El organizador de la orgía de Bruselas en la que fue cazado el eurodiputado húngaro Jozsef Szajer, ha declarado a EFE que este tipo de fiestas son habituales en la capital comunitaria, y que en su caso particular "siempre" acude "gente de la comunidad diplomática de diferentes países cuyos gobiernos no les permiten ser libres". Cabe recordar que Szajer, que dimitió antes de destaparse el escándalo, es miembro del partido Fidesz de Viktor Orbán y redactó la Constitución húngara para dejar fuera a las parejas homosexuales de la figura legal del matrimonio.

El joven, que ha hablado con los medios e incluso posado ante los fotógrafos, asegura que no sabía que el eurodiputado estaba en el evento. "Siempre invito a mis fiestas a algunos amigos, que luego traen a otros y nos lo pasamos bien juntos. Hablamos un poco, bebemos algo, como en un café. La única diferencia es que mientras tanto también tenemos sexo unos con otros. No veo nada de malo en ello", ha dicho a la prensa local.

El responsable de la fiesta sexual ha explicado que todos los asistentes, más de 20 hombres, debían firmar una declaración en la que certificaban haber superado el coronavirus y otras enfermedades de transmisión sexual. Porque la orgía diplomática en Bruselas tenía una condición: estaba prohibido el preservativo.

Sobre cómo llegaron a ser descubiertos, el organizador tiene una teoría: organizadores de otras orgías de este tipo avisaron a la Policía para que la desmantelara y atrapar así a más clientes.

El organizador admite que la orgía no respetaba ninguna medida de seguridad contra el coronavirus, pero defiende en su descargo que la fiesta no era tan grande como en otras ocasiones. "Esta fiesta era pequeña, normalmente las hago de unas cien personas", se defiende.

Además, afea que la Policía entrase "sin ningún papel" en el evento y acusa a los agentes de haber realizado "comentarios homófobos" durante la operación, que no duda en calificar como un "ataque" a la comunidad LGTB de Bruselas.