En la Avenida de los Valientes de Kiev hay dos nombres de mujer, pero debería haber muchos más. Hasta ahora solo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la primera ministra de Lituania, Ingrida Šimonytė, gozan de este honor, pero hay otras líderes europeas que han destacado por su clara denuncia de la agresión rusa en Ucrania: entre ellas, Kaja Kallas, triunfadora en las legislativas del domingo en Estonia, el país que en términos per capita más aporta a Ucrania. A su vez, entre las ucranianas también destaca la Premio Nobel de la Paz, Oleksana Matviichuk, fundadora del Centro de Libertades Civiles, que investiga los crímenes de guerra. En este 8 de marzo recordamos a las mujeres que no temen a Putin.

Ursula von der Leyen es la primera mujer que ocupa el cargo de presidenta de la Comisión Europea. Fue la primera en visitar Irpin y Bucha, donde las tropas rusas cometieron atroces crímenes. "Esta es una guerra contra nuestra energía, contra nuestra economía, contra nuestros valores y contra nuestro futuro", ha reiterado en varias ocasiones.

Ex ministra alemana de Defensa, Von der Leyen reconoce que los líderes europeos deberían haber prestado más atención a lo que decían quienes conocían bien a Putin. Es decir, los dirigentes de los Países Bálticos, que se independizaron en 1991 de la URSS, o de Europa del Este, que formaron parte del Pacto de Varsovia. Mientras Alemania defendía que mantener negocios con Rusia promovería el cambio y el acercamiento (Wandel durch Handel), polacos, lituanos, letones y estonios, especialmente, nunca se fiaron de Putin.

Hay que ayudar a la resistencia ucraniana contra el invasor, socavar la maquinaria de guerra de Rusia y construir el futuro europeo de Ucrania"

ursula von der leyen, presidenta de la comisión europea

En sus discursos, Von der Leyen suele insistir en que son tres los objetivos de la Unión Europea. "En primer lugar, ayudar a la resistencia ucraniana contra el invasor de forma inquebrantable. En segundo lugar, socavar la maquinaria de guerra de Rusia. En tercer lugar, construir el futuro europeo de Ucrania. Estos principios nos guiaron el año pasado y lo seguirán haciendo estos meses". Ucrania ha sido reconocida como país candidato, al igual que Moldavia. La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, ve su país en el objetivo de Putin, de modo que insiste en que la seguridad europea está en riesgo.

La UE ha aportado a Ucrania 67.000 millones de euros en ayuda económica, humanitaria y militar. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, asistió a un consejo europeo extraordinario en Bruselas. Era la segunda salida de Zelenski de su país, tras su visita a Washington, a finales de 2022. En las instituciones europeas, la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, también es una firme aliada de Ucrania.

Las líderes bálticas

Junto a Von der Leyen, también figura en la famosa avenida de Kiev la primera ministra de Lituania, Ingrida Šimonytė. Lituania ya enviaba armamento a Ucrania antes de la invasión rusa del 24 de febrero de 2022. Apoyaba a los ucranianos en la guerra que libran en el Donbás desde 2014 contra los separatistas prorrusos.

En una entrevista en Business Insider con motivo del primer aniversario, la primera ministra lituana describía a Rusia como una amenaza para Europa. "Nosotros no estamos perdiendo gente. Solo algo de dinero. Nosotros de alguna manera estamos invirtiendo en nuestra seguridad. Lo mínimo que podemos hacer es ayudar a Ucrania en lo que necesite", señala Ingrida Šimonytė. Y aludía a las palabras de Zelenski. "Si quieres que Rusia se detenga en las fronteras de Ucrania, lo mejor es que deis a Ucrania las armas que necesita porque si no lo hacéis, no habrá fin a la guerra en Europa por un periodo significativo de tiempo".

Lituania, al igual que las vecinas repúblicas de Letonia y Estonia, forman parte de la Unión Europea y de la OTAN. Lituania está a favor de facilitar incluso aviones de combate a Ucrania. La primera ministra es muy crítica con la demora con que se toman decisiones sobre los envíos de armas. "Este tiempo cuesta vidas", insiste.

Kaja Kallas, de 45 años, acaba de ver cómo la población de Estonia avala en las urnas su contundente política sobre la agresión rusa al dar la victoria a su partido, Reforma, de tendencia liberal. La primera ministra, cuya abuela fue deportada a Siberia cuando su madre tenía solo seis meses por los soviéticos, habrá de gobernar en coalición.

Kallas ha llevado la voz cantante a la hora de demandar sanciones contra Rusia y más armas para Ucrania. Estonia, con 1,3 millones, y fronterizo con Rusia, ha desempeñado un papel que en teoría no se corresponde con su tamaño y población, gracias a la pujanza de Kaja Kallas.

Es comprensible que uno de los más entusiastas a la hora de felicitar a Kaja Kallas haya sido el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal. "Felicidades a Kaja Kallas por la decisiva victoria de su partido Reforma en las elecciones legislativas. Gracias por tu incondicional ayuda a Ucrania", tuiteó el jefe del gobierno ucraniano.

Una de las más firmes declaraciones sobre qué se necesita para que termina la guerra la dio la primera ministra finlandesa, Sanna Marin. "La guerra terminará cuando Putin salga de Ucrania", dijo Marin.

Marin, que llegó al poder con tan solo 34 años, es socialdemócrata. Durante su mandato, Finlandia ha solicitado el ingreso en la OTAN y, como Suecia está a la espera del dictamen de Turquía, que pone más objeciones al gobierno de Estocolmo por acoger a varios refugiados kurdos que considera terroristas. En el World Economic Forum de Davos, Marin aseguraba que "si Ucrania hubiera sido parte de la Alianza Atlántica, Rusia no la habría invadido hace algo más de un año". Y por eso, reconocía, "Finlandia ha ratificado su solicitud de ingreso por esta razón".

Si Ucrania hubiera sido parte de la Alianza Atlántica, Rusia no la habría invadido. Por eso Finlandia quiere ingresar"

sanna marin, primera ministra de finlandia

La URSS impuso una política de neutralidad a Finlandia, que ya pasó por la experiencia de dos guerras con su vecino y tiene una frontera de 1.340 kilómetros. Durante años la finlandización era sinónimo de no alineamiento, pero esto saltó por los aires con la invasión rusa, aunque ya antes el país había participado en ejercicios con la OTAN y es parte de la UE. La Finlandia actual, con una de los mejores ejércitos de la UE, tiene claro que Rusia es el agresor y que la OTAN es el mejor paraguas protector. En virtud del artículo 5, cualquier ataque contra un aliado se considera un ataque contra todos. El presidente de EEUU, Joe Biden, ha dicho varias veces que "en lugar de la finlandización de la OTAN, Putin ha logrado la otanización de Finlandia".

De la misma generación que Sanna Marin es Annalena Baerbock, la ministra alemana de Exteriores. Baerbock, de los Verdes, ha visitado varias veces Ucrania, incluido el frente en Járkov, o Bucha e Irpin. Es la más firme defensora de la ayuda a Ucrania del gabinete tripartito alemán. O al menos quien más claro ha hablado en público todo este año. Con motivo del aniversario de la invasión rusa de Ucrania, Baerbock recabó apoyos para aprobar una resolución de condena contra Rusia en la Asamblea General de la ONU. "El plan de paz está sobre la mesa en Nueva York, es la Carta de las Naciones Unidas", dijo la jefa de la diplomacia alemana. Votaron a favor 141 países, seis países votaron en contra junto con Rusia y 32 se abstuvieron.

Marin y Baerbock han dado una lección de claridad en geopolítica. Y de principios. Aplican un nuevo realismo"

anna korbut, periodista ucraniana

En su discurso, Baerbock fue contundente: "La guerra de Rusia marca el ocaso de nuestra era. Estamos en un punto de inflexión. Las certezas del pasado se han evaporado. Hoy, hacemos frente a una realidad que ninguno de nosotros ha elegido. Es una realidad a la que nos ha forzado el presidente Putin. La guerra de Rusia es una guerra de agresión. Y está basada en mentiras, unas mentiras que repite una y otra vez el ministro de Exteriores Lavrov... Dicen que es un acto de legítima defensa pero vimos cómo preparaban el ataque durante meses. Dicen que están protegiendo a la minoría rusa y vemos cómo bombardean a los ucranianos rusófonos en Járkov... Están abusando de su poder como miembros del Consejo de Seguridad. Pero, señor Lavrov, no puede engañarse. No nos engaña. Ni engaña a nuestro pueblo. Y no debería engañar a su pueblo".

"Sanna Marin y Annalena Baerbock, por ejemplo, han dado una lección de claridad en geopolítica. Van a los principios. Son mujeres de una generación diferente. Aplican lo que podríamos denominar un nuevo realismo", señala la periodista ucraniana Anna Korbut.

Otra de las firmes aliadas de Ucrania ha sido la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, la primera mujer en el puesto. A pesar de que su socio de gobierno, Silvio Berlusconi, presume de su cercanía con Vladimir Putin, Meloni se ha mantenido al lado del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a quien visitó la víspera del aniversario de la invasión rusa.

Las heroínas ucranianas

En Ucrania son muchas las mujeres que destacan por su coraje: desde la esposa del presidente Zelenski, Olena, que ha actuado como embajadora de la causa de su pueblo, hasta la fundadora del Centro para las Libertades Civiles, Oleksandra Matviichuk, Premio Nobel de la Paz de 2022, junto con el bielorruso Ales Bialiatski y la ONG rusa Memorial. El Centro para las Libertades Civiles está recabando datos sobre los crímenes de guerra cometidos por Rusia en Ucrania.

Oksana Markarova, embajadora de Ucrania en EEUU con un papel clave para trasladar las necesidades de Kiev en Washington, ha rendido homenaje a las más de 60.000 mujeres ucraniana que han servido en el Ejército y a las decenas de miles que ponen todo de su parte como periodistas, paramédicos, maestras, políticos o artistas.

La embajadora concluía: "Las mujeres son las heroínas de esta guerra". Todas merecen un lugar en la Avenida de los Valientes.