China, Rusia e Irán, potencias rivales de Estados Unidos, han comenzado unas maniobras navales conjuntas en el Golfo de Omán, que durarán cinco días. Apenas 24 horas antes tenía lugar el primer choque entre dos cazas rusos y un dron estadounidense desde que empezó la guerra en Ucrania. EEUU es el principal suministrador de ayuda militar, financiera y humanitaria al gobierno de Kiev, mientras Teherán, enemigo de Washington desde que se proclamó la República Islámica en 1979, está facilitando drones al Kremlin. China no facilita material bélico a Moscú, pero sirve a Rusia como balón de oxígeno al no aplicar sanciones. En su último encuentro, los jefes de la diplomacia china y rusa destacaron que nunca aceptarían "presiones".

En las maniobras, llamadas Lazo de Seguridad 2023, participan también Pakistán, Omán y los Emiratos Árabes Unidos. "Este ejercicio ayudará a profundizar en la cooperación práctica entre las armadas de los países participantes (…) e inyectará energía positiva en la paz y la estabilidad regionales", señala el comunicado del Ministerio chino de Defensa.

China ha enviado el destructor de misiles guiados Nanning para participar en los ejercicios centrados en la búsqueda y rescate en el mar. China tiene su única base militar en el extranjero, con un muelle naval, en Yibuti, país del Cuerno de África situado al otro lado del Golfo de Omán.

Estos ejercicios destacan los vínculos militares y políticos de China con países rivales de EEUU y sus aliados como Rusia e Irán. Sin embargo, Pekín mantiene que rechaza la competencia geopolítica y no quiere crear "bloques exclusivos".

El portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, ha dicho a la CNN: "Vamos a vigilarlo, vamos a monitorearlo, obviamente, para asegurarnos de que no hay ninguna amenaza resultante de este ejercicio de entrenamiento para nuestros intereses de seguridad nacional o los de nuestros aliados y socios en la región".

En 2022, China, Rusia e Irán realizaron ejercicios similares en la misma zona, en los que se llevaron a cabo prácticas de tiro de artillería contra objetivos navales. En febrero de 2021, las tres flotas desplegaron su músculo bélico en el Índico y a fines de 2019 lo hicieron en el Golfo de Omán. La televisión iraní lo llama el "nuevo triángulo de poder marítimo". China y Rusia, potencias nucleares, son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU.

La semana pasada, China albergó las conversaciones entre Irán y Arabia Saudí, antiguo aliado de EEUU, que desembocaron en el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre estos dos países, tras siete años de tensiones. Pekín se apuntó un tanto relevante como mediador en conflictos regionales, dentro de lo que llama Xi Jinping, que empieza su tercer mandato, la Iniciativa de Seguridad Global. En su discurso del pasado domingo, Xi insistió en el objetivo de la reunificación y lanzó una seria advertencia contra los independentistas en Taiwán y sus aliados. EEUU apoya a Taiwán en su conflicto con la República Popular.

El "camino peligroso" del pacto Aukus

Por otra parte, China reaccionó con previsible enfado cuando se han conocido los detalles del pacto Aukus, anunciado en septiembre de 2021, que une a Australia, Reino Unido y Estados Unidos en una alianza de defensa y seguridad de gran alcance. Crearán una nueva flota de submarinos de propulsión nuclear.

Su objetivo es hacer frente a la expansión militar china en el Indo-Pacífico. "Van por el camino del error y del peligro, que conlleva una nueva carrera armamentística y la proliferación nuclear", dijo el portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Wang Wenbin. China acusa a EEUU, Reino Unido y Australia de aferrarse a"una mentalidad peligrosa propia de Guerra Fría".

El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, el único que mencionó explícitamente a China, reconoció que tienen por delante una década peligrosa, por lo que consideró necesario prepararse para los retos en materia de seguridad. "La invasión ilegal de Ucrania por parte de Rusia, la creciente asertividad de China, el comportamiento desestabilizador de Irán y Corea del Norte, todos amenazan con crear un mundo definido por el peligro, el desorden y la división", dijo el premier británico.

El pacto representa una gran oportunidad para que Australia incremente su poderío militar, pues Estados Unidos compartirá por segunda vez su tecnología de propulsión nuclear de élite, la tecnología más avanzada en todo el mundo, según informa la BBC. Aukus prevé que Australia compre en la próxima década tres submarinos nucleares de ataque clase Virginia. Y también el diseño y construcción de un submarino de propulsión nuclear totalmente nuevo, un modelo que se llamará SSN-AUKUS.

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, informó que el plan supone "la mayor inversión en Defensa de Australia en toda su historia", que asciende a más de 240.000 dólares en 30 años. El primer ministro británico anunció que aumentaría el gasto en Defensa en casi 6.000 millones de dólares en dos años. El presidente estadounidense prometió 4.600 millones para ampliar la capacidad de construcción de submarinos estadounidenses y mejorar el mantenimiento de su flota actual.

Son varios los puntos de fricción entre China y EEUU: Taiwán, el desarrollo tecnológico y el posible control de datos, derechos humanos (uigures y tibetanos), y el Mar de China Meridional.

China, que posee el Ejército y la Armada más grandes del planeta, denuncia que EEUU y sus aliados buscan "acorralarla" en el Pacífico occidental. Xi anunció recientemente que Pekín acelerará la expansión de su gasto en defensa y señaló la seguridad nacional como la principal preocupación de los próximos años.

Según Frank Gardner, corresponsal especializado en seguridad de la BBC, "militarmente, China es hoy una fuerza a tener en cuenta. En los últimos años, su Ejército Popular de Liberación ha avanzado enormemente, tanto en tecnología e innovación como en número de efectivos". Cita los misiles hipersónicos Dong Feng, que alcanzan cinco veces la velocidad del sonido. También busca triplicar su número de cabezas nucleares.

Sin embargo, ni a China ni a EEUU y sus aliados les interesa una confrontación en el Pacífico. China pretende resolver la asignatura pendiente de Taiwán por medios pacíficos, y siempre insiste en que su objetivo es la resolución pacífica de los conflictos.