El carguero estonio Helt, propiedad de una empresa de Estonia y que navegaba bajo bandera de Panamá, se ha hundido este jueves frente a la costa de Odessa, el mayor puerto de Ucrania y el foco de la próxima gran batalla en la invasión de Rusia, que sigue intentando avanzar en el flanco sur del país.

Según informa Reuters, el barco explotó y se hundió a unos 15 kilómetros del puerto de Odessa, en circunstancias aún por aclarar. "Dos miembros de la tripulación se echaron al mar en botes salvavidas y cuatro están desaparecidos", declaró a la agencia Igor Ilves, director de la empresa propietaria del carguero estonio, Vista Shipping Agency, con sede en Tallín (Estonia). Estonia es país miembro de la OTAN desde el año 2004.

Según Ilves, las causas de la explosión del barco de Estonia no se han aclarado, aunque la principal sospecha es que el barco haya podido chocar contra una mina acuática. Odessa es ahora mismo una ciudad fortificada ante la amenaza de invasión rusa, que ha desplazado buques y aviones a la zona a la espera de un posible asalto anfibio en las próximas horas. La campaña rusa en el sur de Ucrania ya ha conseguido la toma de Jersón y prosigue el sitio sobre Mariupol, completamente aislada y sometida a bombardeos masivos desde el martes.

Esta misma mañana, las autoridades ucranianas habían denunciado que el carguero estonio Helt estaba siendo usado como escudo humano por parte de los buques rusos. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas aseguró el miércoles que el carguero con bandera de Panamá estaba siendo obligado a navegar en aguas peligrosas para proteger a los buques rusos en su retaguardia del fuego ucraniano desde el puerto.

Mapa de situación en el sur de Ucrania con la invasión rusa a 3 de marzo

Cerco a Mariupol

En el otro extremo de la costa ucraniana, las fuerzas militares rusas y los rebeldes separatistas han aumentado en las últimas horas la presión sobre la ciudad de Mariupol, que en caso de caer en manos de Rusia le permitiría avanzar en la creación de una franja que conectaría el Donbás con la península de Crimea.

El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, ha afirmado este jueves que las fuerzas apoyadas por Moscú han "estrechado su círculo sobre Mariupol", según la agencia Interfax. Los rebeldes prorrusos, de hecho, ya habían pedido a la población que abandonase la zona, dando de plazo hasta el miércoles antes de recrudecer sus ataques.

Mariupol, a orillas del mar de Azov, alberga uno de los puertos comerciales más grandes de Ucrania. En esta ciudad viven casi medio millón de personas que ya han comenzado a sufrir los estragos de los bombardeos en suministros básicos.

"Nos quedamos sin luz otra vez y nos quedamos sin agua otra vez", ha lamentado su alcalde, Vadim Boichenko, tras dar parte de los daños sufridos en algunas infraestructuras, según la agencia de noticias Ukrinform.

Organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) han aumentado su respuesta en la zona, donde hay ya miles de desplazados. Intentan cubrir sus necesidades más básicas en un contexto de máxima incertidumbre.

Yulia, madre de siete hijos, cuenta al CICR que necesitan "comida, ropa, pilas y todo en general para el día a día". En su caso, huyó justo cuando empezaron los bombardeos, como muchas familias. También Nataylia expresa las mismas carencias, desde un refugio habilitado para unas cien personas en el centro de Mariupol: "Necesitamos de todo".