Desde el momento en el que los votos de Joe Biden ganaron terreno a los de Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre, ecologistas de todo el mundo empezaron a respirar: el negacionista en jefe abandonaba la Casa Blanca. Al sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París y potenciar el uso de combustibles fósiles, causantes de los gases de efecto invernadero, la primera potencia había abandonado las evidencias científicas y el multilateralismo sobre los que se ha construido la agenda del planeta para luchar contra el cambio climático y sus consecuencias. 

La campaña de Joe Biden tuvo muy presente el cambio climático, lo que unido a la configuración de su gobierno, alienta a los ecologistas a pensar que el cambio de rumbo de la Casa Blanca apunta en la dirección de los intereses del planeta. 

“Con Biden en la Casa Blanca y el control de las dos cámaras por los demócratas, no hay razón para que en EEUU no se implemente un Green New Deal, para descarbonizar la economía”, afirma Hannah Martin, codirectora ejecutiva de la ONG UK Green New Deal, durante el encuentro con medios Qué esperar las políticas climáticas en 2021, organizado por el Global Strategic Communications Council. 

Durante el mismo acto la estadounidense Jennifer Morgan, directora general de Greenpeace Internacional destacó algunas de las señales que han puesto a Biden en la línea de interés de la visión: “Volver al Acuerdo de París, debe ser el suelo de la administración de Biden, no su techo”. La directora de la organización ecologista apuntó que “además de poner en marcha el  Green New Deal es importante que no se desarrollen nuevos proyectos de extracción de combustibles fósiles”.

Otro punto importante de los nuevos tiempos de la Casa Blanca, como destacó Jennifer Austin, mediadora de la COP 26, es el nombramiento de John Kerry como enviado presidencial especial para el clima. Un peso pesado de la política estadounidense. Quien a su vez se ha rodeado de técnicos y expertos muchos de los cuales ya pasaron por la administración de Obama. "Todos hablan sobre clima desde el primer día y el clima también va a estar al frente y en el centro de la agenda económica", afirma Austin.

La acción más inminente de la administración del nuevo presidente pasa por formar parte, de nuevo, del Acuerdo de París, algo que se baraja ocurra en los primeros 30 días. Lo que necesariamente llevará a EEUU a tomar medidas a nivel nacional para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Entre ellas ya se han producido declaraciones de Biden para descarbonizar el sector energético en 2035 y el sistema nacional de transporte, una medida que tendría al tren como protagonista.

El cambio climático en pandemia

La urgencia de la crisis climática en 2020 ha sido desplazada por la crisis del coronavirus. Superar al covid es necesario para que los países vuelvan a poner el foco en el clima. “La crisis sanitaria se va a mantener como lo más importante a tratar durante el 2021, pero lo que estamos observando es un reconocimiento de que avanzar en un mundo más saludable está muy unido a la crisis climática”, asegura Jennifer Morgan.

“Tenemos que hacer un mundo más resiliente en nuestros sistemas de salud y en el refuerzo de sistemas que resistan los impactos del cambio climático, poniendo el bienestar de la gente y del planeta en el mismo punto. En este sentido es importante ver qué aporta Biden al debate global en cuanto a la cuestión de la justicia climática en cuanto daños”, concluye Morgan.