El colectivo Campamentos de Verano, que aglutina más de 500 entidades, ha redactado un Protocolo Higiénico Sanitario. En este documento, invitan al diálogo a las autoridades para la realización de las actividades de ocio que disfrutan cada año casi cuatro millones de niños, niñas y jóvenes, durante la ya cercana temporada estival 2020, puesto que la pandemia del coronavirus COVID-19 deja en el aire su puesta en marcha.

Después de dar a conocer el manifiesto en que el colectivo se mostraba abierto al diálogo para trabajar con las autoridades en la desescalada, presentan ahora un protocolo que sirva como "punto de partida" para apelar a la interlocución con las instituciones y redactar junto a ellas un plan de actuación.

De momento, lo único que saben los organizadores de los campamentos es que "los urbanos están permitidos, pero estamos esperando las instrucciones del Gobierno para realizar los que implican pernoctar", comentan a El Independiente fuentes de Campamentum.

Profesionales en el área de Sanidad y Prevención del Colectivo de Campamentos de Verano, han trabajado en la redacción del protocolo, que tiene como objetivo "garantizar la seguridad, proteger la salud y minimizar el riesgo de contagios entre los participantes en actividades de ocio educativo en el ámbito nacional" con instrucciones pensadas en la Higiene y control Sanitario tanto de los participantes, como del personal y proveedores de las instalaciones.

Para participar en el campamento, las familias tendrán que aceptar una declaración responsable, donde confirmen que en los 14 días anteriores al inicio del mismo, el menor no ha presentado tos, fiebre, cansancio o dificultades respiratorias. En esta afirmación debe indicarse igualmente, si el niño ha estado en contacto con alguna persona que sufriera esos síntomas. Lo mismo tendrán que hacer los monitores.

Una vez confirmado el estado de salud de los asistentes al campamento, los coordinadores y monitores darán una charla informativa a los menores el primer día acerca de la responsabilidad individual y normas de higiene que deberán seguir, entre lo que se incluye la "obligatoriedad de lavarse las manos con frecuencia, o toser y estornudar en el hueco del codo". Concluida la charla inicial, se reforzará visualmente con carteles informativos. Además, aumentarán la higienización de los espacios comunes, habitaciones, baños y duchas, y habrá una mayor frecuencia de ventilación diaria.

En caso de que una persona presente síntomas una vez en las instalaciones, deberá interrumpir la actividad que esté haciendo, indicándoselo al coordinador, quien a su vez se pondrá en contacto con el centro de salud correspondiente para notificarlo y esperar sus instrucciones. Se telefoneará igualmente a la familia del afectado.

La importancia de establecer un calendario de verano

El colectivo Campamentos de Verano pide a las autoridades las condiciones necesarias e imprescindibles para la consecución de la actividad con la mayor normalidad posible, teniendo en cuenta la Higiénico-Sanitaria y creando Espacios protegidos de COVID-19, además de un calendario de adaptación para que tanto el sector como las familias sepan la situación que van a encontrar este verano.

Solicitan igualmente que el plan de adaptación a las medidas del COVID-19 que atañe a las comunidades autónomas, sea a nivel nacional, para que así no haya desigualdad entre zonas. Además, piden ayudas o subvenciones debido a los efectos que está provocando la pandemia, en un sector "con un alto nivel de temporalidad" y que ahora reconoce estar "en una situación límite".