Tras el martilleo de Furiosa llega el momento de Megalópolis, la loca apuesta que Francis Ford Coppola presenta en Cannes. Es el primer largometraje del director en 13 años y ya ha vuelto locos a los críticos. Según las descripciones es una epopeya de inspiración romana pero futurista y distópica, en partes divertida y en otras desconcertante. Y además, viene con sorpresas. Una de ellas es que en el Festival se emite una edición especial que tiene una escena interactiva.

Otra es que en su reparto tiene un cameo que se está llevando todo el protagonismo en Cannes. Romy Mars, la hija de 17 años de Sofia Coppola, está siempre al lado de su abuelo. Solo tiene tres frases en Megalópolis pero la joven ha caminado la alfombra roja y se ha sentado junto al director en la rueda de prensa. Una más en un mar de estrellas, puesto que los actores principales del filme son Adam Driver, Shia LaBeouf y Aubrey Plaza, entre otros.

Romy Mars se apoya en su abuelo, Francis Ford Coppola en los escalones de Cannes, junto al resto del equipo de Megalopolis: Giancarlo Esposito, Aubrey Plaza y Adam Driver.
Romy Mars se apoya en su abuelo, Francis Ford Coppola en los escalones de Cannes, junto al resto del equipo de Megalopolis: Giancarlo Esposito, Aubrey Plaza y Adam Driver. | Sebastian Nogier/EFE

¿Quién es Romy Mars?

Romy Croquet Mars nació el 28 de noviembre de 2006 en París, es la hija mayor de la directora Sofia Coppola (nieta, por tanto, de Francis Ford Coppola) y el música francés Thomas Mars. Sus padres se enamoraron durante el rodaje de Las vírgenes suicidas en 1999 y se casaron en 2011, cuando la pequeña tenía ya cuatro años y había nacido también su segunda hija, Cosima.

Quizás el rostro de Romy Mars ya te suena. Hace un año se hizo viral por un vídeo que publicó en Tik Tok mientras intentaba hacer una salsa para pasta. Pero aquella publicación fue mucho más: explicaba que estaba castigada porque había intentado alquilar un helicóptero con la tarjeta de crédito de su padre, Thomas Mars. Su plan era viajar desde Nueva York hasta Maryland para ver a una amiga del campamento, pero la interceptaron por el camino.

Decía también que no le dejaban tener redes sociales porque no querían que fuera una nepobaby. Y en el proceso enseñaba un premio Grammy como si fuera un instrumento más de la cocina. Todo ello después de admitir que no sabía diferenciar un ajo de una cebolla y que estaba siempre con su cuidadora y el novio de esta porque sus padres nunca estaban en casa.

Aquel vídeo se hizo extremadamente viral, sobre todo en plena conversación sobre los nepobabies (estrellas que lo son por nepotismo) en las redes sociales. Pero Romy mostraba un carisma inigualable y su vídeo, de manera consciente o no, era divertidísimo. Algo que, sin duda, puede apreciar su abuelo.

Romy Mars, acompañada por su primo Robert Schwartzman en la alfombra roja de Cannes, con un vestido y zapatos de Chanel.
Romy Mars, acompañada por su primo Robert Schwartzman en la alfombra roja de Cannes, con un vestido y zapatos de Chanel. | Matthew Baker/EFE

Su abuelo quiere malcriarla

"No quiero que nunca se sientan hastiadas. Nunca he visto el valor de llevar a niños a las premieres o a cosas así, simplemente quiero que tengan una niñez normal", comentaba Sofía Soppola en una entrevista en 2017. Pero el abuelo veía otro camino para la joven Romy, que ya apunta maneras tanto en la interpretación como en la música, según desveló la directora. Y qué mejor ocasión que su primera película en 13 años para que haga su debut cinematográfico.

Por eso Francis Ford Coppola ha querido incluir a Romy en Megalópolis. El director considera que el reparto es su familia, e insistió en su importancia como mensaje final de la película: "Deberíamos mostrar nuestra lealtad a nuestras familias… que los niños deberían heredar un mundo hermoso". Como buen abuelo, el cineasta quiere malcriar a los suyos.