No ha sido por la presión de los laboristas, ni tampoco de los nacionalistas escoceses. De hecho la oposición ha tenido poco que ver en la caída de Boris Johnson. Como dice aquella máxima, la ropa sucia se lava en casa, y han sido los propios compañeros del partido quienes han llevado la situación al límite. La historia de los Tories está llena de casos donde el partido ha apartado a sus líderes cuando las encuestas no le son propicias. Nadie está por encima del Partido Conservador, ni si quiera el líder. 

En el caso de Boris Johnson, no solamente han sido los diputados y miembros del gobierno, también han sido los votantes conservadores quienes han expresado que se quedarían en casa, que no votarían de nuevo al primer ministro, ni nada relacionado con él. Y a medida que el escándalo y la falta de ejemplaridad era más notoria, más difícil era ver el partido unido, y sus votantes movilizados. La publicación del informe de Sue Gray sobre el llamado “partygate” fue el preámbulo de una crisis institucional y política que hacía décadas que no sacudía el conservadurismo británico.

A medida que el escándalo y la falta de ejemplaridad era más notoria, más difícil era ver el partido unido y sus votantes movilizados

Ahora, el Partido Conservador se encuentra sin líder después de la dimisión de Boris Johnson el jueves. Y se abre así la lucha de nuevo entre las distintas facciones y corrientes. De momento, solamente suenan favoritos en los medios. Pero algunos de ellos son Penny Mordaunt, exsecretaria de Defensa; Rishi Sunak, exsecretario de Hacienda; Liz Truss, secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth; Ben Wallace, secretario de Estado para la Defensa; o Sajid Javid, exsecretario de Estado de Salud y Asistencia Social. Todas primeras espadas de Boris Johnson, y algunos de ellos hasta esta semana miembros del gabinete gubernamental. Otro nombre sería Tom Tugendhat, que también suena con fuerza entre determinados sectores. Exteniente coronel del Ejército de Tierra británico que sirvió en Afganistán, asistente militar del staff del Jefe de Defensa, y actualmente diputado y miembro del Selecto Comité de Asuntos Exteriores. 

Tal como se ha anunciado, se espera que la próxima semana empiecen ya los preparativos de las primarias, y no solamente serán importantes los nombres de quien sucederá a Boris Johnson, sino también los apoyos que tendrá. Si repasamos las últimas votaciones a líder, David Cameron perdió en la primera ronda pero ganó en la segunda con el 45.5% de los votos, fueron a tres candidatos. En 2016, Theresa May llegó al 60.5% de votos en la segunda vuelta, y en la primera obtuvo el 50.2%. También con tres candidatos. Y Boris Johnson, en 2019, con el 51.3% en primera vuelta y con el 66.4% en la segunda, ganó a Jeremy Hunt, quien también suena como posible candidato. Y en esto nos tendremos que fijar para ver si el partido apoya o no al futuro primer ministro, o tendrá que pedir un voto de confianza. 

Si repasamos a quien apoyaron los posibles candidatos, podemos encontrar que Mordaunt sería la única que anunció que votaría por Jeremy Hunt en 2019. Mientras que Rishi Sunak y Liz Truss lo hicieran por Boris Johnson. Dominic Raab también suena como posible candidato de las primarias, quien quedó eliminado a primera vuelta en las anteriores, pero es el actual viceprimer ministro del Reino Unido, y Secretario de Estado de Justicia. Además ahora también aparecen nuevos actores, como Priti Patel, secretaria de Estado de Interior, y representante de las posiciones derechistas del partido. O Steve Baker, defensor a ultranza del pensamiento thatcherista y representante de las posiciones más duras del Brexit. Tendremos que estar atentos también a las diferentes organizaciones cercanas, o con contactos con el partido, y por quien piden el voto. 

Los correveidiles de Westminster señalan que los mejores candidatos para el partido conservador serían Sunak o Wallace

A diferencia de las dos anteriores primarias, donde Theresa May fue elegida candidata para iniciar y culminar el Brexit después de la renuncia de David Cameron. Y Boris Johnson fue con la bandera de guiar el Reino Unido después del Brexit hacia buen puerto, haciendo la dicotomía de o le votabas a él, o el voto iba para pararlo todo y volver a la UE. Ahora no hay gran proyecto o pancarta. El futuro líder del partido conservador no solamente tendrá que ser una figura aglutinante de las diferencias tendencias y familias del partido después de ganar. Deberá tener un proyecto para culminar la legislatura, cuyas elecciones tendrán que ser antes del 24 de enero de 2025. Queda mucha legislatura si no se quiere ir a elecciones, y queda tiempo para poder revertir la tendencia de derrota electoral de los tories

Recordemos que a pesar de las encuestas que señalan una holgada victoria laborista con Keir Starmer, esto es en la situación actual, con un partido bajo mínimos, y no todos los nombres que suenan tendrían el mismo efecto electoral si se hicieran elecciones hoy. Por ejemplo, según una encuesta de J. L Partners publicada el jueves, Rishi Sunak podría vencer como candidato conservador si hoy se celebraran elecciones, el resto de los nombres que suenan como posibles candidatos no. Los correveidiles de Westminster señalan que los mejores candidatos para el partido conservador serían Sunak o Wallace, dos perfiles muy distintos realmente. 

Rishi Sunak, cuyos padres indios habían emigrado de África Oriental al Reino Unido, fue estudiante de Stanford y Oxford, becado con la Fullbright, trabajador de Goldman Sachs y director de inversiones de la empresa Catamaran Ventures, de su suegro, N. R. Narayana Murthy. Una de las mayores fortunas de la India con 4.400 millones de dólares en patrimonio. Sunak hace poco que está vinculado a la política, desde 2014, y con una trayectoria ascendente dentro de los sectores thatcheristas hasta llegar a la campaña del Brexit, que apoyó, y posteriormente hizo campaña para Boris Johnson en las primarias. El primer ministro lo nombró secretario de Estado de Hacienda. Debido a la pandemia y las continuas ruedas de prensa didácticas sobre medidas económicas y fiscales, es una de las figuras más reconocidas de la política británica. Además, sus políticas fiscales han tenido cierta popularidad entre el votante conservador.  

Y Ben Wallace, cuyo padre sirvió en la Guardia de Dragones del Rey en Malasia. De joven se alistó a la Real Guardia de Dragones Escoceses, y fue instructor de esquí de la Escuela Nacional de Esquí de Austria. Después de cadete, entró a la Real Academia Militar de Sandhurst. En una de sus misiones fue destinado a Irlanda del Norte. Después de servir en el Ejército entró en el Partido Conservador, y fue electo diputado en 1999 por Nordeste de Escocia. Después fue diputado por Lancaster, y pasó a ser ministro de Estado de Irlanda del Norte, después ministro de Seguridad y Delincuencia Económica y por último, con Boris Johnson, Secretario de Estado de Defensa, sustituyendo a Penny Mordaunt. La invasión rusa de Ucrania lo ha convertido en una figura relevante en la política británica por el apoyo de Londres a Kiev con material militar y expertos. 

En conclusión, tendremos que seguir todo aquello que vaya llegando desde Londres para responder las diferentes incógnitas: quiénes serán los candidatos a las primarias del partido; con qué proyectos se presentan; qué apoyos tienen; se convocarán elecciones o se acabará la legislatura; qué ocurrirá con los díscolos que pidieron la dimisión de Johnson y amenazaron con irse del partido, los diputados conservadores que ganaron en 2019 en los históricos distritos laboristas. Una serie de preguntas que se desvelarán en este interregno sin liderazgo que empezó el jueves, hasta que se proclame un nuevo líder. 


Guillem Pursals es politólogo, máster en Seguridad, especialista en conflictos, seguridad pública y Teoría del Estado.