El sábado ha dejado una sorpresa en el casting abierto dentro del Partido Conservador británico para suceder al primer ministro Boris Johnson. El favorito de las bases tories, el ministro de Defensa Ben Wallace, ha anunciado públicamente haber tomado la decisión de no participar en la carrera por el liderazgo de la formación y, por tanto, del país.

"Tras pensarlo detenidamente junto a colegas y familiares, he tomado la decisión de no optar al liderazgo del Partido Conservador. Estoy muy agradecido a todos mis compañeros que me habían apoyado", ha escrito Wallace.

El ministro de Defensa ha explicado que "no ha sido una decisión sencilla" pero que su objetivo "está centrado en mi actual labor y en mantener a este gran país seguro".

Rishi Sunak abre la veda de los candidatos

Wallace era el favorito de los tories según las primeras encuestas publicadas por YouGov, y batía por amplios márgenes a otros aspirantes como su predecesora en Defensa, Penny Mordaunt, la secretaria de Exteriores Liz Truss o el ex canciller de Hacienda, Rishi Sunak.

Sunak, hijo de padres indios y muy popular durante la pandemia, sufrió un revés a su reputación tras un problema fiscal que afectó a su pareja. Pero volvió a ganar perfil tras abandonar esta semana a Boris Johnson y dar pie a la cascada de dimisiones que han acabado con el anuncio de dimisión del primer ministro británico, que dejará el cargo tras el verano.

Con buen perfil gestor, Sunak es la principal figura que ya ha anunciado su intención de suceder a Boris Johnson al frente de los conservadores. Un elenco al que se han unido este sábado otros miembros del Ejecutivo como Grant Shapps, secretario de Transportes, o el ministro de Finanzas Nadhim Zahawi.

También lo han hecho la fiscal general Suella Braverman; el presidente del comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes, Tom Tugendhat; y la ex secretaria de Igualdad, Kemi Badenoch.