Se acerca el 1 de enero y la perspectiva de un Brexit sin acuerdo continúa elevando el miedo a ambos lados del Canal de la Mancha a un caos comercial. Las empresas se aprovisionan a la expectativa de un colapso repentino, los almacenes están llenos y las carreteras, también. Los mega atascos de camiones son cada vez más frecuentes y kilométricos, como el de este viernes a la entrada del Eurotúnel en Folkestone, donde se ha formado una cola de más de 30 kilómetros de vehículos.

Las retenciones también se producen al otro lado del paso, en la región de Calais, como atestiguan los vídeos grabados por conductores que han convivido con la escena en las últimas horas. Generalmente, los grandes atascos de camiones dejan algún carril despejado para la circulación de turismos.

No es el primer atasco masivo de las últimas semanas y las asociaciones de Transporte Internacional ya llevan días alertando de la situación caótica en las fronteras. Al factor Brexit se añaden además los estacionales relacionados con la campaña de Navidad y las restricciones por la pandemia que también afectan al sector logístico.

Reino Unido ya ha ensayado planes de emergencia ante este tipo de atascos, previsibles desde que se conoció el resultado del referéndum del Brexit en 2016. Pero la cercanía de la fecha definitiva está favoreciendo cierto pánico y exceso de abastecimiento ante el temor a unos trámites burocráticos farragosos si no se alcanza un acuerdo satisfactorio en los próximos días.

'Apenas unas horas de margen'

El negociador europeo para la relación futura con Reino Unido, Michel Barnier, ha confirmado este viernes ante el pleno del Parlamento Europeo que quedan "apenas unas horas" de margen para que Bruselas y Londres puedan cerrar un acuerdo sobre la relación futura que pueda entrar en vigor a tiempo para la ruptura definitiva, el próximo 31 de diciembre.

Los eurodiputados en el debate, por su parte, han avisado al negociador de que están dispuestos a acudir a una sesión plenaria extraordinaria antes de que acabe el año para dar luz verde al pacto que se negociara, pero ha dejado claro que no lo harán si no reciben los textos legales del acuerdo antes de la medianoche del domingo para poder estudiarlos y valorarlos.

Barnier ha admitido durante su intervención que no se siente capaz de decir si finalmente las conversaciones contrarreloj tendrán éxito o fracasarán, pero ha asegurado que aún hay opciones de acuerdo y que lo intentarán hasta el último momento, a pesar de que el camino es "estrecho" y la cuestión pesquera les mantiene muy alejados del entendimiento.

Aperitivo del caos

La patronal del transporte internacional por carretera Astic ha indicado que el escenario reciente de colas kilométricas y largas horas de espera en los pasos fronterizos de Dover y Calais, debido a la multiplicación de pedidos de las empresas británicas ante la amenaza de aranceles y probable desabastecimiento, no es más que el "aperitivo" de lo que puede ocurrir a partir de enero.

Astic estima que se necesitarán unos 30.000 aduaneros extras para gestionar los millones de trámites arancelarios en las zonas de paso que ahora no se realizan pero que se harán a partir del año que viene.

Ramón Valdivia, director general de la asociación, ha recordado que la falta de aduanas con Reino Unido se remonta a varias décadas "y no queda ni recuerdo de los trámites que ello conlleva".

"Hay un incremento en la demanda de los importadores derivado de que saben que a partir del 1 de enero habrá aranceles sobre productos que ahora mismo no los tienen y, por tanto, tendrán incrementos de precio y están acopiando anticipadamente para salvarlos, y también porque tienen temor de que haya desabastecimientos si no se soluciona el problema de con qué permiso van a circular los camiones de la Unión Europea dentro del territorio británico y los camiones británicos dentro de la Unión Europea", ha agregado Valdivia.

Ante esta previsión, Astic ha apuntado que ya hay países que han empezado a poner soluciones como Francia, Bélgica y Holanda, con unos sistemas informáticos que automatizarán los controles fronterizos para los camiones, pero ve necesaria una coordinación conjunta y no independiente de cada país. Asimismo, la asociación ha solicitado, junto con la Organización Internacional del Transporte por Carretera (IRU), que se establezcan corredores verdes para los vehículos pesados dotados de carnet TIR.

Por último, los transportistas han recordado que el carácter estratégico y vital del transporte internacional de mercancías por carretera para la economía española, en la cual el peso del sector exterior ha experimentado "un enorme empuje" desde hace algo más de una década en el comercio exterior.

Reino Unido es el cuarto destino europeo de los camiones españoles junto con Italia, tras Francia, Alemania y Benelux. "Tanto para los exportadores españoles como para nuestras empresas que les dan servicio es vital que se dé término a la inseguridad jurídica que está poniendo en peligro la continuidad de las relaciones comerciales y, con ello, miles de puestos de trabajo de nuestro país", ha concluido Astic.