Los Estados Unidos votarán en la madrugada de este martes en las elecciones de mitad de mandato. Un test clave para Joe Biden, que podría afrontar la última parte de su legislatura sin control ni del Senado ni de la Cámara de Representantes si las encuestas se cumplen. Una pesadilla legislativa que complicaría el camino de los demócratas para reeditar la presidencia en 2024.

Los miembros de la Cámara de Representantes tienen mandatos de dos años, mientras que los senadores cumplen legislaturas de seis. Este martes se renueva por completo la Cámara, mientras que se disputan 35 carreras senatoriales.

Cámara de Representantes: ¿quién la controla ahora?

La actual Cámara de Representantes fue elegida en la misma votación que las elecciones presidenciales de 2020. Los demócratas llegaron a esa cita con un control firme de la institución, con 235 representantes por 199 de los republicanos. Y salieron con el susto en el cuerpo. Pese a que las encuestas pronosticaban que el rechazo a Donald Trump en el final de su presidencia reforzaría el control demócrata en la cámara, sucedió lo contrario.

El margen de control de los demócratas se redujo mucho en 2020, aunque mantuvieron la mayoría en la Cámara de Representantes por 222 a 213. Desde entonces, dos congresistas demócratas han renunciado y una republicana ha muerto, por lo que la Cámara llega a las 'midterms' de este martes con una distribución efectiva de 220 a 212 a favor de los demócratas.

Las encuestas auguran victoria del Partido Republicano

Se necesitan 218 congresistas para obtener la mayoría en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. Y aunque las encuestas son difíciles de agrupar -en realidad se celebran 435 elecciones diferentes por cada distrito que elige congresista-, las previsiones son muy buenas para los republicanos.

Según el portal especializado FiveThirtyEight, el Partido Republicano tiene un 83% de posibilidades de hacerse con el control de la Cámara. La agrupación de las encuestas de cada carrera electoral dibuja ahora mismo un escenario en el que los republicanos lograrían llegar hasta 229 congresistas, mientras que los demócratas se quedarían en 206. Una diferencia de 23 asientos en la Cámara que supondría un duro golpe para la presidencia de Joe Biden, y una extrema dificultad legislativa para su partido.

Las encuestas llevan prediciendo una victoria republicana desde hace más de un año. Los pronósticos de webs como FiveThirtyEight ya tenían a los republicanos cerca del 90% de probabilidades de victoria antes del 24 de junio, cuando el Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, derogó una sentencia clave para garantizar el derecho al aborto en los Estados Unidos.

Esa decisión cambió el rumbo de la opinión pública y dio alas a los demócratas. Pero no parece que las suficientes. Durante el verano las opciones de victoria del Partido Republicano bajaron hasta dejar la contienda en un más igualado 65%-35%. Sin embargo, la inflación y la situación económica en general han recobrado el foco principal de las elecciones, y el asunto parece beneficiar a los republicanos, que han recuperado pie en las encuestas.

División total en el actual Senado

El Senado llegó a las últimas elecciones de 2020 con una mayoría de 53 a 47 a favor de los republicanos. Y tuvo un desenlace de infarto. Con 33 carreras en juego, en la noche electoral los republicanos mantuvieron 50 asientos en el Senado, por 48 de los demócratas. Las leyes especiales de Georgia, que requieren un 50% del voto popular para el ganador, llevaron los dos asientos definitivos a una elección especial meses después, que los demócratas lograron ganar. La cámara quedó dividida por completo, con 50 senadores republicanos y 50 demócratas (dos de ellos independientes), más el voto de calidad de la vicepresidenta Kamala Harris.

Sin embargo, lo estrecho de la situación ha dado un gran poder en los últimos tiempos a senadores demócratas procedentes de estados conservadores, como Joe Manchin (Virginia Occidental), poco favorables a la legislación impulsada por los sectores más progresistas del partido.

Las encuestas del Senado: una moneda al aire

De los 35 escaños del Senado que se juegan en la madrugada de este martes, 21 corresponden a los republicanos y 14 a los demócratas. Cada una de esas elecciones es decisiva para la composición del Senado, aunque muchas parten decididas de antemano.

De los 21 asientos que defienden los republicanos, en 17 de ellos no hay ninguna duda de que seguirán siendo 'rojos'. Entre ellas están la de Marco Rubio en Florida, o la del libertario Rand Paul en Kentucky.

Otras tres carreras son favorables a los republicanos, aunque su ventaja es más corta y podrían decidirse por menos de 5 puntos en el voto popular. Es el caso de Ohio, Carolina del Norte y Wisconsin. Los republicanos llevarían ventaja, pero no son carreras cerradas.

De evitar sorpresas en todos esos lugares, los republicanos tendrían defendidos 20 de sus 21 asientos en el Senado. ¿Y qué pasa con los demócratas? Prácticamente lo mismo. De los 14 escaños que defienden, 11 son una victoria prácticamente segura, en Estados como Vermont, Hawaii, Maryland o California.

Las cuatro carreras que decidirán el Senado

Así pues, las miradas se centran especialmente en cuatro carreras concretas que decidirán la mayoría del Senado durante los próximos dos años, hasta que tenga que renovarse otro tercio de la cámara.

-Nevada: La predicción de los expertos de FiveThirtyEight y la media de las encuestas sitúa el escaño en juego de Nevada como el más potencialmente favorable a los Republicanos. Y ello pese a que actualmente lo ocupa Catherine Cortez Masto, la senadora demócrata que puede decidir la noche electoral. Los últimos sondeos de Emerson College dan al republicano Adam Paul Laxalt, ex fiscal del Estado, una victoria por seis puntos, pero otras encuestadoras como KA Consulting prevén que Cortez Masto pueda retener el asiento por un punto de ventaja. En general, el pronóstico de esta carrera es ligeramente favorable a los conservadores: 57% contra 43%.

-Georgia: Posiblemente la elección más impredecible. El demócrata Raphael Warnock defiende su escaño frente al aspirante republicano Herschel Walker, ex jugador profesional de fútbol americano apoyado por Donald Trump. Y las encuestas no aciertan a ponerse de acuerdo en nada. SurveyUSA, Marist y Emerson prevén victoria demócrata por entre 2 y 6 puntos. Remington o Amber creen que los republicanos se pueden imponer por 3 o 4 puntos. El pronóstico de FiveThirtyEight ha virado en los últimos días a favor del Partido Republicano, pero es toda una moneda al aire. En cualquier caso, es el principal camino de los conservadores para controlar el Senado: no perder ninguno de sus escaños seguros y darle la vuelta a los de Nevada y Georgia.

-Pennsylvania: El escaño de Pennsylvania que se juega en estas elecciones está actualmente en manos del Partido Republicano. Pero su dueño, Pat Toomey, se retira y no aspira a la reelección. Carrera abierta. Hace unos meses parecía un flip seguro para los demócratas, pero la batalla se ha ajustado mucho en las últimas semanas. De un 83% de opciones de victoria a mediados de septiembre, la probabilidad ha bajado al 54%. El candidato demócrata es John Fetterman, número dos en la oficina del Gobernador y de corte progresista. Por parte de los republicanos concurre Mehmet Oz, un cirujano cardiotorácico con doble nacionalidad turca y celebridad televisiva, donde tuvo durante 13 temporadas un popular programa de consultas médicas.

Barack Obama y Joe Biden hacen campaña por el candidato John Fetterman en Pennsylvania, una de las carreras clave por el Senado.

-Arizona: El ex astronauta demócrata Mark Kelly consiguió en la elección especial de 2020 darle a su partido el escaño que históricamente había ocupado el republicano John McCain. Ahora tendrá que defenderlo frente a Blake Masters, un inversor de 36 años que ha desarrollado la mayoría de su carrera a la sombra del multimillonario Peter Thiel, uno de los mayores donantes del Partido Republicano y fundador de servicios como PayPal. También parecía una carrera muy clara para los demócratas, pero se ha ajustado algo en las últimas semanas y mientras la mayoría de encuestas siguen dando la victoria a Kelly, sondeos recientes de Emerson y Civiqs han previsto un empate total.

¿Cómo afectan las 'midterms' a las presidenciales en Estados Unidos?

Las elecciones de mitad de mandato son un buen termómetro para medir la popularidad de un presidente, aunque cada carrera tenga sus matices estatales o locales. Joe Biden arrancó su presidencia con un 53% de popularidad y actualmente está en el 42,3%. Aunque ha remontado respecto al mínimo del 37,5% que registró a mediados de julio. Una derrota podría suponer otro bofetón, pero nada de lo que pase este martes será definitivo de cara a las presidenciales de 2024.

En la historia reciente hay varios ejemplos de 'midterms' que no han anticipado el resultado de las siguientes presidenciales. Por ejemplo, en 1994, dos años después de que Bill Clinton se impusiera a George Bush por un margen de 5,6 puntos en el voto popular, los republicanos ganaron las elecciones de la Cámara con 26 congresistas de diferencia y 6,8 puntos a su favor a nivel nacional. Sin embargo, dos años después, Bill Clinton volvió a arrasar, esta vez contra Bob Dole, y amplió el margen de victoria del Partido Demócrata hasta 8.5 puntos.

Sin embargo, pese a que la victoria republicana en las 'midterms' de 1998 fue mucho menos espectacular que en 1994, dos años después sí se produjo el cambio de color en la presidencia y Bush le ganó a Al Gore.

Otro ejemplo evidente son las 'midterms' durante los mandatos de Barack Obama. El primer presidente negro ganó las presidenciales de 2008 con una ventaja de 7,2 puntos en el voto popular. Dos años después, el Partido Republicano destrozó al Demócrata en el Congreso: 242 contra 193. El varapalo no hizo temblar a Obama, que volvió a ganar en su reelección.

El último precedente, en 2018, sí fue un mensaje claro para Donald Trump. Dos años después de llegar a la Casa Blanca el polémico magnate, los republicanos pasaron de 247 a 199 congresistas, mientras los demócratas crecían de 188 a 235. Dos años después fue derrotado por Joe Biden. Ahora le toca defender a él.

¿Y qué pasa con los gobernadores?

Además de la Cámara de Representantes y del Senado, hay 36 Estados que este martes escogen gobernador, con grandes poderes en todo tipo de materias como control de armas, aborto, drogas, políticas carcelarias, sanitarias, etcétera. Como en las carreras senatoriales y de la Cámara, hay algunas que son interesantes y otras que no.

-Estados que no eligen gobernador este martes: Delaware (D), Kentucky (D), Louisiana (D), Nueva Jersey (D), Carolina del Norte (D), Washington (D), Indiana (R), Mississipi (R), Missouri (R), Montana (R), Dakota del Norte (R), Utah (R), Virginia (R), Virginia Occidental (R).

-Victoria segura o muy probable del Partido Demócrata: California, Colorado, Connecticut, Hawaii, Illinois, Maryland, Massachusetts, Nueva York, Pennsylvania, Rhode Island, Maine, Michigan, Minnesota y Nuevo México.

-Victoria segura o muy probable del Partido Republicano: Alabama, Arkansas, Florida, Idaho, Iowa, Nebraska, New Hampshire, Ohio, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Tennessee, Texas, Vermont, Wyoming, Alaska, Georgia y Oklahoma.

-Estados disputados que puede perder el Partido Demócrata: Kansas, Nevada, Oregón, Wisconsin.

-Estados disputados que puede perder el Partido Republicano: Arizona.