El irradiador Ulises, de la tecnológica estadounidense, Xenex, es un robot equipado con una lámpara de gas xenón que emite luz pulsada ultravioleta tipo C (UVC), la única tecnología capaz de reducir el 99,99% de la carga viral de Covid-19, en superficies, a una distancia de 2 metros y en tan solo 2 minutos. Así lo ha confirmado, a través de un estudio, el Servicio de Bioseguridad del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), perteneciente al CSIC.

Fue en 2015 cuando Clece introdujo en Europa el primer robot Xenex para incorporarlo a los protocolos de limpieza y desinfección del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. En este momento, son 37 los robots distribuidos por la empresa en residencias de mayores y dependientes, y en los centros sanitarios cuya limpieza gestiona, como el Hospital la Fe de Valencia, Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía, Hospital Virgen de la Candelaria de Tenerife, Hospital Virgen de las Nieves de Granada, Hospital Miguel Servet de Zaragoza o el Hospital Vall d’Hebron, entre otros centros.

El dispositivo con luz UVC ya había sido empleado con éxito en emergencias sanitarias como el MERS (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio), en 2012, o el ébola, en 2014. Pero la crisis del coronavirus ha puesto a prueba los límites de esta tecnología, que ha respondido con efectividad en la eliminación de SARS-CoV-2. “Los resultados obtenidos recientemente sobre los coronavirus HCoV-229E y SARS-CoV-2, causante de la COVID-19, confirman que el sistema Xenex es muy eficaz en la reducción de la carga microbiológica de una superficie contaminada, obteniéndose claramente el nivel de desinfección (reducción del 99,99%)” confirma Fernando Usera, responsable del servicio de bioseguridad del CNB, “es rápido y muy eficiente si se realiza una limpieza previa de las superficies a tratar y estas se exponen completamente durante el proceso de desinfección, evitando sombras que dificulten la llegada de la luz germicida”, puntualiza.

Mientras que la limpieza elimina la suciedad y la materia orgánica presente en las superficies, la desinfección destruye los microorganismos presentes en estas mismas superficies. Para lograr una elevada desinfección, “es imprescindible realizar primero una buena limpieza de arrastre”, confirma Patricia Márquez, Responsable de Calidad de Ndavant Multiserveis, la filial de Clece que gestiona el servicio de limpieza hospitalaria en el Vall d’Hebron. “Con los sistemas de desinfección convencionales, químicos y por arrastre, se consigue una desinfección en un porcentaje elevadísimo. Si, además, aplicamos la potencia del robot Xenex, la desinfección de las superficies expuestas es absoluta”, asegura.

Daniel Almerich, Jefe de Servicio de Limpieza Hospitalaria en el Hospital Universitario La Fe de Valencia, añade que otra gran ventaja de esta tecnología es que el tiempo de espera para ocupar la dependencia desinfectada, que en el caso de Xenex “es cero”, es decir, “se puede ocupar inmediatamente después de la desinfección”, además, “es fácil de utilizar y no tiene prevista obsolescencia como sí la ha tenido el mercurio”, subraya.

Desde la expansión de la pandemia, los robots forman parte de los equipos de liberación de zonas covid en los hospitales de cuya limpieza se encarga Clece. Una vez realizadas la limpieza y desinfección convencionales, Xenex entra en todas las estancias de la unidad a liberar (habitaciones, zonas comunes, lavabos, despachos, etc.) para asegurar la desinfección total de cada una de las superficies y la ocupación inmediata de las unidades desinfectadas.

El incremento de uso de Xenex en los servicios de limpieza en hospitales públicos ha llegado a ser del triple desde el inicio de la pandemia. Aun así, los equipos también lo han empleado para su otra función, la que cumplía antes de la crisis sanitaria. “Compartimos con la unidad de Medicina Preventiva del hospital una planificación preventiva, a raíz de la cual, Xenex trabaja de forma recurrente en zonas de alta asepsia”, destaca el responsable de limpieza del Hospital La Fe. “El dispositivo Xenex con luz UVC aplicado de manera preventiva en las diferentes unidades, contribuye a prevenir y controlar tanto las Infecciones Nosocomiales (IRAS), como la contaminación cruzada, algo que es de suma importancia en cualquier entorno sanitario”, subraya Patricia Márquez.

En todas las unidades donde se utiliza el robot de manera habitual, como es el caso de las UCIs, los sanitarios están familiarizados con él hasta el punto de llamarlo por su nombre. Sergi es el robot que trabaja ahora en el Vall d’Hebron y sustituyó a Norman. Lo de ‘Sergi’ ha sido por aclamación, es muy conocido en todo el hospital “porque está muy integrado en los circuitos establecidos por los protocolos de desinfección de Aislamientos Multiresistentes y en la liberación de unidades Covid”. Los sanitarios se interesan por su funcionamiento y por la tecnología de luz UVC. También por la seguridad del robot que “han podido confirmar, de primera mano, que se trata de un dispositivo muy seguro y de fácil manejo”, resuelve la Responsable de Calidad de Clece. 

Por su parte, Ruby llegó al Hospital La Fe de Valencia, sustituyendo a Newton. Es una más en el Hospital y demandada por distintos servicios, la mayoría de alta asepsia. Los médicos “nos preguntan cómo puede desinfectar así una luz, qué efectividad tiene o cuánto tiempo hay que esperar para ocupar una sala”. La desinfección se produce por una luz pulsada UV radiación C “que es la misma que en la capa de ozono, por eso los virus y bacterias no tienen defensa contra ese tipo de radiación”, aclara Daniel Almerich.

Clece valora la incorporación del dispositivo Xenex con luz UVC como una innovación transformadora del sistema de desinfección hospitalaria.