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DEBUTA COMO PRESENTADORA

El cambio de vida de Chiara Ferragni tras el cáncer de su marido

La influencer ha dado un giro a su carrera tras comenzar en el mundo de los blogs

Chiara Ferragni con el presidente de Italia, Sergio Matarella, en la primera 'serata' de Sanremo CHIARA FERRAGNI

El mundo de Chiara Ferragni (35 años) se tambaleó hace un año cuando su marido, Fedez (de 33), fue diagnosticado con cáncer. El cantante anunciaba en marzo de 2022 que había sido operado de urgencia del mismo tipo de tumor raro que acabó con la vida de Steve Jobs. Siempre a su lado estuvo la influencer, y contaron con el apoyo de ambas familias para cuidar de sus hijos, Leo y Vittoria (de 4 y 1 año). Momentos tan difíciles podrían haber supuesto un parón en la carrera de la empresaria y creadora de contenido, pero ha sido lo contrario. La italiana, considerada una de las pioneras en su industria, ha ido dando un giro gradual a su perfil en los últimos años y su paso Sanremo lo verifica.

Empezó la carrera de Derecho, pero está claro que lo que mejor se le da a Clara Ferragni es la comunicación. Su blog, The Blonde Salad, fue lo que la catapultó a la fama. Allí compartía imágenes de sus estilismos y explicaba detalles de su rutina que cautivaron a millones de personas en todo el mundo. Esa popularidad se empezó a traducir en colaboraciones con marcas, tras lo que llegó su propia empresa de cosméticos, siguiendo los pasos de otras celebrities. El giro definitivo ha llegado cuando se ha subido al escenario para presentar la primera semifinal del festival de Sanremo, uno de los eventos más populares y seguidos de Italia. Y lo ha hecho con tranquilidad, sin miedo al directo, actualizando de todo en redes, sin perder su esencia siempre reivindicativa y, por supuesto, con su imprescindible guiño a la moda.

Chiara ha dado un giro a su carrera en la 73 edición de Sanremo

Espontaneidad como arma

A Chiara le han llovido las felicitaciones. No solo por sus comentados estilismos, también por su naturalidad y encanto sobre el escenario. Todo ello ha conseguido que esta semifinal de Sanremo haya roto récords y se haya convertido en la más vista desde 1995. Los primeros en aplaudir a la influencer han sido sus mayores fans: su marido, Fedez, y su hermana, Valentina, además de sus hijos que estaban pegados a la tele. Pero se han sumado compañeras de profesión, expertos en televisión y espectadores. Ella misma lo decía en la rueda de prensa previa, la espontaneidad es su arma, y lo ha confirmado.

Desde luego, sus cambios de vestuario será un incentivo para el resto de seratas. Los tres looks de la primera noche no hacen más que aumentar la expectativa para las próximas, como si de unas campanadas de Cristina Pedroche se trataran. Hay que tener en cuenta que el martes se celebró la primera de cinco galas en las que actuarán 28 artistas con sus correspondientes propuestas.

El mejor comienzo de año tras una mala racha

Chiara enfoca esta nueva faceta de su carrera con la positividad de quien lleva más de un año enfrentándose a verdaderas dificultades. Su segunda hija, Vittoria, nació en marzo de 2021 y a los pocos meses tuvo que ser ingresada en el hospital por un virus. Poco después la salud de Fedez empezó a resentirse. Comenzaron las exhaustivas pruebas, primero bajo el secretismo de la familia, que prefería pecar de cautela.

"Por desgracia, me han encontrado un problema grave de salud, pero afortunadamente me lo encontraron a tiempo", aseguraba el rapero en marzo, sin querer especificar por miedo a lo que venía. Coincidía con el primer cumpleaños de su hija menor, y lo celebraban con el miedo en el pecho pero unidos. "Te queremos más que nada, amor mío, y estarás bien muy pronto. Siempre rodeado del amor de tu familia, amigos y gente que te quiere mucho", escribía Chiara.

En septiembre, una vez superado el bache, la pareja celebraba cuatro años desde su boda y seis de relación. "No hay nadie más con quien prefiera pasar esta vida, en los buenos y malos momentos", publicaba Chiara con las fotos de la impresionante celebración. Rodeados de rosas blancas, el matrimonio disfrutaba de una cena para dos en un espectacular enclave con vistas de ensueño en Portofino.

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