Los datos preliminares de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) revelan que la temperatura promedio en la superficie del océano ha sido de 21,1°C desde principios de abril, superando así el máximo anterior de 21°C, que se alcanzó en 2016. Un nuevo récord histórico que significa la entrada una nueva fase de la crisis climáticas con consecuencias que apreciaremos pronto en forma de fenómenos meteorológicos extremos, según los expertos.

“Se ha alcanzado la mayor temperatura del agua superficial de los océanos en promedio para toda la tierra desde que hay registros lo que indica que se está cumpliendo el guion que estaba trazado de cómo se iba a comportar el calentamiento global. En un primera fase lo que se iba a notar -y se ha ido notando- es que iba a subir bastante la temperatura y estamos  con una subida promedio global de 1,2º grados en toda la parte baja de la atmósfera con respecto a la segunda mitad del siglo XIX con previsión de que en los próximos años pues podamos acercarnos y superar el 1,5º”, asegura el meteorólogo José Miguel Viñas de Meteored

“A medida que se ha ido calentando la parte baja de la atmósfera, una parte importante de ese calor ha sido absorbido por la superficie del mar. El mar tiene una gran capacidad calorífica de manera que hasta ahora pues no se venía apreciando, cuando digo hasta ahora, hasta hace unos años, no se venía apreciando mucho la subida de la temperatura del nivel del mar, tanto como se notaba la subida del aire. Pero ahora mismo la superficie del mar está con datos de anomalías cálidas y por toda la Tierra se están produciendo olas de calor marinas y digamos que este dato certifica de alguna manera que ese calentamiento del agua del mar pues ya es global”, añade el meteorólogo.

“Siempre se han observado anomalías pero estas son cada vez más intensas y frecuentes”, afirma Manuel Vargas, investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO). Según explica este científico es significativo que se observen subidas de temperatura en los océanos porque la masa que cubre gran parte de nuestro planeta es más difícil de calentar. “Por ese motivo es muy importante el seguimiento de la temperatura de los océanos”, afirma. 

“Son cifras para asustarse. El calentamiento de los océanos supone un grave riesgo para la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de las personas en todo el mundo. Los 21,1ºC de abril superan cualquier registro conocido” asegura María José Caballero, responsable de campañas de Greenpeace. “La peor noticia es que todo indica que no va a ser un registro único. El pasado mes de marzo, la NOAA anunciaba que esperan que el fenómeno de El Niño empiece este verano. La frecuencia de las olas de calor marinas alrededor del globo se ha multiplicado por 20 en los últimos años. Si al calentamiento rápido y constante que están sufriendo los mares y océanos debido al cambio climático, le sumamos El Niño, podemos esperar meses mucho más cálidos y con fenómenos meteorológicos mucho más extremos, como lluvias, inundaciones e incendios”, añade la ecologista.

Un punto que confirma el meteorólogo José Miguel Viñas: “Cuanto más caliente esté el agua de la superficie del mar en contacto con ese aire, que ya está cálido tiene consecuencias al haber más energía disponible a través del vapor de agua los procesos que dan lugar a fenómenos de precipitación como las lluvias y las tormentas van a tener un carácter más intenso, más extremo. Y eso es algo que ya se empieza a observar”. 

Es importante que dejemos de emitir gases de efecto invernadero cuanto antes

Manuel vargas (IEO)

Viñas apunta que algunos científicos incluso postulan que si se se se produce un Niño fuerte se puede ha llegar a alcanzar una subida de las temperaturas por encima del 1,5ª en algún momento entre 2024 y 2025. "Eso sin duda pues que tendrá también sus impactos en forma de fenómenos extremos", incide. 

El calentamiento del océano como el cambio climático ya no se puede parar, afirma Manuel Vargas. “Por eso es importante que dejemos de emitir gases de efecto invernadero cuanto antes, estamos en unos años que van a ser clave para el futuro del planeta. El cambio climático sigue adelante pero si dejamos de emitir gases de efecto invernadero las temperaturas se volverían a normalizar en unas décadas”.

El calentamiento del océano tiene una consecuencia directa y es la subida del nivel del mar. “Este no sólo se produce por el derretimiento de los polos, el agua más caliente ocupa más volumen, es algo que está contemplado en las subidas del nivel del mar por el cambio climático”, afirma el oceanógrafo.

Otro aspecto al que puede afectar el calentamiento oceánico es al sistema de corrientes marinas. Según Vargas los datos no son concluyentes en este sentido, si bien hay modelos que prevén un colapso de la circulación oceánica, la consistencia de los datos no es concluyente. "El IPCC apunta a que puede haber una disminución de la velocidad de la corriente oceánica pero no esta claro como se comportará la corriente según se caliente más el agua", asegura.