"La gente común tiene un impacto mucho mayor de lo que pueden imaginar. Su movilización masiva en todo el mundo puede cambiar la historia del mundo más rápido que la intervención de la ONU". Así se ha expresado este miércoles la defensora de los derechos humanos ucraniana Oleksandra Matviichuk, al recibir el premio Right Livelihood 2022 en Estocolmo.

La presidenta del Centro para las Libertades Civiles, que ha merecido también el premio Nobel de la Paz de este año, ha subrayado la necesidad de buscar y establecer redes. "Deberíamos apoyarnos mutuamente en esta lucha por la libertad. Solo expandiendo la libertad haremos que nuestro mundo sea más seguro”, agregó.

Comparte el galardón con la iniciativa venezolana Cecosesola (Central de Cooperativas de Lara), las somalíes Fartuun Adan e Ilwad Elman y el ugandés Instituto Africano para la Gobernanza Energética.

La fundación sueca que concede anualmente el premio reconoce a Matviichuk por su aportación a «la construcción de instituciones democráticas sostenibles en Ucrania y el modelado de un camino hacia la responsabilidad internacional por los crímenes de guerra».

La activista, uno de los principales rostros de la lucha por los derechos humanos en su país, preside el Centro para las Libertades Civiles (CCL), fundado en 2007 para promover los derechos humanos, la democracia y la solidaridad en Ucrania y Eurasia. Según el Right Livelihood, ha trabajado «en el fortalecimiento de la sociedad civil ucraniana y las instituciones nacionales durante más de una década».

Entre las asistentes al acto de entrega del galardón, ha figurado la activista climática sueca Greta Thunberg, anteriormente laureada con el Premio Right Livelihood. Thunberg se refirió a la demanda que jóvenes activistas climáticos iniciaron contra el estado sueco la semana pasada. “Países como Suecia son desproporcionadamente responsables de la crisis climática y, por lo tanto, deben actuar, deben asumir la responsabilidad y liderar el camino, y no lo están haciendo”, apostilló.

“Elegir activamente no hacerlo no solo es ilegal, sino también una traición hacia todas las generaciones presentes y futuras. Es por eso que 636 niños y jóvenes en Suecia ahora están demandando al Estado”.

También reconocidas con el Premio Right Livelihood anteriormente, la activista feminista egipcia Mozn Hassan, y Alexandra Polivanova, representante de la organización rusa de derechos humanos Memorial, que comparte Nobel de la Paz este año.

“Está prohibido en Rusia estar en contra de la guerra”, dijo Polivanova. “Pero tratamos de hacer todo lo posible para superar las ambiciones imperialistas y transformar la sociedad rusa para que no sea peligrosa ni para los vecinos ni para la propia población rusa”.