Este verano se prevé más cálido de lo normal en gran parte del país dado el patrón atmosférico dominante que se espera: un anticiclón de las Azores centrado en el Atlántico y con España, Francia y Reino Unido bajo su radio de influencia, según avanza eltiempo.es.

Se prevén temperaturas por encima de la media en toda España, especialmente en el interior peninsular, donde las anomalías térmicas podrían estar de media entre 1 y 2ºC por encima de lo normal. En la costa cantábrica, gallega y en Canarias el verano podría ser normal o ligeramente más cálido, mientras que en el resto de la península y Baleares podría ser más cálido.

Junio podría comenzar con temperaturas dentro de lo normal e incluso algunas lluvias. Sin embargo, la tendencia cálida del verano se mantendrá en los siguientes meses.

En cuanto a las precipitaciones la tendencia no está tan clara, los modelos de previsión muestran que existe una probabilidad de entre el 40% y 50% de que el verano sea ligeramente más seco de lo normal. Por el contrario, con una probabilidad de entre un 20% y un 40% estiman que el verano sea normal en precipitaciones. En cualquier caso, no se observa una tendencia extremadamente seca. En ambos archipiélagos también se espera un verano normal en cuanto a precipitaciones.

¿Cómo han sido los últimos veranos en España?

En los últimos 10 años todos los veranos han sido cálidos o muy cálidos. En el registro que parte de 1965, se observa que los veranos de 2003, con una temperatura media de 25ºC, y 2017 con 24,7ºC, han sido los más cálidos. Como años de récords se encuentran 2017, con la temperatura más alta de todos los veranos registrados: 46,9ºC en Córdoba aeropuerto. Y en 2018 se dio el mayor número de tormentas en un solo verano desde el año 2000.

En los 70 se dieron grandes contrastes en esta estación, mientras que en , en 1975 se registraron el mayor número de olas de calor (5 episodios en un solo verano); en 1977 se vivió el verano más frío en España. En la década de los 90 se vivieron en España los dos veranos más lluviosos, en 1992 y 1997. Sin embargo, al otro lado de la balanza se encuentra 1994 como el verano más seco, seguido de 2016 con tan solo 36 mm de media de precipitación.

¿El verano podría frenar el Covid-19?

En una serie de encuentros para conocer el alcance y relación del coronavirus y la meteorología, Mar Gómez y Mario Picazo, del equipo de meteorología de eltiempo.es analizan junto a los microbiólogos Víctor Jiménez Cid (Universidad Complutense) y Juan Antonio Abascal, (Universidad de Zaragoza), cómo pueden influir factores como el calor, la humedad, la lluvia o la radiación ultravioleta en la expansión del coronavirus.

En cuanto a la influencia de la humedad y la temperatura en la propagación del virus, Jiménez Cid apunta que podría impactar de una manera “muy limitada” en la transmisión del Covid-19. “Pueden tener cierto impacto, pero realmente no es lo más crucial y la prueba es que estamos viendo transmisiones en lugares con estas características”, ha añadido.

“No está claro que el virus pudiera desarrollar una estacionalidad concreta, como es el caso del virus de la gripe. Sí cabe esperar que el verano pueda ayudar a reducir la transmisión, pero yo tengo claro que este virus ha venido para quedarse”, ha subrayado el microbiólogo, quien recuerda que el virus se transmite muy bien en temperaturas y condiciones de humedad veraniegas.

Juan Antonio Abascal analiza cómo los diferentes tipos de coronavirus se adaptan al clima de cada territorio: “Este nuevo coronavirus se encuentra cómodo en todos sitios. El resto de coronavirus se inactiva por las altas temperaturas. Este es posible que también lo haga, pero no tenemos ninguna evidencia”.