Zendaya es una de las artistas más polifacéticas de la industria. Si bien su éxito ha venido gracias a producciones como la alternativa Euphoria y el blockbuster Spider-Man, la joven de 26 años tiene aún mucho que aportar. La prueba está en su última aparición, sobre el escenario de Coachella, para demostrarnos que además de actuar, también sabe cantar.
Con un estilismo al más puro estilo Olivia Rodrigo, Zendaya ha vuelto a demostrar que tiene talentos aún ocultos (o poco conocidos). La actriz se ha subido al escenario con el cantante Labrith en el festival más famoso del mundo y ante varios cientos de miles de personas. Ha sido para interpretar el tema que pone fin a la aplaudida primera temporada de Euphoria, All for us. Es la primera vez en casi ocho años que canta en directo durante un concierto.
Interpretaron dos temas diferentes. Además del que crearon para la serie de HBO, también hubo una redición en directo de I'm Tired. "Gracias a mi hermano por invitarme y por darme el lugar seguro más bonito para volver a los escenarios", ha escrito Zendaya para sus seguidores. "Y al público esta noche… guau. Mi corazón está lleno. No puedo agradeceros lo suficiente el amor que he recibido esta noche, hizo que se me derritieran los nervios. Estoy muy agradecida", ha añadido.
Los talentos que desconocemos
Porque antes de que la fama mundial, los premios, el éxito y Rue, Zendaya era una niña Disney que lo hacía todo. Una actriz 360, como dice Paquita Salas. Como protagonista de Shake It Up, en donde trabajaba con Bella Thorne, era actriz, cantante y bailarina. En 2015 llegó a hacer una gira para promocionar su, hasta ahora, único disco titulado con su nombre propio.
Se publicó en 2013 bajo el sello discográfico que también fue el comienzo de las carreras musicales de otras estrellas Disney, como los Jonas Brothers, Miley Cyrus o Selena Gomez. Sin embargo, nunca alcanzó su repercusión. Quizás fue el momento, o el enfoque de la música, pero está claro que Zendaya no supo tocar en las teclas correctas como lo ha conseguido con otros aspectos de su carrera.
El baile
La música y el baile fueron los tickets de entrada de Zendaya a uno de los programas más populares del prime time en la televisión estadounidense. Hablamos de Dancing with the stars. Quedó segunda en el programa de danza ¡y tenía solo 16 años! Con la mayoría de edad llegaron otro tipo de proyectos en los que exploraba todos los talentos de los que dispone.
Su capacidad para atrapar la atención ante las cámaras ha sido una de sus mayores bazas, y le vale para actuar, pero también para brillar en la alfombra roja. Es ese je ne sais quoi, que solo los que se dedican a la moda y al marketing valoran, el que le ha valido campañas millonarias como la que tiene con Lancôme, Bvlgari o con Valentino.
Según explicó el pasado año, las razones por las que dejó la música eran variadas. Sin embargo, sigue amando cantar y el baile, y no sería raro que continuara su carrera escogiendo proyectos musicales como El gran showman. En el nominado filme interpretaba a una acróbata que se enamoraba de Zac Efron, y su dueto Rewrite the stars es uno de los más recordados de la aplaudida banda sonora.
Ahora solo cabe imaginar qué pasaría si todo el poderío que Zendaya ha demostrado en sus últimos años de carrera lo explotara en su faceta musical.
El diseño
Pero es que Zendaya también tuvo su momento de explorar su faceta como diseñadora. Tommy Hilfiger confió en ella para diseñar una colección especial, pero previamente incluso creó su propia marca de ropa sin restricciones de género y con amplia gama de tallas. Sin embargo, ese proyecto fue diluyéndose a medida que su carrera como actriz cogía fuerza con proyectos como El gran showman o Spider-Man: Lejos de casa.
Lo cierto es que en los últimos años, Zendaya se ha convertido en la chica favorita de Hollywood. Como Timothée Chalamet o Greta Gerwig, todo el mundo quiere trabajar con ellos, son el reclamo para las nuevas generaciones.
La producción
Cabe señalar, que Zendaya ha demostrado el interés de las mujeres empoderadas, el de controlar su carrera. El éxito de Euphoria es, en parte, gracias a ella. Es productora de la serie, por lo tanto doblemente responsable de su propio éxito. En menor medida, Malcolm & Marie, la película que protagonizó junto a John David Washington y dirigida por el mismo cineasta de la ficción seriada.
El binomio Sam Levinson & Zendaya ha resultado un éxito. Ahora la actriz prueba suerte con un proyecto que produce pero en el que no aparece. Se llama A White Lie, y cuenta una historia que refleja el racismo en la cultura estadounidense. Una nueva apuesta de la actriz más polivalente de la industria, que aún no se ha atrevido con el activismo.
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