Por sorpresa y tras algunos días de especulaciones, Kate Middleton dio la buena noticia este lunes. Ha terminado su tratamiento de quimioterapia. Y lo hizo saber con un bucólico vídeo rodado en su propiedad de Norfolk en el que los detalles parecen tan importantes como el mensaje. "Hacer lo que pueda para mantenerme libre de cáncer es mi objetivo", asegura en el mensaje, dando a entender que está en remisión. Sin embargo, el Palacio de Kensington ha discutido esta frase.
Kate Middleton fue operada del abdomen en enero y recibió el diagnóstico de que tenía cáncer poco después. El silencio de la casa real británica causó una verdadera crisis de comunicación, con teorías de la conspiración que aseguraban que la princesa estaba desaparecida. Pero tras algunas apariciones puntuales, aquella etapa parece haberse superado. Sin embargo, desde el Palacio de Kensington han dejado claro que la mujer del príncipe Guillermo no está "libre de cáncer" o en remisión.
Kate no está en remisión
De hecho, el príncipe Guillermo ha asegurado en un acto este martes que a su mujer aún le queda "mucho recorrido" pese a que el final de la quimio sea una buena noticia. No porque no haya sido efectivo el tratamiento, sino porque en las primeras etapas después de finalizarlo no se utilizan esos términos. Será cuestión de tiempo saber si los resultados son definitivos o no, aunque hay dudas sobre si se desvelará más información. Sobre todo porque todavía no se conoce el tipo de cáncer que ha sufrido la princesa de Gales o la gravedad de la dolencia.
Pese a esta dualidad, los medios británicos se han hecho eco en unísono de la noticia. Tal y como señala el periodista Chris Ship, todos los periódicos han incluido una imagen del vídeo en sus portadas. Una muestra del interés que produce todavía Kate Middleton a pesar de todos los meses de ausencia. La opinión generalizada es que con este movimiento, la princesa no solo se ha acercado al público, sino que ha humanizado a los pacientes.
Sin embargo, es inevitable preguntarse qué hubiera pasado si la protagonista de esta situación hubiera sido la princesa Diana, a quien se atacaba sin descanso. ¿Hubiera habido una tregua para ella, incluso tras el fracaso de comunicación de los últimos meses? Sin duda, un movimiento tan claramente planificado como este vídeo hubiera sido el tema de conversación, como mínimo.
El vídeo, una arriesgada apuesta de marketing
Lo más sorprendente del anuncio es, quizás, el despliegue. Will Warr es el videógrafo responsable de este anuncio que ha dejado sin habla a los seguidores de la familia real. Entre sus principales trabajos están las bodas, pero también la grabación del canal foodie Topjaw o contenido publicitario. Para él es un "honor" y un "privilegio" trabajar con la princesa Kate, con quien también colaboró el pasado mes de diciembre cuando compartieron un vídeo sobre su visita a un banco de alimentos para bebés. Su sueño es tener en el futuro su propio programa en Netflix, y le encantan los planos épicos, cinemáticos y de paisajes, según declaró al Financial Times.
Aunque no es la primera vez que han trabajado juntos, sin duda es su apuesta más cálida y cariñosa. El comienzo del vídeo ya marca el tono: los árboles, el cielo, la suave brisa moviendo un helecho. Y la familia caminando por el bosque como si no fueran los futuros reyes de Reino Unido.
Kate conduciendo su propio coche, paseando entre la maleza a cámara lenta... algunos usuarios de las redes sociales ya han sustituido el audio por una canción y han dejado claro que parece un videoclip. Algunos incluso lo han comparado con vídeos del disco de Beyoncé Lemonade. A pesar de que la comunicación de la familia real británica siempre ha sido más espectacular y cinematográfica que la de otras monarquías europeas, sigue resultando sorprendente el despliegue.
La importancia de los colores
No pasa inadvertido que todos los miembros de la familia van vestidos de color azul, en diferentes variantes. Este tono ha sido calificado como uno de los más representativos de los royals y es uno de los que más luce la princesa Kate. Además, son atuendos muy casuales, siendo el príncipe Guillermo el único que lleva una camisa formal.
El vestido de Kate Middleton es un traje midi con estampado floral de Veronica Beard que tiene un precio de 774 dólares. Lo ha conjuntado con unas zapatillas Veja que ya ha lucido en otras ocasiones y con unos pendientes de amatistas con un collar de oro que lleva las iniciales de sus hijos. En las manos luce una serie de anillos que también han sido ya analizados hasta la saciedad, sobre todo porque una vez más la princesa no luce el anillo de compromiso que un día perteneció a la princesa Diana.
Aquella joya de zafiro y diamantes que Guillermo le regaló a Kate como símbolo de su compromiso, no ha estado presente en la mano de la princesa en el último año. Un detalle que para muchos significaba una crisis en su matrimonio. Sin embargo, hay otra posible explicación.
Los símbolos de su unión
Uno es su anillo de boda, una sencilla banda de oro, seguido de uno de zafiro y diamantes, las mismas piedras del anillo de Diana. Por tanto, algunos creen que se trata de un obsequio reciente de Guillermo, ya que lo ha lucido en sus dos últimas apariciones, un símbolo de este nuevo comienzo. Añade también una joya de oro blanco y diamantes de 18 quilates que se cree que fue un regalo del príncipe Guillermo por el nacimiento de su hijo George.
Y finalmente una última pieza que ha sido considerada por muchos como el resultado de los cambios de los últimos meses. Asumiendo que el cuerpo de Kate Middleton puede haber sufrido cambios desde que fuera diagnosticada, es posible que los anillos le queden ahora más grandes y utilice uno más sencillo pero que le quede más ajustado para evitar que se le caigan.
No es casualidad que el vídeo haya sido rodado en Anmer Hall, la increíble mansión de diez habitaciones con piscina y pista de tenis que tienen Kate y Guillermo en Norfolk. Se trata de una propiedad construida al comienzo del siglo XIX con estilo georgiano y que pertenece a los terrenos de Sandringham, por lo que se mantienen cerca de los Windsor. Lo que tiene de especial esta residencia de verano, aparte de todos los lujos correspondientes y su cercanía con la playa, es que fue un regalo de la reina Isabel II con motivo de su boda en 2011.
Los gestos de cariño
Históricamente las muestras de cariño en público han sido consideradas, sobre todo en los países anglosajones, una muestra de poca elegancia y educación. En particular, en la familia real británica es relativamente reciente que se hagan gestos inocuos y muy habituales como dar la mano sin guantes. Por eso es especialmente llamativa la cantidad de expresión que hay en el vídeo.
No solo de Kate y Guillermo hacia sus hijos. También en el matrimonio. Un mensaje que podría significar que los rumores de que el príncipe de Gales tenía un affaire con la "rival rural" de su mujer han dolido especialmente a la pareja. Con la muestra de su unión a nivel emocional y familiar, consiguen reafianzar su relación y eliminar todas las especulaciones de los últimos meses.
La intención de la familia es mostrar un frente unido y fortalecido ante la adversidad. "Sobre todo, este tiempo nos ha recordado a Guillermo y a mí que tenemos que pensar y estar agradecidos por las cosas simples pero importantes de la vida, muchas de las cuales a menudo damos por supuestas", comenta Kate en el vídeo, hablando en nombre de su marido. "Simplemente querer y ser queridos", añade.
Por eso no han tenido miedo de mostrar a los padres de Kate, la parte no royal de su familia, acompañándoles en este proceso. Jugando juntos a las cartas y disfrutando de la naturaleza. Tirándose en el césped como si fueran niños y dándose besos de lo más cariñosos.
La aparición sorpresa del príncipe Harry
Por si el vídeo no fuera lo suficientemente llamativo, en la tarde del lunes hubo otro movimiento que pasaba a segundo plano pero que dejaba a más de uno perplejo. La publicación de los príncipes de Gales se produce un minuto antes de las 17:30 horas y menos de dos horas después Netflix anuncia por primera vez la nueva serie documental que ha rodado con el príncipe Harry.
Se llamará Polo y se estrenará el próximo mes de diciembre, pero la decisión de publicar las primeras imágenes tras el anuncio de Kate Middleton no ha sentado nada bien. "Sois asquerosos. Intentando aprovecharos de la princesa de Gales para vender una serie de mierda", responde alguien en Twitter. "Utilizar el cáncer de un miembro de la familia para promocionar este fracaso de documental no está bien", añade otra persona. Algunos incluso acusan al hijo pequeño del rey Carlos III de abusar de los animales y exigen a PETA que intervenga.
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