El fuego ha arrasado más de 54.000 hectáreas de superficie en unos 6.200 siniestros forestales, tras sumar este fin de semana más de 7.500 hectáreas arrasadas por las llamas solamente en Galicia, a las que habría que sumar las calcinadas en otros puntos de la geografía como Alanje (Badajoz) o Nívar (Granada).

El último balance oficial de hectáreas y fuegos registrados contabilizado por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico recoge los datos hasta el 6 de septiembre, pero la última semana y en particular el fin de semana del 11 al 13 de septiembre han sido muy activos en cuanto a incendios.

Así, hasta el 6 de septiembre se habían quemado 46.322,34 hectáreas de superficie en un total de 6.172 siniestros ocurridos desde que comenzó el año. Los datos arrojan hasta esa fecha un 61,93 por ciento menos hectáreas quemadas que hace un año.

No obstante, no hay tanta diferencia en cuanto al número de grandes incendios (GIF), aquellos en los que se superan las 500 hectáreas, ya que en este año se han producido 10 GIF frente a los 13 del mismo periodo del año pasado. Respecto a la media del último decenio, el fuego se sitúa este año un 33,48 por ciento por debajo de los últimos diez años. Sin embargo, varios de los incendios de Galicia superarán con gran probabilidad esa barrera de las 500 hectáreas y engrosará así el trágico balance.

Además, hasta el 6 de septiembre se han contabilizado 6.172 siniestros, de los que la mayoría, 4.039 fueron conatos, en los que ardió menos de 1 hectárea, y el resto, 2.133 incendios, de los que una decena superaron las 500 hectáreas.

En cuanto al tipo de vegetación, más de la mitad, el 56,27 por ciento de la superficie quemada (26.068 hectáreas) eran de matorral y monte abierto; el 31,74 por ciento (14.703,22 hectáreas) eran superficie arbolada y el resto, el 11,98 por ciento (5.550,68 hectáreas), de pastos y dehesas.

Respecto a la distribución geográfica, casi la mitad de los incendios tuvo lugar en el noroeste, en concreto, el 48,59 por ciento; 33,88 por ciento en las comunidades interiores; el 16,69 por ciento en el Mediterráneo y el 0,84 por ciento en Canarias.

Destaca que en el Mediterráneo, donde se produjo el 16,69 por ciento del total de fuegos, ardió el 64,95 por ciento de la superficie arbolada y el 32,15 por ciento de la superficie forestal. Mientras, en el noroeste, con el 48,59 por ciento de los fuegos, se quemó el 18,36 por ciento de la superficie arbolada y el 43,38 por ciento del total de la superficie forestal afectada por las llamas.

En cuanto a las comunidades interiores, donde se contabilizó el 33,88 por ciento de los fuegos, apenas se quemó el 11,24 por ciento de la superficie arbolada y el 19,86 por ciento de la superficie forestal. Por su parte, Canarias, donde apenas se contabilizó el 0,84 por ciento del total de incendios, acogió el 5,45 por ciento de la superficie arbolada quemada y el 4,61 por ciento de la superficie forestal.