para matar elefantes un año después del levantamiento de la veda contra las cacerías de paquidermos.

La puja, que se celebra en la capital del país, Gaborone, requiere que los participantes entreguen un depósito previo, con derecho a devolución, de unos 25.000 euros. El Gobierno concederá 70 licencias, con uso efectivo para 2020, que podrían alcanzar los 40.000 euros por cada unidad.

En total y para este año el Gobierno ha impuesto un límite máximo de 272 elefantes para su cacería, de los cuales 202 estarán sujetos a licencias solo para cazadores extranjeros a lo largo de la temporada de abril a septiembre.

El retorno a la caza de elefantes viene por orden del presidente del país, Mokgweetsi Masisi, quien decidió revertir la prohibición impuesta en su momento por su predecesor, Ian Khama.

Masisi ha explicado que la decisión responde a las quejas de muchas comunidades rurales de Botsuana, que consideran que la reapertura de la veda alejará a los paquidermos lejos de sus cultivos.

Botsuana cuenta con la mayor población de elefantes del mundo, unos 130.000, la mayoría de los cuales viven en el norte del país, en la frontera con Zambia y Zimbabue.