Francia retrasa el reloj a primavera por la segunda ola de coronavirus. Los 523 muertos y más de 33.000 casos en las últimas 24 horas han sido definitivos para que el presidente, Emmanuel Macron, se haya decidido a dar el paso. Macron ha anunciado un reconfinamiento de cuatro semanas, desde el viernes hasta el 1 de diciembre, cuando se volverá a evaluar la situación.

"El virus circula en Francia a una velocidad tal que ni los pesimistas podían imaginar", ha dicho Macron, que ha retratado una situación dramática. "Hemos tomado medidas pero han sido insuficientes".

El presidente francés ha afirmado que el objetivo es bajar los contagios diarios a unos 5.000 de los cerca de 40.000 actuales. Ha sido contundente: "Ahora estamos desbordados. Esta segunda ola será más grave y mortal que la primera".

Macron ha anunciado que hay que volver a partir del viernes al confinamiento en todo el país. "El trabajo podrá continuar y las escuelas", pero ha insistido en que hay que limitar al máximo los contactos sociales.

Ahora estamos desbordados. Esta segunda ola será más grave y mortal que la primera"

Como en primavera, los franceses podrán salir a trabajar, al médico, a prestar ayuda a un dependiente, a hacer la compra o a dar un paseo. Quedan prohibidas las reuniones públicas.

Tendrán que cerrar todos los establecimientos de servicio público. A las empresas se les prestará ayuda económica. Los ERTE se recuperan.

Las fronteras interiores en la Unión Europea van a mantenerse abiertas, pero las exteriores se cierran, salvo excepciones. Macron va a tratar sobre estas medidas en el Consejo Europeo de este jueves, que se celebrará de manera virtual, y en el que participará también el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.

El presidente francés ha descartado la opción de no hacer nada, la llamada inmunidad de rebaño porque habría más víctimas, según los expertos. Otra posibilidad sería confinar a las personas en riesgo, lo que le parece una cuestión no aceptable desde el punto de vista ético.

Macron ha recordado que ya se hacen más test que en ningún otro país de Europa, pero tampoco se ha parado la propagación del nuevo coronavirus. En suma, todo lo que se ha hecho hasta ahora "no ha sido suficiente".

Europa sorprendida por la segunda ola

"En el verano definimos nuestra estrategia: acostumbrarnos a vivir con el virus... y proteger a los más vulnerables", ha añadido Macron.

"Como todos nuestros vecinos nos hemos visto inmersos por la propagación del virus... Todos en Europa estamos sorprendidos por la evolución del virus. Otros países como España están en una situación más grave", ha dicho.

Si no damos un golpe efectivo, los hospitales estarán desbordados y morirá más gente"

"Si no damos un golpe efectivo a la propagación, los hospitales estarán desbordados y morirá más gente", ha dejado claro. "Mi responsabilidad es proteger a los franceses. El objetivo primordial es proteger a los más vulnerables, los mayores, que en una proporción del 82% son las principales víctimas. Y también a los más jóvenes, que ahora están resultando afectados también", ha agregado.

"A su vez hemos de proteger a nuestros sanitarios, que están fatigados. Hemos de tomar toda precaución posible para evitar la propagación. Hemos de hacerlo por nuestros seres queridos", ha dicho el presidente francés.

También ha afirmado el presidente sanitario que es su responsabilidad proteger la economía. "Sin salud no hay economía", ha remarcado.

De hecho, dos tercios de los franceses ya viven bajo toque de queda, es decir, con restricciones en sus salidas nocturnas, pero la medida no está teniendo grandes efectos.

El número de casos y de muertos sigue subiendo de manera exponencial. La incidencia es de 659,9 casos por 100.000 habitantes, según el Centro Europeo para la Prevención y Control de las Enfermedades.

El número de hospitalizados llega a los 18.900 tras los últimos 1.100 ingresos. Más de la mitad de las camas de cuidados intensivos están ya utilizadas por enfermos por coronavirus.

Como en Alemania, Francia trata de que los niños sigan con su actividad presencial. Las escuelas, desde jardín de infancia a los institutos, permanecerán abiertos.

Un gran número de científicos, entre ellos François Delfrayssy, presidente del Consejo Científico, el epidemiólogo Gilles Pialoux, y el presidente de la Federación de Hospitales, Frédéric Valletoy, han abogado en Francia por el reconfinamiento. "La situación hospitalaria lo exige", ha dicho Valletoy. "El toque de queda no ha dado resultado".

El ministro de Sanidad, Jérôme Salomon, ha reconocido que "la segunda ola puede ser superior a la primera". Salomon se ha mostrado especialmente preocupado por la situación en los hospitales, cada vez más al límite.

En su conclusión, Macron ha reconocido que es un momento difícil. "Pero tengo confianza en vosotros. Cada uno hará su trabajo. Si somos unidos, y nosotros estamos unidos, lo superaremos. Somos una nación unida y solidaria. Somos Francia. Lo conseguiremos juntos".