“Esta guerra tiene el potencial de socavar el progreso obtenido con tanto esfuerzo en los últimos años en una serie de problemas de salud, incluido el VIH". Estas palabras de Hans Henri P. Kluge, director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa, reflejan la otra amenaza a la que se enfrentan más de 260.000 ucranianos: que su tratamiento contra esta infección se vea interrumpido o cambiado debido a la guerra.

Con una de las tasas más altas de infección del continente y con el mayor número de casos diagnosticados de sida de toda la región en 2020, el avance en la lucha contra esta enfermedad y el acceso cada vez mayor a los antirretrovirales durante los últimos años se ha visto mermado con la invasión rusa, que amenaza con dejar sin tratamiento a los ucranianos ante la falta de suministros y los bombardeos a hospitales y centros sanitarios.

Por ello, la OMS, el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para el Alivio del sida (PEPFAR), el Fondo Mundial de Lucha contra el sida, la Tuberculosis y la Malaria, las autoridades ucranianas y varias ONG han adquirido 209.000 paquetes del medicamento antirretroviral TLD para garantizar la cobertura de los pacientes durante los próximos 12 meses.

"No podíamos permitir que eso sucediera cuando Ucrania había comenzado a dar un giro en la lucha contra el VIH, con un acceso cada vez mayor a los medicamentos antirretrovirales y un mejor diagnóstico y tratamiento”, explica Kluge.

El primer lote de antirretrovirales ya ha cruzado la frontera polaca hacia Ucrania y está a punto de ser transportado a las instalaciones de servicios médicos en todo el país, arrasado por la guerra. Además del TLD, a punto de ser entregado a los centros de salud en toda Ucrania, se está realizando una adquisición de antirretrovirales adicionales y próximamente también se enviará el medicamento contra el VIH dolutegravir para tratar a los bebés.

La OMS recalca a través de un comunicado que no solo interrumpir o suspender el tratamiento es peligroso, también los cambios en las medicinas administradas pueden provocar complicaciones e incluso causar la muerte. Además, la cura es fundamental para mantener a raya otras infecciones como la tuberculosis, una de las principales causas de muerte en personas infectadas por VIH.

“Lo que hizo esto posible en cuestión de semanas, mucho más rápido que nunca, es el hecho de que todos sabían lo que estaba en juego: la amenaza inminente de que los tratamientos se interrumpieran. Todos los actores involucrados hicieron todo lo posible para evitar la interrupción de los tratamientos o que las personas se viesen obligadas a cambiar la medicación, algo que puede provocar la muerte”, afirma Jarno Habicht, representante de la OMS en Ucrania.

Los servicios de VIH resisten

A pesar de que ya son más de 4 millones los refugiado que han dejado el país y que muchos de ellos necesitan un acceso adecuado a los medicamentos en los países de destino, es dentro de Ucrania donde el envío de medicinas es más necesario que nunca. Esto es, en parte, porque los hombres representan la mayoría de pacientes con la infección y, debido a la ley marcial, aquellos de 18 a 60 años han tenido que permanecer en suelo ucraniano para combatir.

El impacto de la guerra ha sido devastador para el sistema de salud, pero los servicios de VIH, aunque todavía se están recuperando del impacto de la covid-19, se han mantenido en pie desde el comienzo de la contienda incluso en ciudades asediadas por las tropas rusas desde hace semanas, según la organización.

El 21 de marzo, casi un mes después de que estallara la guerra, solo 36 de los 403 centros de tratamiento antirretroviral del país habían cerrado sus puertas, mientras que la mayoría funcionaba total o parcialmente. En medio de la devastación en la ciudad de Mariúpol, un centro de tratamiento permanece abierto. Incluso en regiones muy afectadas por las hostilidades, como Chernígov y Zaporiyia, los servicios han continuado.

Algunas cifras sobre el VIH

Se estima que 260.000 personas viven con el VIH en Ucrania. Antes de la guerra, casi 150.000 recibían tratamiento antirretroviral que les salvó la vida, incluidos más de 2.700 niños. El total de los casos representa el 15% de todos los diagnosticados en Europa y más de la mitad de los nuevos diagnósticos se atribuyeron a la transmisión heterosexual y el 38% al uso de drogas inyectables.

En 2020 recibieron tratamiento contra el VIH 27,5 millones de personas. A nivel mundial, solo el 73% de los 37,7 millones de personas infectadas por el VIH estaba recibiendo tratamiento antirretrovírico, según la OMS. Más de 1,7 millones de niños padecen esta afección.

Los avances científicos han conseguido doblegar la curva de muertes hasta el punto de que los fallecimientos relacionados con el sida se han reducido en más de un 47% desde 2010, según estimaciones del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA). Esta misma organización señala que, con la llegada de la pandemia, los pacientes sufren cuadros más graves al contraer el covid y el riesgo de fallecer con coronavirus es el doble que en la población general.